Capítulo 4: El nuevo Hyrule

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Cuando Link despertó sintió cierta nostalgia, fue como cuando despertó en el santuario de la vida.

El guerrero se levantó reconociendo que estaba en aquel lugar dónde estaba el espejos del crepúsculo, pero ahora este no estaba.

—¿Y ahora dónde estamos? — Link escuchó la voz de Link?

Link caminó hacia la cueva que lo llevaría a la salida, notando que algo había cambiado en el desierto de la región gerudo… hacía frío incluso siendo de día.

—¿Esto es… el desierto? — Link? sonó dolido por algún motivo.

Link miró a su alrededor buscando a Zelda o a Riju pero no había nadie… intentó silbar para atraer a su yegua pero nadie fue en su ayuda.

—¿Eres cercano a una gerudo? Ja, tiene sentido ya que soy tu antepasado — Link? ahora compartía recuerdos con Link —Y esa princesita malcriada también… — Link gruñó por eso último.

Link tuvo que caminar por el desierto hasta que finalmente llegó a las puertas de la aldea gerudo.

—Ohh ningún lugar como el hogar — Link? suspiró con un atisbo de alegría, pero Link empezó a pasar la aldea de largo —¡Oye ¿Qué haces!? — Link recordó que se había tenido que vestir de mujer haciendo que Link? tenga un escalofrío —Oh…

En la noche Link llegó a una posada donde se quedó a dormir…

—Algo raro está sucediendo ¿No es así? — Link? murmuró.

—Algo… — Link respondió en un suspiro.

La noche pasó sin más pero en la mañana un agudo ruido despertó.

—¡TODOS DESPIERTEN! — una voz aguda acompañada de unas pisadas metálicas se escucharon en toda la posada.

Link abrió sus ojos y velozmente tomó la Master Sword y bajó a la planta baja de la posada.

—¿Hm? No te intentes hacer el héroe — el portador de la misma voz de antes miró a Link.

Era un caballero pequeño con una armadura negra.

—¡Ahora, todos entreguen su dinero por el país!

—¿País? — Link? se despertó bostezando —¿Me dejas salir…? ASÍ PUEDO DESCUARTIZARLO.

—Bien, roben todo — el hombre llamó a otras 2 personas que empezaron quitarle las pertenencias más valiosas a cada una de las personas.

—No les haremos daño — replicó uno de los compañeros, parecía ser mujer.

—Aunque si se resistan… — el otro río.

—Ese último es de mi tipo — rió Link? —Deja vivo a ese.

Link miró su espada, dudando entre lanzarse o soltar el arma…

—Ve y matalos — Link? sonó como un susurro manipulador.

El héroe se lanzó contra el líder de los bandidos y lanzó un corte pero lo detuvo a medio camino…

—No…

—¿Me intentas atacar? — el hombre sacó su propia espada con la que atravesó el pecho de Link —Morirás por este país.

—¡Eres un blandengue! — Link? gritó.

En ese momento una flecha se clavó en la pierna del tipo.

—¡Traidores del reino, el regimiento de liberación de Hyrule viene a acabar con ustedes! — era un grupo de caballeros dirigidos por una mujer con ropas de todo menos de caballero.

—¡Ustedes, malditos! — el otro hombre de los de armadura negra miró al gran ejército

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—¡Ustedes, malditos! — el otro hombre de los de armadura negra miró al gran ejército.

— Entréguense y no serán asesinados.

—¿Que está sucediendo? — Link y Link? coincidieron.

—¡ARQUEROS! — la mujer levantó su brazo —¡FUEGO A DISCRECIÓN!

Las líneas traseras de la caballería cargaban arcos con los que empezaron a disparar flechas hacia el par.

—No se preocupen, nuestras armaduras aguantarán — el líder del trío de asaltantes rió.

Alguna de las flechas rebotaron en las armaduras pero otras perforaron la protección… el cuello era el punto débil de la armadura… y una flecha atravesó el cuello del segundo hombre.

—¡No puede ser! — la chica se impresionó.

—Calmate, respira — el jefe recomendó.

—¡No puede ser no puede ser no puede ser no puede ser no puede ser! — la chica se quitó su casco.

Era una chica de cabello marrón que a Link le dió un aire de nostalgia, igual que cuando vió a Midna en el reino del crepúsculo.

Una flecha iba directo contra el rostro de la chica por lo que ella se aterrorizó… pero la Master Sword de Link la cortó antes de que llegue a su destino.

—¿Eh? — la chica vió sorprendida al joven.

—¿Esa ropa es de…? — la que lideraba la caballería se sorprendió —¡ALTO AL FUEGO!

Link y los dos asaltadores miraron hacia el pelotón que estaba fuera de la posada.

—Una camisa azul con bordados blancos, ojos azules y una melena rubia… DIME¿Acaso tú eres el héroe, Link?

—¿El… héroe? — la chica de los aparentes bandidos miró a Link.

Link gruñó haciendo que la chica de pelotón se muestre sorprendida.

—¡LA PRINCESA TE HA ESTADO BUSCANDO! — la chica gritó.

—¿Zelda…? — Link murmuró.

—¡DESPUÉS DE TODO, HAN PASADO 3 AÑOS!

—¿¡3 AÑOS!? — Link? se espantó —¿¡PERO CUÁNTO TIEMPO ESTUVISTE EN EL REINO DEL CREPÚSCULO!?

—¡MALON LLÉVATE AL HÉROE Y EXPLÍCALE TODO!! — el líder salió corriendo hacia delante.

—¿Eh? ¿¡EH!? — la chica tembló.

—¡MATENLO! — la mujer que lideraba a los caballeros le único.

—Ya vete niña… — el dueño de la posada le habló —Entendemos su situación… no revelaremos su nombre.

—… — Malon miró al suelo —¡Muchísimas gracias!

Ella tomó la mano de Link y salió corriendo.

—¿Ma…lon? — Link? le provocó un escalofrío a Link.

Continuará

El siguiente capítulo será: Malon del rancho Lon Lon

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