*Castillo de Wivern*
Leo caminaba ansioso, pero muy ansioso por los pasillos del castillo de aquel vampiro que parece personaje de algún juego de fantasía oscura.
Se frotaba las manos y repasaba una y otra, y otra vez, las líneas que le había dado Cáncer hace un rato, en ese papel estaba lo que tenía decirle a Helios, luego recordó la conversación que tuvo con su amigo de toda la vida.
Flashback.
- Ten, esto es lo que tienes que decirle a Helios.- dijo y le entrego una nota.- Memoriza todo esto y procura hacerlo bien, si titubeas por un momento, se dará cuenta y todo lo que tenemos planeado se ira al caño, ¿entendiste?
- Si, si...- respondió asintiendo y agarro el papel, le dió un vistazo.- ¿Quieres que me aprenda el maldito testamento o qué? Esta muy largo...- se quejo cuando leyó todo lo que tenia que memorizar.
- Vamos, no será tan difícil para ti, actúas muy bien, solo haz lo que mejor sabes hacer y listo, lo engañaras fácilmente.
- ¿Gracias?- agradeció no muy seguro.
- De nada.- respondió con una sonrisa y le coloco su mano en el hombro, y se acerco un poco hasta estar a escasos centímetros de su cara.- Mas te vale hacerlo tan bien, que te podrías ganar un premio por la mejor actuación, porque si fracasas, yo mismo te matare.- le dijo con una mirada aterradora y voz profunda, haciendo que el otro se pusiera nervioso.
- Vale, está bien, no hay necesidad que vengas con amenazas, ahora aléjate, que parece que me vas a dar un beso o algo.- aparto su mano y se alejo del pelinegro.- Ya, anda vete, yo me encargo de todo.
- Eso espero.
- Ten fe, hermano, ten fe.
Fin de Flashback.
- Le dije que me tuviera fe, y ni yo me tengo fe a mi mismo...- soltó muy nervioso, suspiro pesadamente cuando estuvo en frente de la puerta de la habitación de Helios.- Bueno... Es ahora o nunca...- dijo antes de tocar la puerta.
- ¿Quién se atreve a molestarme?- se escucho del otro lado una voz molesta.
- Soy yo, Leo... Tengo información que te puede interesar.
- ... Pasa.
Leo abrió la puerta lentamente y asomo primero la cabeza, allí vió a Helios sentado en un sillón tomando algo de una taza.
- ¿Por qué te quedas allí parado? Pasa con confianza, que no te voy a morder.- hablo soltando una risa y le dió un sorbo a la taza.
- "Eres como una maldita hiena, es obvio que me vas a morder, imbécil."- soltó aquel pensamiento y entro en la habitación, se acerco hasta estar frente a frente.
- ¿Y bien? ¿Qué es lo que tienes?
- Cáncer me contó que planeaba junto con los Licántropos un ataque hacia el castillo.
- ¿Qué?- casi se atraganta con la bebida debido a la sorpresa.- ¿De verdad?
- Así es, un grupo de Licántropos, junto con el mismísimo Piscis al mando, se instalarán en un valle cercano dentro de una semana y atacaran cuando estemos con la guardia baja.
- Interesante... Muy interesante.- dejo la taza a un lado y se levanto del sillón.- ¿Me estas contando la verdad, no?- se acerco a Leo.- Porque si me mientes, no solo tú, sino también tu lindo cachorro morirán por mis propias manos, ¿lo entiendes, no?
- Si, lo entiendo perfectamente y por eso le digo la verdad.
El de ojos verdes miro fijamente a los ojos del contrario, como si confirmara que estuviera diciendo la verdad y nada mas que la verdad.
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Enamorado del enemigo. (Zodiaco Gay).
RandomCuatro tribus, cada una con su propio enemigo. Los guardianes de cada mortal, los Ángeles. Los seres que viven del pecado, los Demonios. Los que viven de la sangre humana, los Vampiros. Los que muestran su verdadero ser a la luna, los Licántropos. D...