Epílogo: el auror y la profesora

134 2 0
                                    

El auror dormía tranquilo en una de las salas del hospital de San Mungo, mientras Lally se sentaba al lado de su cama, leyendo en silencio. Newt y Albus se habían retirado a un rincón de la misma, para no molestarle a él, ni a ninguno de los enfermos de aquel pabellón.

- Theseus se pondrá bien - le explicaba el magizoologo a su tío, en voz baja y algo incómodo. - Los sanadores han dicho que debe pasar unos días aquí, pero que no le quedarán secuelas.
- Gracias a Merlín - contestó el profesor, con evidente alivio. - Si tu hermano le hubiese pasado algo por mi culpa nunca me lo hubiese perdonado.

Newt suspiró y le puso una mano en el hombro, consolándole.

- Ésto no ha sido culpa tuya, Albus - le dijo. - Al menos ésto no - en la voz del joven había cierto reproche, que Dumbledore aceptó sin rechistar.
- Aún así, debería haber sido yo quien entrara en Nurmengard desde el principio; es lo que Gellert quería - añadió con una sonrisa triste.
- Aún estás enamorado de él, ¿no es así? - Le preguntó con una ligera sonrisa comprensiva.
- Nunca dejaré de estarlo - contestó Albus, mirando hacia otro lado. - Pero por esa misma razón, sé que tengo que detenerlo por mucho que me duela.

Newt asintió mirando un momento hacia su hermano y luego volvió a mirar al profesor; a quien se notaba agotado y agobiado.

- Albus - le dijo, para captar su atención. - Entiendo porqué lo hiciste. - Albus levantó la mirada, sorprendido por las palabras de Newt, mientras el joven continuaba su discurso. - Siempre quisiste protegerme y hubieras protegido a Credence si hubieras sabido que estaba vivo; sin embargo, creo, y no es un reproche, que deberías habermelo dicho mucho... mucho antes... nos... nos habríamos ahorrado muchos problemas.

El profesor sonrió un poco ante las palabras de su sobrino, quien había adoptado un tono divertido al final.

- Ah... Newt... ¿cuándo te volviste tan sabio? - Le preguntó orgulloso de él.
- Quizá lo he sacado de mi importante tío - bromeó el joven, llamándolo por aquel apelativo por primera vez; Albus se emocionó al oírlo. - Aunque no esperes que te llame tío Albus, sería demasiado raro - sonrió algo avergonzado, a lo que el profesor le devolvió la sonrisa, transmitiendole que no tenía importancia.

Unos días después, Theseus seguía en la cama del hospital; su expresión era de fastidio y frustración, puesto que ya se encontraba mucho mejor, pero no le daban el alta, ni tampoco ni siquiera le permitían dejar la cama.

- Grindelwald te torturó hasta casi matarte, Theseus - le decía Lally, exasperada por su terquedad. - Haz caso y descansa unos días más.
- Soy el Director de Seguridad Mágica y antes era el Director de la Oficina de Aurores - protestó el auror, molesto y obcecado. - Nos entrenan para soportar la tortura.

Lally puso los ojos en blanco ante la enésima repetición de que era un auror y que estaba entrenado para eso.

- Serás un auror, cariño - le dijo, acallándole con un pequeño beso en los labios. - Pero sigues siendo un humano y el peor enfermo que he visto en mi vida.
- Mi hermano es mucho peor enfermo que yo - volvió a protestar Theseus, entre enfurruñado y encantado por los cuidados de la profesora.
- Lo sé, te recuerdo que Tina y yo lo cuidamos cuando estaba resfriado - sonrió Lally, arropandolo con las mantas. - Si se te ocurre levantarte de la cama, te ato, mi amor.

Justo en el momento, Newt entraba con la puerta y oyó las últimas palabras de la profesora, dichas en un tono tremendamente seductor. Los dos hermanos se sonrojaron intensamente.

- ¡LALLY! - Exclamaron a la vez; la chica de echó a reír.
- Buenos días, Newt - dijo ella entre risas. - Dejaría que me relevaras, si supiera que no te iba a convencer de que le dejaras levantarse. Eres un blandito.
- No soy un blandito - protestó el magizoologo. - Ve a dormir, Lally, yo me quedo un rato con él. No te preocupes, no dejaré que se levante.

