Final
Es gracioso que siempre en las historias antiguas se menciona al grade y poderoso héroe, con su brillante armadura y poderosos músculos, siendo ayudado por los dioses a derrotar bestias y completar complicadas tareas.
Pude presenciar una de estas historias a carne viva. En su tiempo quizá la escucharon o escucharán como “El mito de Perseo y Andrómeda”.
Es probable que no sepan quién soy yo. O en quién me convertí.¿Recuerdan que dije que me convertí en hombre al final de la historia?
Estoy casi seguro que esperaban que yo haya ido a rescatar a Andrómeda de ser devorada por el monstruo del abismo oceánico. Pues no, como dije, eso es parte del mito de Perseo y Andrómeda.Si no lo conocen, se los termino de contar: Perseo hizo caso de mis palabras y con el poder de la cabeza cercenada de Medusa logró a convertir a monstruo en coral para luego destruirlo con una simple piedra. Desató a Andrómeda y ella cayó perdidamente por él. Bastante obvio. Ella cayendo por el héroe musculoso y valiente. Incluso los dioses elevaron constelaciones y galaxias en su honor luego del suceso: Cassiopeia, Andrómeda, Perseo.
A la final, yo me convertí es hombre al aceptar que mi destino no era convertirme en “héroe” de brillante armadura. Era un héroe de palabras y conocimiento. Quizá crean que luego de eso fui desdichado al ver como Perseo y Andrómeda se casaban y tenían hijos. No. En lo absoluto.
Atenea nunca me quitó el don de la sabiduría y la astuta intuicion. Me dejó ese don como una compensación por lo que pasé. Lo considero más bien un regalo. Una acción benevolente de quien creí era la más despiadada del Olimpo.Gracias a mi intervención, pude escoger las palabras adecuadas para calmar al dios del océano y a su esposa. El rey me dió su bendición y me dió un barco mercante para navegar. Y así, con la bendición del dios del mar y de mi padre, regresé a las bravías aguas marinas.
La silueta pícara de Calipso siempre me seguía en mis viajes escondida entre las olas y espuma y la de Aura y Alet jugueteando entre las nubes. El viento y las olas siempre marchaban a mi favor durante toda mi vida activa.
Me convertí en el más hábil navegante de toda Jaffa y al final, de todo el Imperio.
Al final, pude hacer realidad uno de los sueños más anhelados de mi padre.Es gracioso que eso no era lo que yo tenía planeado para mí. De todos modos, eso era lo que el destino había escrito en realidad.
La lección que aprendí luego de toda mi travesía es que cada quién es el héroe de su historia y las buenas acciones conllevan buenos futuros, quizá no tan heroicos, o quizá sí...
Mi padre siempre dijo que llevaba la grandeza en la sangre y que tenía la valentía de un albatros al surcar el mar.
Me alegro haberle creído...
Y aquí termina la cuarta entrega de Bestias Griegas. Quizá no sea la historia menos romántica de toda la saga pero sin duda, es la que más disfruté escribir. En especial por los temas sobre el océano y la navegación que simplemente me encantan.
De antemano me disculpo por la enorme demora en actualización de esta historia y me temo si no esperaban ese final.
Bueno, no tengo nada más que decir. Los veo en la siguiente entrega de BG: Los ojos de la muerte. Quizá ya puedan intuir que monstruo será el protagonista de la quinta entrega. Es más que obvio ¿no?
Nos leemos y gracias por leer :3
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4. El mar hostil [BG#4]
Short Story★COMPLETA★ Un marinero intrépido y orgulloso. Un hijo temeroso y débil. Un viaje por el océano que sale mal gracias a una espantosa tormenta. Y ahora Akila está solo a merced del furioso océano. Aunque tiene suerte de que algo lo observaba desde...