Women's World. |BKDK OMEGAVERSE| [ESP]

final.

«Katsuki»

-¿Qué opinas de este, shitty hair?

-Mhh.., -hace una mueca, intentando ver por el cristal-. ¿Para el tuyo o el mío?

-El mío, imbécil, ¿por qué le llevarías uno con una piedra verde a Kaminari?

-Cierto -asiente, puto idiota-. Igual.., no sé, no se ve muy del estilo de Midoriya.

-¿Y cuál es su estilo, según tú, criticón de mierda?

-Es que es una piedra enorme, loco. A Midoriya no le gusta que le vean y le quiten crédito a su trabajo, ¿sabes? La gente va a comentar como loca sobre ello, y a él le surran los putos comentarios así.

Asiento, dándole sentido.

Tiene razón, Deku odia que le quiten valor a su esfuerzo con comentarios pendejos, sobre todo cuando llevan la palabra "alfa".

Mejor no.

-Mierda, ven -le digo, notando uno bueno-. ¿Qué tal este para tu pulga?

Kirishima viene de inmediato, viendo para aquel anillo de promesa que estoy apuntando, inspeccionándolo.

-Está lindo -asiente, realmente interesado-. La gema es de buen tamaño pero discreta, de verdad me gusta. Pero..,

-¿Pero qué, pendejo?

-No sé, no me convence que la gema sea rosa.

-¿Estás pendejo? Es dorado, idiota.

-Es rosa, loco.

-Es dorado.

-Es puto rosa, desde aquí lo estoy viendo, no mames.

-Es puto dorado.

-Es oro rosa -dice la chica de la tienda, soltando una risilla-. La vista del color cambia dependiendo del ángulo en que lo veas.

-¡Oooh! -hace Kirishima, como si fuese lo más impresionante del mundo entero.

Mira a la gema, y en esa misma posición encorvada da unos pasos para conmigo, luego regresa, luego vuelve a venir.

-¡Bro!

Me putas río, juro que le quiero reventar la puta cara por ser tan imbécil.

-No mames -dice, de repente, congelado.

-¿Qué? -pregunto, confundido.

-Dorado y rosa. El dorado es.., como amarillo, ¿no?

Le pienso, haciendo una mueca. -Meh, si lo quieres ver así. ¿Pero qué, eso qué o qué?

-Viejo, acabo de encontrar el anillo perfecto.

-Lo encontré yo, puñetas.

Suelta una risita, poniendo una mano en mi hombro mientras asiente. -Lo sé viejo, te debo una. ¡Señorita, quiero ese de ahí!

-¡No no no, aguanta, cabrón! No seas puto atrabancado.

-Viejo, te lo digo, ese es el indicado.

Frunzo el ceño, viendo al anillo. -Está.., bien, sí, pero.., ¿por qué?

-Loco, piénsalo. Lo que más adoro en toda la vida es el aroma de mi omega. ¿A qué huele, dime?

-¿Vainilla y fresas?

-Exacto. Amarillo y rosa. Ese puto anillo, es él, viejo.

Y entonces, creo que hago una cara en donde adulo por una de las pocas veces lo que ha dicho. Supongo que tiene sentido.