La profesora se puso en pie y fue hacia el joven.

- Está bien, confío en ti, Newt - le dijo con tono de advertencia y le apuntó con la varita de forma juguetona - pero como vuelva y me encuentre que Theseus está fuera de la cama, los dos lo pagareis.

Tras aquellas últimas palabras de advertencia, la joven salió de la sala, dejando solos a los dos hermanos.

- No le hagas caso, Newt - le pidió Theseus, cuando ocupó el asiento de Lally. - Es un torbellino.
- Si que lo es - sonrió su hermano. - ¿Te hace feliz?
- Mucho - contestó el auror y luego se sonrojo. - Cuando me dejen salir de aquí voy a pedirle que se case conmigo - le confesó. - Sé que puede ser un poco precipitado, pero estamos en guerra y hace poco casi la pierdo y ella casi me pierde a mí - se detuvo un segundo, mirando seriamente a su hermano. - Porque lo cierto es que Grindelwald casi me mata en ese patio... así que...

Newt sonrió feliz y le cogió una mano a su hermano, dándole un apretón.

- Si la amas, da igual el tiempo que lleveis juntos, hermano - le dijo Newt.

**********

Por primera vez desde hacía mucho tiempo, el Cabeza de Puerco estaba totalmente limpio y luminoso. Para que, al menos por un rato, el joven Credence pudiera asistir a su boda, Theseus había insistido en celebrarla allí y Aberfoth había accedido a regañadientes; ya que no le gustaba mucho la gente. Newt no tenía muy claro lo que Bunty habría tenido que hacer para convencerlo y realmente no quería saberlo.

- ¿Cómo puede ser que el casi gran Director de Seguridad Mágica Británico haya estado tan nervioso en su propia boda? - Bromeó Lally, feliz y vestida de dorado, acariciando el lazo que los unía desde la ceremonia, haciendo referencia al cargo no oficial de Theseus.
- No te burles, señora Scamander - le advirtió el autor, tomando un poco de comida con su tenedor y ofreciéndosela. - Estaba nervioso porque por fin me iba a casar con la mujer que he amado desde que la vi aparecer a través de una chimenea, en un tren hacia Berlín.

La acercó hacia él y la besó apasionadamente delante de todos sus amigos, su extraña familia, quiénes al verlos, les vitorearon, siendo Jacob el que más jaleo montaba; pero hasta Credence sonreía y vitoreaba. El nuevo matrimonio se separó y agradeció las felicitaciones con el rostro sonrojado y feliz. La guerra, tanto la mágica como la de los muggles, estaba en su punto álgido y aún debían detener a Grindelwald; pero aquel día, en aquella pequeña taberna del norte de Escocia, el auror y la profesora sólo querían ser felices juntos y junto a las personas que amaban.

FIN

[Y se acabó... finaliza como empezó, con una boda (evidentemente la de Lally y Theseus). Cierto es que quizá podría haber extendido esta historia un par de capítulos más, pero en un principio estaba pensada para tener 4 capítulos y un epílogo y ha acabado teniendo 7 capítulos y un epílogo, así que considero que ya es bastante larga. Agradezco a todos los que la habéis leído el apoyo y a ti especialmente CristinaSim94, que entre las dos pensamos la teoría de que Newt y Credence eran mellizos y que Newt y Theseus crecieron en un orfanato del Ministerio. Y nada más, espero veros a todos en mi próximo fic, y os invito a que leais la trilogía de one-shots de Albus y Gellert y también mi historia original: Los Guardianes del Equilibrio. Besitos 😚😚😚😚] [Editado para incluir las referencias a Bunty, que la mujer se me olvidó y que no haya fallos de continuidad entre los fanfics del Magizoologo y la Auror y Amores Improbables (de CristinaSim94]

🎉 Has terminado de leer 3. Animales Fantásticos: El auror y la profesora 🎉
3. Animales Fantásticos: El auror y la profesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora