Though I can't see you || Finn Wolfhard Y Tu ||

CAPITULO 23

Mis piernas bajaron al suelo mientras Finn me bajaba. Tome una respiración profunda y Finn acaricio mi cabello con ternura.

—¿Sabes que quiero hacer en este preciso momento?—susurro con su voz ronca.

Un choque eléctrico me invadió por completo, le sonreí con nerviosismo.

—¿Q-Qué? — tartamudeé.

Finn reprimió una sonrisa y acercó su rostro al mío. Su nariz tocó la mía suavemente y deslizó su toque por mi mejilla. Su aliento hizo que mi piel hormigueara y su cabello me hizo cosquillitas en la mejilla.

— Quiero dormir contigo — susurro con una pequeña sonrisa en los labios.

Trague saliva intentado pensar con claridad — ¿D-Dormir? — dije con nerviosismo.

Mi corazón comenzó a latir a una velocidad increíblemente fuerte.

— Si, solo dormir — dijo en voz baja contra mi oído antes de plantar un beso en mi mejilla.

Fruncí el seño confundida — ¿S–solo dormir?.

Finn se alejo de mi un segundo para que pudiera mirarlo y una sonrisa tímida se extendió en su rostro. Mi corazón dio un vuelco al ver aquella sonrisa. Era la clase de sonrisa que le arrebatará el aliento a cualquiera.

— Solo dormir. Abrazarte, besarte y dormir — se encogió de hombros.

— ¿Quieres dormir aquí? — dije sonando completamente boba. Solo quería dormir abrazado a mi, no iba a pasar nada más, era todo.

Finn rió ante mi torpeza y dijo — Puedo pedir un taxi si no te sientes cómoda.

—¡No! — dije exaltada — No quise decir eso.

El sonrió tiernamente mientras presionaba sus labios contra los míos suavemente.

— D–debo ponerme pijama — dije en voz baja. Me sentía completamente estúpida, completamente cohibida porque Finn Wolfhard estaba en mi habitación e iba a dormir abrazado de mi cuerpo.

Tome de una gaveta una desgastada playera de algodón que me quedaba holgada y un short holgado. A pesar de saber que Finn no podría verme, abrí la puerta del baño para meterme a vestirme.

El soltó una risita ahogada mientras asé quejaba — No puedo verte, ________.

Yo me ruboricé y cerré la puerta para que no siguiera hablando. Era una completa tonta pero no quería pasearme en ropa interior con Finn en mi habitación.

Lavé mi cara meticulosamente, me cepille el cabello, me lave los dientes y me puse la pijama. Cuando salí, Finn se encontraba sentado al borde de la cama.

Mi respiración se atragantó cuando lo vi solamente con un short que le lleva a unos tres dedos arriba de la rodilla. Si ropa estaba perfectamente doblada sobre mi mesita de noche y trague saliva nerviosamente.

— Espero que no te moleste. No traigo nada para dormir y dudo mucho que tu ropa me quedé — dijo. ¿Era mi imaginación o una sonrisa maliciosa comenzó a formarse en sus labios?.

— E–Está bien —  tartamudeé.

Estaba segura que mi rostro estaría completamente rojo para ese momento. Finn se levantó mientras desprendía el pesado edredón estampado de mi cama. Se introdujo con cuidado y se acurrucó en un lado de la cama.

Yo lo mire unos segundos antes de armarme de valor y meterme a la cama con el. Me tape hasta el cuello y el sonrió con mi nerviosa actitud.

—¿Estás bien? — pregunto reprimiendo una risita boba.