24: Atardecer.

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El camino de regreso se le estaba haciendo pesado, Inko sentía que duró la mitad de su vida, hacia mucho tiempo no se enfrentaban a problemas graves.
Su mente divagaba tratando de hilar un posible responsable, pero no lograba atar cabos, se fatigo pensando y no halló un posible culpable.

-Querida debes descansar, aún falta para llegar yo estoy bien...-hablo Hizashi a su lado

-ah...tienes razón, es solo que no sabemos a quien nos enfrentamos, podríamos seguir en peligro y...-

-shh, deja de preocuparte yo me encargo...- la interrumpió haciendo que está recargara su cabeza en su hombro.

-mmm, por suerte estás bien...-

Hizashi trago saliva.

-si...estamos bien-

Claro que estaban bien, pero Hizashi estaba aterrado que su secreto fuese descubierto pues sabía que no sería sencillo que su esposa lo perdonará, eso era incluso imposible.

Al llegar a su territorio, Inko logro sentir algo de tranquilidad pero no lograba estar bien del todo, ordenó a algunos guardias investigar si algún habitante de otro reino había ido a la ciudad, si quería averiguar quién había intentado atentar contra ellos, primero debía buscar sospechosos.

Sus búsquedas dieron resultados, habían encontrado algunos nombres de aquellos que poseían magia y por ende eran sospechosos, mando encarcelados para interrogarlos, pero estos se habían suicidado justo un momento antes de que los atraparán lo único que encontraron había sido una nota que la dejo aún más inquieta

"Un imperio creado con trucos y traición, cae de la misma forma..."

Con eso Inko comenzó a acumular estrés su esposo que había caído enfermo, estaba pálido y no se alimentaba bien, era muy deprimente debido a lo que les estaba ocurriendo, ella concluyo que Hizashi al igual que ella estaba preocupada de que iniciará una disputa entre un reino vecino, no estaban preparados para eso, sería su completo fin.

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Izuku despertó algo temprano no era la hora del desayuno, pero los sirvientes del castillo ya se encontraban realizando sus deberes, se levantó y se arregló para salir dirigiéndose a la biblioteca.

Izuku estuvo en la biblioteca mucho tiempo ni siquiera estaba leyendo algo en particular, solo leía los títulos y temas, temas que no conocía y solo sabía de su existencia hacia apenas unos días.
Muchos le llamaban la atención sobre todo aquellos que se encontraban en un idioma distinto, se veían viejos y eso a Izuku le daba curiosidad mucha curiosidad.

Su búsqueda se vio interrumpida por una chica que lo llamo a desayunar.

-si alteza, el desayuno ya está servido...-

-si, gracias...-

Izuku se dirigió al comedor algo pensativo, pues si esos libros estaban ahí era porque el idioma existió o aún lo usaban, Izuku se sentía como un pequeño niño que apenas empezaba a conocer el mundo donde vivía, y eso era verdad pues sus padres lo sobreprotegían y no lo dejaban salir ni siquiera con ellos, en realidad no salía más allá del patio.

-oh, Izuku ven siéntate...-

Izuku acato la orden y se sentó junto a Katsuki, su plato ya estaba ahí, Izuku miro a Katsuki este lo miro de igual manera unos segundos y puso su atención en Mitsuki.

-Buenos días...-murmuro Katsuki

-Buenos días- contesto de regreso

-Bueno ahora que estamos juntos les diré, Masaru llegará mañana, solo eso es lo que falta pasado mañana será su ceremonia de compromiso... Ya va ser oficial, su boda puede esperar lo que gusten, pero el compromiso no, ya hay especulaciones...uh...extrañas en el pueblo y no podemos permitir eso -

Katsuki asintió y estuvo de acuerdo, el había escuchado algo de eso y si que volaban con sus chismes y rumores.

Izuku por su parte solo asintió no le agradaba la idea, pero no tenía opción tampoco.

Almorzaron juntos y después katsuki se fue (como siempre) junto a su madre a encargarse de los asuntos del pueblo, militares etc.
Izuku no hacía nada distinto que cuando estaba en su hogar y eso lo entristecía pues aunque ahora tenía el conocimiento de cosas que antes no en esos momentos nada había cambiado.

Cuando el atardecer comenzó a verse Izuku se asomó a la gran ventanal maravillado el sol ocultándose entre los árboles hacia que se vieran hermosos conforme el sol se ocultaba, se quedó ahí hasta que oscureció completamente.

La puerta de la biblioteca se abrió y Katsuki lo abrazo por la cintura y apoyo su cabeza en su hombro, Izuku se tenso, no le gustaba que lo tocará de repente.

-Izu...-lo escucho decir con la voz un poco baja y suave

-eh...Kats-Katsuki...-

-Katsuki, no, no soy katsuki...- contestó apretando más el abrazo

Izuku se relajó al instante, no tenía miedo de Katsuki, pero lo ponía nervioso era muy amenazador se veía intimidante.

-oh, go-gogo san...- lo saludo Izuku.

Gogó sonrió y se frotó contra su mejilla.

-si, soy yo...-

Izuku se dejó hacer, no le molestaba el contacto físico con Gogó, tal vez se debía a la amabilidad y suavidad con la que esté lo trataba era extraño pero Izuku se sentía agusto estando así, como si algo en su interior estuviera por fin en paz, era un alivio que no podía expresar y que inconscientemente le agradaba, lo hacía sentir bien.

-ya quería estar contigo...te extrañe tanto - murmuró gogó girándolo para abrazarlo con mas fuerza, Gogó olfateaba su cabello mientras cerraba los ojos.

Izuku incluso llegó a sentir un piquete en el pecho, pues Gogó enserio se comportaba como si hubiera estado lejos de él por muchos años, cuando recién lo había conocido y no solo eso, se habían visto apenas  unos días atrás.

























Gracias por leer.



Hola chic@s tanto tiempo, perdonen la demora y gracias por seguir aquí esperando, trataré de actualizar ya más seguido.🙏✨

El capítulo no lo he editado, así que perdonen los errores.

El Omega Del Rey LicantropoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora