𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 3: 𝐿𝑎 𝐸𝑛𝑓𝑒𝑟𝑚𝑒𝑟𝑖𝑎

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Todo había ocurrido muy rápido para el pelirrojo, pues en menos 20 minutos el presidente Minamoto ya había sido llevado y atendido por una enfermera que había en el salón de salud para los alumnos.

- Está bien, sólo necesita descansar un par de días, se ve que ha estado muy estresado.- Dijo la enfermera.

-Entiendo, gracias.- Finalizó el pelirrojo.

La enfermera se había retirado del salón dejando a los dos chicos solos, ella confiaba en que Akane cuidaría bien al rubio en lo que ella iba a la oficina del director para mencionarle la situación del antes mencionado.

Akane solo veía como dormía su superior. Mientras más lo miraba, más notaba el maquillaje que tenía el rubio debajo de sus ojos, al parecer intentando cubrir sus ojeras.

- Bueno, en un momento vendrán por Minamoto-kun para llevárselo a descansar a su casa.- Avisó la enfermera que recientemente había llegado al salón donde los dos jóvenes estaban.

- N-no es necesario enfermera, yo puedo ir después de terminar el trabajo del consejo estudiantil...- Dijo el rubio despertando con un cansancio muy notorio.

- No seas idiota, es obvio que no puedes seguir trabajando aquí por un tiempo, hasta que estés en condiciones.- Dijo Akane con una pequeña expresión de desaprobación.

- El joven tiene razón, tiene que descansar un muy buen rato para que pueda hacer su trabajo de manera adecuada y saludable.- Comentó la enfermera que lo miraba con una mirada cálida.

-...De acuerdo, pero yo me iré solo, mi padre está muy ocupado y no tiene tiempo de venir por mí.-

- ¿Sol...? ¡No seas tan imbécil, apenas y puedes caminar por tu propia cuenta!.- Sí, puede que a Akane no le agrade Teru, pero no por eso podía dejar que el rubio se descuidara tanto de esa manera.

-¡Oh, se me ocurrió algo!.- Dijo la enfermera con una notable emoción.- ¡Tú podrías acompañarlo hasta su casa! Yo le diré al director la razón de tu ausencia.

- ¿¡EH!?.- Gritó Akane, más no se pudo oponer, después de todo él había sido quien dijo que Minamoto no podía irse solo, al final no tuvo más opción que aceptar.

Akane había ido por las cosas del presidente al salón del consejo estudiantil, mientras que él rubio solo lo miraba.

-Está todo listo, vámonos.- Le dijo el pelirrojo al rubio para después agarrarlo por el hombro, haciendo que el brazo de este lo abrazara, para que así se le facilitara caminar, pues la enfermedad había provocado que al mayor le costara hasta ponerse de pie.

Empezaron a caminar hacía la salida, pero en el trayecto, todos se les quedaban viendo, bueno, en realidad veían más al presidente Minamoto, verlo así era algo nuevo, y más si era el vicepresidente quién lo estaba ayudando, pues casi todos sabían que ellos dos no tenían una buena relación.

𝑪𝒖𝒊𝒅𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑨𝒍 𝑷𝒓𝒆𝒔𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora