Cinco años después, la era del Despertar azota con fuerza. Este evento marca el fin del tormento de Gamba, la enigmática mujer vinculada a una deidad inexplicable que yace bajo la tierra. Aunque derrotada por la temible catana roja, su muerte no tra...
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Sus ojos se abrieron con sorpresa, notando la inesperada venida de esta, al igual que el golpe proporcionado alejándolo del gobernador. A pesar de sus tropiezos él seguía de pie, la barrera en sí se había vuelto añicos para cuando el cuerpo de Gemma se estampó en el contrario solo para poder detener la acción, si se quedaba observando un poco más, quizás Gényus no estaría respirando ahora.
El cuerpo de Galder se erizó. Esa voz tan profunda y llena de ira invadió sus oídos.
—Pero miren quién ha llegado...—Galder no podía estar más feliz—. ¡Mi querida hermanita! —Dijo a gran voz deshaciéndose por completo de su suéter— esta vez sí me pondré un poco loco. —Gemma sintió su piel erizarse, algo dentro de su hermano le causaba repelús—Anhelé este día con tanto ímpetu, ¡Al fin! ¡Padre e hija!, unidos para destruirme...
Cubrió la zona de un aura oscura, demasiado peligrosa. Gemma sacó a flote ambas armas, el filo de una quinta hoja se asomó en el mismo, puede que no esté al nivel de poder de Galder, pero, puede dar una batalla considerable. Galder siseó:
—Debo traerlo aquí...
El espacio de sombras que se extendió a cada extremo del bosque solo daba un llamado, esto da a conocer que el recinto se llenó de diablos inferiores alrededor de todos, a pesar de que son una cantidad considerable, no debe fiarse, quién sabe y que otra cosa puede invocar mientras estén luchando.
—Gemma...—Escucho la voz de Gus aproximarse, la chica le miro de reojo—. Es un gusto volver a verte.
—¿Por qué dejaste que lo hiciera? Esta viejo y no tiene un buen estado para ello. —se quejó con su guardián.
—Vaya, cómo subestiman al gobernador. —expresó Gényus deshaciéndose de las llamas, a lo que Gemma continuó:
—Confinarlo no sería suficiente, para poder hacerlo, con Jaén tuve que implementar el poder de la catana de Mena, de no ser eso, estaría con un pie en el infierno...—dijo sin sostenerlo más en su interior, ocasionando que los Groover presentes quedasen perplejos.
—¿He de decir que tú...? —Gényus, él guardó silencio.
Gus le miraba desde atrás con una sonrisa, y aunque Gemma no lo notará, estaba orgulloso de que haya ejecutado a la perfección aquel confinamiento sin tener heridas algunas.
—No te creas, tengo dolor hasta en el ano de estar aquí parada. No siento la mitad de mi cuerpo debido a eso, aun así... Escuche que un anciano estaba llorando, mil disculpas por hacer este tipo de labores sociales.
Gemma se giró para encontrarse con la mirada de Gényus, tragó en seco al notar su estado, aun así, él se pudo de pie.
—¿Qué consideras que estás haciendo? —La chica observó de lleno al hombre a su lado, a pesar de que el cuerpo entero este con heridas de gravedad, no permitiría darle la victoria a su hijo.
—Esto es un asunto de familia, hay que cortarlo de raíz. —menciona Gényus. Gus comenzó a caminar en retroceso—. ¿A dónde piensas que vas? Dije que es un asunto de familia.
—Aunque quiera, gaste todo lo que tenía en la barrera. —se excusó el chico, Gemma bufo. Gus es flojo para la batalla, pero eso no quita que es alguien que podría darle una buena paliza a cualquier demonio o diablo.
—¿Te haces llamar mi maestro? —cuestiona Gemma persuadiéndolo.
La función estaba por iniciar y ella no dejaría que ande de esto fuese sencillo para él.
Aunque su hermano es una espina en el trasero, siente que es peor combatir con él que dos diablos. Su cuerpo a primera rodó, de no ser porque Yaám se había interpuesto de seguro, terminaría rompiendo unos veinte árboles de aquel bosque.
—¿Qué pasa rojita?, ¿no puedes moverte? —La piel de Gemma se erizó por completo al sentir la cercanía que Yaám mantuvo; casi hablándole cerca de su nuca.
—Prefiero que te ahorres los comentarios.
—¿Dónde está Tova?
—Se quedó en la ciudad con Sonne.
—Eso suena bien.
—¿Y tú?, ¿viniste de excursión? —A pesar de que sus prendas estuviesen todas rasgadas y su cuerpo lastimado por los diferentes golpes brindados. Gemma hizo un comentario como ese—. Se mantiene en una pieza, no me sirve.
—De hecho, le corté un brazo. —admitió Yaám.
—Eso suena peligroso. —dijo con esa sonrisa lasciva—. Pero no es tiempo para calentarse, debo cortar los otros aportes, ni creas que te lo perdonaré.
Poseen inteligencia propia y esto es un caos porque Galder había aumentado aquello con el cambio en la atmósfera. Esto ya comienza a ser un caos porque Galder había aumentado aquello con el cambio en la atmósfera.
—¿Qué?, ¿Q-Que es esto? —musitó Yaám sintiendo cómo su cuerpo se paralizó en cuestión de segundos, es como si la naturaleza le estuviese trasmitiendo lo terrible, y lo que estaba percibiendo ahora no era para nada bueno.
De momento sintió punzadas en su corazón, se aproximaban, el ambiente sin duda estaba empeorando y él junto al cambio de clima.
—Levántate basura humana.
Aquel dialecto era incomprensible, una mezcla de bestia y diablo se encontraba de pie frente a él, y por un simple descuido fue pisoteado por el mismo. Es como si el aura le indicará lo que sucedía a las lejanas tierras de Kamphra.
El escudo creado fue destruido en un abrir y cerrar de ojos, Yaám de por sí comenzaba a perder la concentración y esto no sería para nada bueno. De nueva cuenta, aquella arma salió a relucir ante los diablos, si bien sintió un par de golpes antes, pero, no sé había percatado de la cantidad con la que tiene que lugar ahora.
Para evitar que lo condenaran, prefería dejar el campo de batalla y dirigirse a Gemma, aquello era una equivocación, esto es un error y estaban al borde de cometer la peor de las locuras, Yaám no pensó que esto sería complicado.
—Te estoy hablando. —Era un poco difícil comprender el idioma de los demonios, primera, no sabía si le estaba insultando, segundo, ¿por qué carajos hablan un dialecto distinto? — Eres el único que no puede irrumpir, de hecho, necesitamos que sigas con vida.
Yaám observó de reojo aquel diablo, su cuerpo fue elevado con un solo empuje de su puño, llevándolo lejos del centro.
En un punto diferente, Gemma parecía no contar con grandes fuerzas.