𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬; 𝐉𝐲𝐕

Capítulo 2.

Dormir con Valentina era muy lindo, ella siempre la abrazaba y dejaba que escondiera el rostro en su pecho para que sus latidos la calmaran, solía tomar su mano y entrelazar sus dedos también, se sentía bonito.

También su cama era muy grande, y siempre tenía espacio para ella.

Recordaba una vez que había visto en la televisión, que esas camas se llamaban "matrimoniales", entonces Juliana entendió que serían para dos personas, para una pareja.

ㅡValentina...

ㅡJuls.

ㅡ¿Por qué su cama es matrimonial?

ㅡPorque sí.

ㅡPorque sí no es una respuesta ㅡdijo Juliana, sus labios formaban un adorable mohín. Era lo que Valentina siempre le decíaㅡ. Esas camas son para parejas, pero usted está sola.

La sonrisa de Valentina flaqueó un poco.

ㅡNo estoy sola, Juliana, te tengo a ti ㅡrespondió, pero no era la respuesta que Juliana quería.

ㅡPero debes tener a alguien para dormir juntos ㅡdijo.

ㅡTu duermes mucho conmigo ㅡdijo, intentando evadir el tema.

ㅡPero yo no soy su pareja ㅡcomentó con el ceño fruncido, parecía que en cualquier momento iba a empezar una rabieta.

Valentina tuvo que tomarse un momento para recomponerse, suspiró un poco.

ㅡ¿No tiene novio, Valentina? ㅡpreguntó de nuevo la pelinegra.

ㅡNovia, Juliana, es una chica ㅡdijo, bastante bajoㅡ. Y tenía.

ㅡ¿Qué le pasó? ㅡpreguntó con toda la curiosidad y la inocencia del mundo, Valentina casi quería llorar.

ㅡElla... se olvidó de mí ㅡrespondió la rubia, sin mirarla, no podía mirarla sin llorar.

ㅡ¿Cómo se pudo olvidar de ti?

Valentina soltó una pequeña risa, melancólica, casi parecía un chiste de mal gusto.

ㅡA veces hay un problema... y pasan muchas cosas malas, y de repente, la gente te olvida, se olvida de todo... y aunque estén contigo, ya no son los mismos, como si fuera una persona totalmente diferente. Eso le pasó a mi novia, Juliana. Le hicieron algo malo, se olvidó de todo y ahora ella es otra persona.

Juliana sólo se quedó quieta, sus ojitos se movían mirando el suelo, y por un momento la rubia casi creyó que había desatado algo en su cabeza, algo que podía volver a lastimarla, y hacerle mal, se asustó y se acercó a ella para tomar sus mejillas.

ㅡ¿Juliana? ¿Estás ahí? ㅡpreguntó con preocupación, los ojitos café de la pelinegra la miraron como algo de confusiónㅡ. ¿Estás bien?

ㅡMhm... ㅡdijo, asintiendoㅡ. No se preocupe por su novia, Valentina. Me tiene a mí ㅡdijo, sus manos se posaron sobre las de la rubia, y sonrió con ternura.

Valentina sonrió con algo de dolor.

ㅡClaro que sí, Juls, tú también me tienes a mí, para siempre ㅡdijo, antes de abrazarla y dejar un beso sobre su cabello.

En parte, a Juliana le gustaba dormir con Valentina porque sabía que la rubia también necesitaba compañía.

Se tenían la una a la otra.