↷✦; 𝖩𝗎𝖾𝗀𝗈𝗌 ❞

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— A ver, a ver. ¿Dónde están las niñas más hermosas del mundo? — Matias preguntó, estando con sus hijas en la sala.

Las cuales estaban recostadas sobre una almohadilla, teniendo por debajo de ellas una suave y cómoda colchoneta.

— ¿Dónde están las lucecitas de mi vida? — pregunto nuevamente, haciendo que sus hijas balbuceen y movieran con agitación sus manitas. — ¿Dónde están las bebés que tanto amo? — dijo.

A lo que Celeste dió un "leve" grito, como si sus balbuceos, no fueran suficientes para hablar con su papá.

— Opa, ¿y eso que fue? — Mauro pregunta, entrando en la sala justo cuando Celeste grito. — Por lo visto, a alguien le cayó demasiado bien la avena de la mañana. — comentó divertido.

— Celeste es un pequeño torbellino de energía, y estoy seguro de que se llevó la parte más hiperactiva de nosotros dos. — Spallatti dice riendo, tomando un juguete chillón que tenía forma de vaca. — Y bueno, creo que solo yo soy un poco activo. — bromeó.

Para luego hacer sonar el juguete, que sacó más de una risa en sus gemelas.

— Si, porque al primer intento, me diste un par de gemelas. — Monzón le siguió el juego al otro, acercándose hacia donde estaban sus bebés y su novio.

— Que te puedo decir, creo que hago las cosas muy bien. — el mayor jodió, dándole un suave beso al ojiverde en los labios.

Separándose de este, cuando escucho el timbre sonar.

— ¿Esperas a alguien? — Matias cuestionó, mientras se levantaba.

— No, pero posiblemente sean mis viejos. Ellos me dijeron que iban a venir, aunque no me dieron una hora exacta de su llegada. — Monzón dijo, quedándose con sus niñas, mientras que Spallatti iba a atender.

— Che, ¿y eso que están aquí? — Mauro escuchó como Spallatti decía, dejando pasar a quienes habían llegado. — Y no es que me queje de su visita, pero siempre suelen avisar. — comentó, llevando a los recién llegados con el resto de su familia.

— Lo sentimos mucho, pero andamos un poco ocupados. — Paulo respondió apenado. Pero ese sentimiento se fue al instante, cuando vio a las hijas de sus amigos. — Hola, Mau. ¿Cómo estás? — preguntó, acercándose hasta donde estaba el ojiverde.

— Bien, aquí jugando con este par de solecitos. — Mauro respondió.

Para luego reír suave, porque sus hijas se habían agitado por la llegada de Fabián. Quien estaba acompañando a sus padres, en esta inesperada visita.

— Al parecer a las nenas les agrada mucho Fabián. — Lombardo señala.

Observando como su pareja dejaba en el suelo a su hijo. Para que este se acercará por cuenta propia, hacia donde estaban las hijas de sus amigos.

— Mira vo', el pequeño Fabián ya camina solito. — Mauro comenta sorprendido.

— Aún le cuesta un poco, pero aprende rápido. — Paulo dice, ayudando a su hijo a terminar con el camino que llevaba recorrido. — Fabián, cariño. — llama a su bebé que lo ve de inmediato. — Deciles, hola a Celeste y Azul. — pide.

Cᴇʟᴇsᴛᴇ ʏ Aᴢᴜʟ : ˡⁱᵗᶜᵏᵒ : FINALIZADA ✅✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora