Three Virgins [Changlix]

XXXIX

Toda la historia será narrada por la escritora.

ChangBin lo había dejado en la sala de espera mientras él estaba adentro de la oficina. Había niños en el comedor y su corazón se sintió raro cuando miró a un niño ciego comer con ayuda de una señora.

Su teléfono sonó lo que ocasionó bastantes miradas hacia él, nervioso respondió la llamada de sus amigos.

"¡Felix!"

"¡Lixie!"

"Hola, chicos", sonrió.

"¿Cómo has estado?", pregunta JeongIn amable.

"¿Le dijiste? ¿Terminaste con ChangBin? ¿Qué pasó?", JeongIn le miró mal haciendo una señal para que se calle.

Felix aún tenía miradas y la voz de sus amigos era fuerte así que se levantó caminando a las bancas de afuera. "Le dije sobre eso y no se molestó, dijo que el realmente ama a los niños pero tener uno no significa familia, que yo ya soy su familia y que si yo no quería un niño el no iba a insistir más en el tema"

"¡Ahhhh!", JeongIn se sintió feliz por su amigo.

"Eso fue muy dulce de su parte"

"Si, ahora estoy con él en un orfanato, está firmando contratos para ofrecer sus donaciones", sonrió.

"Que buen corazón tiene ChangBin, tienes a un gran hombre Felix", felicitó Yang.

"Otra cosa..."

"¿Qué?"

"¿Qué, qué?"

"Anoche yo perdí mi virginidad", el escándalo que se escucha a través del móvil lo hizo sonreír.

"¡No puede ser!"

"¡Felicidades!"

"No voy a entrar a detalle, ni siquiera lo piensen", advirtió divertido. "Voy a dejarlos, seguro ChangBin no tarda en salir, los quiero"

"¿Volverás pronto?"

"No lo creo, me encanta acá pero también ChangBin tiene que trabajar y yo cuidar de Winnie así que tal vez sea pronto", sonrió.

"Está bien, nos vemos, adiós"

"Bye!", colgaron.

Felix suspiró mirando a los niños jugar fútbol con gritos de felicidad, se levantó yendo adentro donde justo su hombre salía de la oficina.

"Agradezco de todo corazón su ayuda", dijo la directora.

"No es nada", sonrió. Felix fue a él tomando su mano.

"Fue un placer por fin conocerlo", sonrió.

"Lo mismo digo, puede llamarme si hay algo que resolver", la mujer asintió y se despidió, la pareja fue al auto, este era el segundo orfanato y ya tenían que volver a casa.

"Bin", habló bajando un poco el vidrio.

"Dime"

"Yo no sabía que en este orfanato también habían pequeños con discapacidades", dice tímido y un poco triste. "Realmente tienes un hermoso corazón, estoy contento de ver que ayudas a los niños sin ningún pero", sonrió.

"No tendría porqué poner peros", sonrió buscando su manita para entrelazarlas.

"Te amo", dijo y aprovechando el pequeño tráfico de caballos y autos besó al pelinegro.