34 • Perdón

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Pedir perdón nunca es sencillo, sobre todo cuando sabes perfectamente que el error es tuyo. Aún así, cuando se trata de alguien tan importante para ti, no te importa admitir y reconocer que eres un completo idiota, no te importa mover el mundo entero, quieres mejorar y quieres arreglarlo, porque quieres pasar tu miserable vida junto a alguien que la hace mucho menos difícil, mucho menos patética.

Jungkook lo tiene muy claro, humilló a Jimin, no lo escuchó, le habló de una manera totalmente grosera, le habló desde el egoísmo, desde el sentimiento más oscuro de sus ser, desde el enojo. Le deseó cosas increíblemente malas, y al final, nunca fue su culpa todo lo sucedido.

Jimin pasó por muchas situaciones en su ausencia: la fuerte carga de trabajo que él le dejó, interrumpiendo sus horas de sueño, sus horas de comida, pudo haberse enfermado. Le robaron su celular, lo drogaron y le tomaron fotos explícitas sin su consentimiento, y sin mencionar el secuestro e intento de abuso sexual por parte de su padrastro. Y Jungkook llegó sin pedir explicación alguna, simplemente trató a Jimin como su fuera lo peor y dio por terminada su relación, sin nada más, teniendo en cuenta que Jackson desde un principio tuvo malas intenciones hacia la pareja, Jungkook ni siquiera se puso a reflexionar que Jackson pudo haber planeado estratégicamente algo para separlos, era obvio, pero el enojo y tristeza lo cegaron por completo, dejando de lado lo evidente y prefiriendo acabar con la confianza que se supone tenían.

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La mañana llegó.

Jungkook se removió en su cama sin querer levantarse nunca, quería undirse en su cama y dormir por mucho tiempo, abrazado al cuerpo de aquel tierno rubio, pero ahí estaba el problema, que no lo tenía, y todo por no haberlo escuchado tan sólo un minuto, y por haber terminado su relación sin pensar.

Abrió los ojos y observó al techo, como si ahí se encontraran todas las respuestas.
Tiró de su cabello con frustración y gruñó

Extrañaba a Jimin.

Entre quejas y muecas de culpabilidad, logró pararse de su cama para tomar una fría ducha y relajar sus músculos tensos.
Se vistió sin mucho esfuerzo y salió al súper para hacer compras, pero no compras para él, sino, compras para Jimin, o más bien para su alacena que estaba casi vacía.

Tomó uno de los carritos y caminó por todos los pasillos, escogiendo comida, bebidas y por qué no, algunas frituras y dulces.
Sonrió al agarrar entre sus manos aquellas gomitas que tanto ama el rubio. Después se dirigió a caja y pagó todo.

Subió las compras al carro y condució hasta la casa de Jimin. Sabía gracias a algunos trabajadores que Jimin no iría a la empresa, estaba controlando todo desde su casa y había cancelado la única Junta que tenían ese día.

...

Por otro lado Jimin, todavía seguía metido en las cobijas de su cama, si bien ya darían las doce del medio día, Jimin no tenía ganas de siquiera desayunar.
Pero su perezoso descanso se vio interrumpido por el timbre de la puerta, el cuál sonó un par de veces.

Suspiró con pereza y se levantó a duras penas de su cómoda cama, para bajar las escaleras y abrir la puerta, llevándose una increíble sorpresa al conectar su mirada con la de sierto pelinegro, el cual, lo tenía muy molesto aún.

—¿que haces aquí? — su voz sale fría y directa.

— Sabía que estarías aún en pijama —murmuró con una sonrisa boba y Jimin alzó una ceja — Traje algunas cosas para tu alacena. — Jimin frunció el ceño.

— No es necesario, gracias —intentó cerrarle la puerta en la cara, pero la fuerte mano de Jungkook fue más rápida.

— Espera. —abrió la puerta de nuevo —dejame hacerlo, por favor. —lo miró con los ojos de un cachorrito.

— Bien —dijo como si nada, dejando pasar a un sonriente Jungkook.

Dejó las cosas en la cocina, acomodó algunas en los gabinetes y otras las dejó afuera colocandolas cerca.
Jimin entró a la cosina con su cartera en su mano y se detuvo frente a Jungkook.

—¿Cuanto pagaste por todo esto?

—¿Acaso te he pedido dinero?  —Jungkook se sentía ofendido.

—No me gusta deber nada a nadie.

