LA CIUDAD FRÍA {TERMINADA}

Las habilidades salen a la luz

—¿Jayden que rayos estás haciendo con tus ojos? —preguntó Jaylen, cesando por el cansancio.

Jayden estaba colgado en una barra haciendo abdominales y sus ojos parecían los de un felino.

—Hermano, me siento fuerte —exclamó Jayden.

Una corriente de electricidad por el cuerpo de Jaylen y sentía que su ser se unía con el de su hermano. De pronto hubo un ruido estruendoso.

—¿Escuchaste eso? —preguntó Charly a Christian.

—Creo que vino de donde están los gemelos —dijo Christian, alarmado—. Quédate aquí.

Al salir se arrepintió de no haberse puesto algo más que solo la camiseta, el frío le calaba los huesos. Aceleró sus pasos y al abrir la puerta vio a su padre sonriéndole. Sintió sus piernas flaquear y cayó de rodillas ante su padre, con lágrimas en los ojos.

—Padre —murmuró, tomando las piernas de su padre—. ¿Cómo sobreviviste?

Charly salió de la casa porque se sentía angustiada y no podía seguir esperando. Al entrar al área de entrenamiento vio a Christian arrodillado en la puerta y a su madre en ella. Charly sintió las lágrimas arder tras sus ojos.

—Mamita —llamó, caminando hacía ella con dificultad.

—¿Por qué nos llaman así? —preguntó Jayden a su hermano.

Ambos tenían las pupilas en una línea, como si fueran felinos.

—No lo sé. —Se asustó Jaylen, mirando a su prima y amigo arrodillados llorando—. Tus ojos parecen los de un gato.

—También los tuyos —dijo Jayden, preocupado—. ¿Será ese nuestro poder, que se arrodillen y lloren ante nosotros?

—Creo que es algo más —sugirió Jaylen, mirando como Charly mencionaba el nombre de su mamá y sonreía con lágrimas—. Creo que debemos de parar esto, concéntrate hermano —le dijo a Jayden —, Piensa en sacar toda esa energía que tienes dentro, mantén los ojos cerrados y guardemos la energía.

—No puedo —se alarmó Jayden —, me siento demasiado fuerte.

—Hazlo —repitió Jaylen, con fuerza.

Ambos cerraron los ojos y se concentraron en guardar sus poderes. Al abrir los ojos de nuevo pudieron ver que sus pupilas volvían a ser redondas y que los chicos los miraban perplejos.

—¡¿A dónde se fue?!, ¡¿dónde está mi padre?! —gritó Christian, desesperado y conmocionado.

—¿De qué hablas? —preguntó Jaylen.

—Mi mamá también estaba aquí —exclamó Charly, llorando—. Ella me dijo que me amaba.

—¿Qué les sucede? —preguntó Jayden asustado, al ver el comportamiento de ambos.

Tenían los ojos desorbitados, mirando a todas partes, intentando encontrar a sus padres.

—Jaylen tenemos que ayudarlos.

—¿Cómo, hermano? no sabemos si nosotros causamos eso —explicó Jaylen. —Christian, vamos adentro, para que puedas abrigarte o vas a enfermar. —Tomó del brazo a su amigo.

—Está bien —aceptó Christian, en estado de shock.

—Vamos, Charly —dijo Jayden, cargándola en sus brazos.

Ambos estaban en un estado neutral. Lucían como si alguien les hubiera drenado las energías.

—¿Te sientes bien? —preguntó Jayden, mientras entraban a la habitación de Charly y la recostaba en su cama.