whore? ˢˡᵃˢʰᵉʳˢ

second act

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obscene.
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stuart fue el hombre más feliz que haya pisado la tierra durante todo el día escolar. su amada lo había reconocido desde la lejanía, comenzó una corta presentación seguido de una amigable y amena conversación que para ella no significa la gran cosa, al contrario que stu que para él ese pequeño gesto era la más obvia representación de su interés hacia su persona. el simple hecho de acercarse y darse a conocer formalmente pero al mismo tiempo con una casualidad incomparable era un escenario imposible de vivir para stuart, pero gracias a billy ese escenario de ensueño se cumplió de una manera tan dulce y digna de haber sido hecho por su amada.

el resto del día era ella la protagonista de todo tipo de pensamientos, desde los más lindos y azucarados hasta los más perversos y degenerados, por más que él quisiera detener esos pequeños flasheos de él mismo arrebatando con violencia la vida de ella no podía, cuando lo intentaba la escena se tornaba aún más repugnante, imágenes donde se encontraba en una posición de poder absoluto mientras que su linda enamorada estaba tan humillada. la mente de stu era un laberinto que parecía expandirse cada vez más pero llegaba siempre a la misma conclusión, ella, da igual si se trata de algo positivo o por el contrario algo tan negativo que llegaría a intimidar y asquear incluso a billy.

hablando del rey de roma...

― viejo, ¿que tan necesitado de amor tienes que estar como para interesante en esa zorra?. ― preguntó malicioso.
― no hables así de ella. por favor.  últimamente ha estado “rebelde”, según billy. este último día no hizo más que ignorarlo cruelmente, tanto que hasta se tornó algo agobiante para él. un sentimiento de celos se coló por su corazón marchito, “¿ahora le importa más ella que yo?”, pensó billy, “no por mucho”, sentenció ahora sustituyendo ese sentimiento ridículo por uno con el cual estaba más acostumbrado, con el frenesí.

el teléfono sonó. extrañamente se trataba del teléfono de casa, ese el cual nunca reciben llamadas de no ser que sean trabajadores vendiendo algún producto innecesario o en los casos más graciosos, algún falso  extorsionador con el objetivo de sacar algo de dinero fácil. la joven se acercó a contestar esperando fastidiar con alguna de las opciones anteriores.

― ¿hola?. ― habló sin prestar un mínimo de atención. al otro lado del teléfono, los ojos de billy se agrandaron de una forma casi caricaturesco, al igual que sus pupilas se dilataban como si estuviese en algún viaje de drogas. de inmediato respondió con algunas risas ya contenidas desde hace un rato. esta acción tan común tomó toda la atención de la joven no dada hacia la llamada. esta extraña tonalidad vocal era sorprendente bizarra, tanto que un escalofrío la bañó por completo y sus labios se sellaron cuál velcro en una mueca infeliz.
― comeré tu rosada vagina de cerdo... ― soltó sin tapujos. un remolino de náuseas se presentó en el estómago de la muchacha. ya tenía suficiente de las personas en la escuela, y ¿ahora se atreven a llamar a su propio hogar?. las náuseas se transformaron en indignación.
― ¿perdón?.
― eyaculare sobre ti, sobre tu cuerpo destruido. te destruiré. ― continúo hablando sandeces acompañadas de un grito tan desgarrador que juraría que se rasgó sus cuerdas vocales. eso fue suficiente como para dar terminada la llamada sucia.
― imbécil...

billy lenz mantenía la mirada más atenta posible como un alcon desde arriba. observando la figura tan femenina de su próxima víctima desafortunada. esa chica lo mantuvo ligeramente cautivado, o más bien excitado. [T/N] tenía que usar menos seguido faldas cortas.

para representar a billy lenz usare a este sujeto: