Sᴍɪʟᴇ [Ruv x Whitty]

#14

Decir que aquella reunión había sido épica sería poco, aquella noche de Año Nuevo era totalmente diferente a cómo la habían mentalizado de niños.

Era increíble el cómo todo había cambiado y a pesar de ello su promesa había seguido en pie.
Ruv echaba un vistazo al pasado, comparándose con su versión más joven, tal vez era el alcohol que había consumido gran parte de la noche, pero incluso podría jurar que se había visualizado a él y a Whitty en aquel escape en el cual había conocido el mundo exterior por primera vez.

Era melancólico recordar aquello, eran tan pequeños como para conocer la maldad del mundo, o como para mentalizarse por todo lo que tuvieron que pasar al crecer.

Odiaba recordar la época de progreso psicológico al cual había tenido que verse obligado a bloquear tantas veces. Después de que el orfanato se viniera abajo y hubiera regresado a Rusia se había vuelto prácticamente un criminal, odiaba haber llegado a aquel extremo, pero jamás encajó con el resto cómo hubiera deseado. ¿Quién sabe? Si tan solo su infancia e inicio de adolescencia hubiera sido diferente no tendría su historial tan manchado.

Miró a Sarvente, ella parecía ser la misma carismática chica que siempre había conocido, realmente agradecía que nunca le hubiera pasado algo como a él, sin duda necesitaba conocerla mejor ahora para ver cómo había sido su desarrollo.

Whitty, por otro lado, seguía siendo el alocado chico que conocía, tal vez había tenido que pasar muchas cosas encerrado en aquella prisión, o correccional de menores como solían llamarle, sin embargo, si había vivido algo malo no lo aparentaba, pero conociéndole tal vez se lo guardaba en lo profundo de su corazoncito.

— Ruv, darán las 4am. Estoy un poco cansada. —Mencionó la chica de cabello rosa llegando a su lado.

— ¿Solo un poco?

La expresión agotada de la muchacha decía todo lo contrario, se notaba su cansancio a la distancia, el tema difícil ahora era: llevarse a Whitty.

Ruv le dijo a Sarvente que él se encargaría, más bien la muchacha no imaginó que el ruso cargaría sobre el hombro al chico bomba como un saco de papas, era gracioso de ver, pero le tranquilizaba al menos que Whitty no pusiera oposición alguna, de hecho se estaba portando mejor de lo que ambos habrían imaginado.

Caminando en dirección a aquella enorme instalación en donde vivía la chica, se detuvieron en la puerta principal.

— Pueden quedarse a dormir si quieren. Tengo unas habitaciones libres. —Ofreció la chica.

— Uh, no lo sé. No quiero causarte problemas. —Agradeció el ruso lo más respetuoso que podía.

— Yo si quiero. —Dijo el aturdido hombre bomba que permanecía sobre el hombro del alto y robusto Ruv.

La chica observó el pulgar alzado de Whitty, sonrió un poco, solo le quedaba esperar la aceptación del ruso, el sonrojo que decoraba las mejillas del pálido y despeinado chico frente a él advertía que el alcohol igual le había golpeado bastante fuerte, definitivamente se quedarían a dormir.

...

Mostrándole el camino a las habitaciones, le enseñó primero la suya a Ruv, y seguido a esto le enseñó la que podría usar Whitty.

— Vale, muchas gracias, Sarv. Yo me encargo de Whitty ahora, puedes ir a dormir.

La chica asintió, saliendo de la habitación dejó al par solos en aquella habitación.
Bajando al borracho hombre explosivo, lo sentó sobre la cama, apoyando su mano sobre su hombro para empujarle sobre esta y poder recostarle, pero la sonrisa juguetona en el rostro de su amigo advertía otras intensiones.

Sintiendo su mano en su mejilla sólo permaneció silencioso, esperando a que el chico dijera algo, pero parecía que no diría nada, y tampoco tenía tantas ganas de estar de pie todo lo que restaba de noche.

— ¿Qué miras? —Preguntó el ruso, tal vez de forma algo golpeada, pero no podía evitarlo, era así.

— Sigues siendo igual de lindo que como te recordaba. —Respondió, seguido a una atontada risa.— Sigues teniendo esa carita seria que tanto me gustaba, y tú nuevo parche es lindo, mierda... Hasta puedo decir que luces sexy.

Deslizando sus brazos sobre los hombros de Ruv no quería permitir que se aparte, aunque realmente Ruv no tenía muchas intenciones de hacerlo. Ahora no era tan tímido como solía serlo de joven, pero aún así su cuerpo le delataba, exhibiendo un fuerte rubor por las palabras de su amigo solo logró hacerle reír nuevamente.

— Eres serio, pero sigues siendo muy tierno, joder.

Había pasado tiempo desde la ultima vez que había estado así de cerca con alguien, de hecho, Whitty había sido su única aventura romántica, el encontrarse en esta situación una vez más despertaba algo en el, y era agradable.

Sintiendo el tacto de las cálidas manos de Whitty detrás de su nuca, simplemente respondió por lo primero qué pasó su cabeza, juntando sus labios nuevamente después de tanto tiempo.
Si bien en su juventud solían besarse a escondidas ahora no sentía la necesidad de ocultarle nada a nadie, habían crecido. Había madurado, y quería vivir y experimentar todo en lo que se había atrasado en tanto tiempo.

Ladeando su cabeza, se inclinó un poco, permitiendo que ese chico bomba le atrajera, abrazándole sobre los hombros, pudo percibir el sabor al alcohol en la boca de ese chico a medida que permitía que su lengua explorara su boca, apretó la mandíbula de ese chico, impidiendo que se aparte. Pudo jurar que le había oído jadear, le agradaba bastante ser quien manejaba la situación ahora.

Separándose finalmente de aquel beso jadearon con suavidad, volviéndose a unir en otro apasionado beso.

— R-Ruv... —Trató de hablar entre el beso, apoyando sus manos sobre sus hombros.— Voy a... Mmhh

Siendo empujado, Ruv retrocedió un poco.

¿Acaso no le había gustado el beso?
Observándole, se sobresaltó al verle vomitar, retrocediendo para evitar que le ensuciara.

— Ew... —Fue lo único a lo que atinó a decir una vez que el hombre bomba terminó de expulsar todo lo que había consumido en el festival.

Definitivamente no debía dejarle que bebiera tanto la próxima vez, su cuerpo no toleraba bien el alcohol.

Suspiró, y ayudándole a ir al baño le ayudó a limpiarse la boca, quitándole también la ropa sucia la dejaron en la bañera remojándose, llevándolo a su habitación lo recostó en su cama.

Tras limpiar el desastre que había dejado en el suelo de la habitación volvió a la suya, observando cómo Whitty dormía profundamente.

Bueno, cuando había pensado en compartir cama con alguien habría imaginado cualquier cosa menos esto, pero no le molestaba, era un buen comienzo.

Era peculiar.