— No lo haces, yo lo hice por que quise.

—Mira Jeon, si crees que esto va a cambiar mi opinión respecto a lo de ayer, no es así, pierdes tu tiempo, ya vete.

Jungkook suspiró —No me digas Jeon. Y esto no es por lo ayer, es por que quiero asegurarme de que comas bien. Siempre y cuando se trate de ti, no es tiempo perdido para mi.

Jimin lo fulminó con la mirada
— No eres mi mamá, si como o no, no es problema tuyo ¿desde cuando volviste a preocuparte por mi?

—No digas eso, Jimin. Una cosa es lo que te dije estando enojado y otra muy distinta es lo que sentía, aún así estuviera decepcionado de ti, aún así el amor no se va de la noche a la mañana, obviamente que sigo amandote y que me sigo preocupando por ti.

Jimin dejó de mirarlo, se sentía débil.
— Si pero dejaste que tu coraje fuera más fuerte que nuestro amor.

—Ya lo se, no necesitas repetirmelo, pero así como ahora me pongo en tus zapatos, quiero que te pongas en los míos, si te hubieran mandado fotos de ese tipo, de mi con alguien más ¿como reaccionarias? —Jimin no respondió — Fue mi error, lo acepto, fue el error más grande de mi vida pero, ahora lo sé y quiero arreglarlo, por favor perdóname ¿si? inténtalo.  —se acercó al rubio pero éste retrocedió con una lágrima en su mejilla.

— Me humillaste.... — Jungkook sintió una punzada en su pecho —me deseaste lo peor que se te ocurrió, me dejaste en el suelo de rodillas cuando te pedí perdón — Las lágrimas resbalan con más velocidad
—  Dudé por un momento de mi mismo, te dije que no recordaba nada y no me creíste ¿Sabes cuanto dolor sentí?

—P-perdón. — Jungkook también lloraba
— Todo se puse gris de repente, no podía pensar en otra cosa que no fuera mi dolor.

— Me pediste que confiara en ti — Golpeó el pecho de Jeon — Y tú no confiaste en mi, ni siquiera un poco.

— Se que no. Pero todo era tan evidente, tu no contestabas, Yoongi me decía que Jackson todo el tiempo te enviaba regalos y aunque yo no comprendía por que no me lo habías contado, traté de pensar que solo lo tenías bajo control y no era algo por lo que debía preocuparme, confíe en ti en ese momento, ese momento en el que con suerte me decías buenas noches.

— Yo no recibí un regalo jamás.

— Ahora lo sé, ninguno de los dos sabíamos que Yoongi nos jugara en contra de esta manera, pero así fue. Y luego las fotos, sus comentarios que encajaban perfectamente con tus acciones anteriores, y todo parecía tan real que me volví loco de la rabia y la tristeza, me dolió mucho imaginarte...

— ¡Eso no pasó!

—Y ahora lo sé.

— Pero sigue doliendo que alguién más te lo tuvo que decir, en lugar de que intentaras creerme o al menos escucharme a mi. Yo era tu novio.

—Por eso te pido perdón Jimin, de verdad te amo como nunca he amado a nadie —se acercó y acarició la mejilla de Jimin — Ahora sé que antes que otra persona estás tú , que tengo que escucharte y creerte, que hay mucha gente mala que por alguna razón nos quiere separar. Pero eso no importa, porque quiero amarte, quiero confiar en ti ciegamente, quiero que nuestra confianza no se pueda romper, jamás.

— Jungkook..

— Sé que podría vivir sin ti, pero no quiero hacerlo. Yo lo sé Jimin, yo sé que tu deseas una vida junto a mi, así como yo también lo he soñado tantas veces. —tomó sus dos manos entre las suyas —Y por eso, estoy dispuesto a todo con tal de que me perdones y me des otra oportunidad, para demostrarte que podemos aprender juntos y tener un relación mucho más fuerte. Solo dime ¿qué tengo que hacer para tener otra oportunidad contigo?

Jimin lo pensó un momento.
Al final él también deseaba darse una oportunidad con Jungkook. Junto a el era muy feliz,  estando con él su vida mejoró en todos los sentidos.
Sobre aquella balanza del bien y el mal, las acciones e intenciones de Jungkook se inclinaban hacia el amor y la felicidad, hacia el lado lleno de luz.

— Hay algo. — Jungkook sonrió.

Soft Spot.   [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora