Clases de Manejo

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—Como sea vamos a dar una vuelta—Dice Eliot—Estoy aburrido maldita sea 

—Está bien, niño mañoso—Le responde Adrien—De paso le enseñaré a conducir a Claude, como le había prometido

Al salir de la casa y subirme en el lado del piloto Adrien lo hace del lado del copiloto, mientras en los asientos traseros se sientan Eliot y Mabel quién traía a Jacob y a Arno

—Bien coloca la llave y quita el freno de mano—Dice Adrien mientras me entregaba las llaves las cuales coloco en el bombín de arranque—Ahora aprieta el embrague y coloca primera marcha

Comienzo a seguir las instrucciones de Adrien, para luego este decirme que apretara el acelerador un poco y que lentamente empezara a soltar el embrague; al hacerlo la camioneta poco a poco comienza a moverse

—Bien, siempre atento al camino—Dice Adrien—Y si se cruza un perro o un animal tu sigue conduciendo, porque no les pasará nada

—Entiendo—Le respondo con un tono de voz nervioso—¿A dónde voy ahora?

—Eso lo decides tu—Agrega Mabel—Eres el conductor 

En eso comienzo poco a poco a dejarme llevar, para luego de un rato Adrien pedirme que aumente la marcha, por lo que al pisar el embrague y el acelerador coloco segunda marcha, para luego ir soltando poco a poco el mismo y la camioneta comenzar a ir más rápido. Nunca me había sentido tan vivo y relajado en mi vida, pensaba que nunca haría esto ya que mi padre no tenía coche

—¿Y a dónde pretendes llevarnos?—Me pregunta Eliot—¿Y te molesta que coloque música?

—Iremos a un lugar que me deja fascinado—Le respondo—Y no me molesta mientras sea algo que encaje con el ambiente 

Eliot vincula su cuenta de Spotify para colocar «Where the Streets have no name» de U2, para luego colocarla a un volumen medio y empezar a cantar junto con la banda

—¿Desde cuando escuchas U2?—Le pregunta Adrien a su hermano—Y para de cantar por favor, me voy a quedar sordo 

—Escucho U2 desde que me leí los dos libros de Aristóteles y Dante—Responde—Y tu no te hagas el Bocelli porque se te saltan los gallos al cantar

Además de conducir me dejaba llevar por la música, ignorando el debate de Adrien y Eliot, al llegar me estaciono en el mismo lugar en que Tim se había estacionado; al bajarnos el paisaje  de la torre Eiffel era el mismo que el de aquella vez

—Bienvenidos al lugar al que llamé Escape de la Realidad—Les digo a mis amigos—Siempre vengo a este lugar cuando quiero escapar de la realidad

Se me vienen a la cabeza recuerdos de aquella vez que Tim me había traído por primera vez, la vez que subimos a la torre Eiffel y en donde hizo la broma de casi tirarme por ella, pero decido no darles importancia ya que como dicen pasado pisado

—Vengan todos, una selfie—Dice este—Quiero subirla a mis historias y ver si a André le entran un poco de celos 

—¿Celos míos?—Le respondo entre risas—¿Y si no es así?

—No importa—Responde este—Selfie igual 

Al colocarnos para la Selfie en donde detrás salía el paisaje de la torre Eiffel Eliot toma la foto; para luego subirla 

—Capricho cumplido—Agrega este—Ahora solo toca esperar 

—Iré a por algo de comida—Dice Mabel—Quédense aquí y por el amor de dios ni se les ocurra hacer una locura

En el abismo de la MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora