9. Primer dia

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El Cuerno sonó estridentemente a lo largo del castillo tanto dentro como fuera dando un inicio oficial a un nuevo día de trabajo, un nuevo día lleno de oportunidades para avanzar en sus metas para algunos, otro día de rutina para otros tantos, pero para los reclutas de primer año era el inicio de una nueva etapa.

En cuanto sonó el cuerno los reclutas despertaron, Marco del susto se cayó de la cama, Eduard se dio un cabezazo con la cama de arriba despertando a Frederick por el golpe.

- ¿¡Eh!? -Ahí fue cuando el escudero se despertó casi cayendo de la cama. - ¿¡Qué, Quien dónde!?

-Buenos días... -Dijo Marco mientras despegaba el rostro del suelo.

Frederick recordó dónde estaban tras unos segundos, se bajó de la cama mientras se tallaba los ojos para ir a por al cofre que estaba delante de su litera, el resto de compañeros que apenas se estaban levantando hicieron lo mismo entre bostezos, todos se pusieron sus uniformes dejando su ropa de civil doblaba sobre sus camas, su uniforme de recluta era una camisa gris sin mangas de lana, las costuras verticales resaltaban a lo largo de toda la camisa, después se vestían con unos pantalones un poco holgados pero muy cómodos para finalmente terminar con unas buenas botas de soldado, Frederick se sorprendió que fuera un uniforme tan cómodo tratándose de algo militar, pasados unos pocos minutos todos se cambiaron y como si los hubiera estado esperando, el instructor envuelto en una túnica anaranjada entro a la cabaña, al notar su entrada los reclutas se organizaron frente a sus literas.

- ¡15 minutos! -Dijo el instructor con una clara decepción en su tono. - ¡Vaya forma de perder nuestro valioso tiempo!

No habían salido de la cabaña y ya habían fallado en algo, vaya forma de empezar el día.

- ¡Para mañana todos deben estar listos en menos de 5 minutos! ¡La servidumbre del castillo se viste con sus uniformes e inician sus labores incluso en menos tiempo! -Continuo el Instructor alzando su tono para después dar un suspiro. - ¡Durante lo que queda de este año yo, Fernando Vitre, seré su instructor, se referirán a mi únicamente como «Instructor Vitre»!

Todos prestaban atención a las palabras del instructor, Frederick se fijó en este viendo su pelo rubio y ojos azules, rasgos que le recordaron mucho a Eduard.

- ¡Iniciaremos con su reprimenda por está enorme pérdida de tiempo! ¡Detrás de mí!

Ordenó el instructor antes de salir haciendo que todos salieran detrás de él en hilera, Frederick solo seguía la corriente lo mejor que podía al no saberse todos los protocolos, fueron al patio al costado del castillo donde iniciaron el entrenamiento del día, iniciaron con su ejercicio de castigo el cual fue tomar varios sacos de tierra en sus espaldas y sostenerlos en una posición de media sentadilla.

-Me tienes que estar....

Frederick mordía el cuello de su camisa para soportar mejor ese castigo al cargar esos kilos de tierra en su espalda con sus piernas temblando como si fueran un castillo de cartas siendo víctima del viento, vio a los lados, Marco hacia lo mismo que él al morderse el cuello de su camisa, Mao tenía más peso sobre su espalda al ser más grande y robusto, en general todos estaban en situaciones parecidas, pero al extremo de la fila vio a uno de sus compañeros, un chico de piel oscura levemente rojiza que sostenía los sacos en su espalda con aparente facilidad sin tambalear se con un rostro que mostraba toda su concentración en la tarea, contrastando mucho con Eduard que estaba justo al lado.

-¡Tktkt...!

Los quejidos de Eduard eran raros de escuchar al sostener el peso de los sacos, pasados 5 minutos, Eduard finalmente cayó aplastado por el peso de los sacos, respiraba por la boca en largas bocanadas tratando de recuperarse, el instructor al ver a Eduard camino hasta él mientras anotaba sus observaciones en su cuaderno, Eduard a pesar de haberse desplomado, hacía el esfuerzo por levantarse volviendo a recoger los sacos tirados en el suelo.

          

- ¡De pie recluta!

Frederick se levantó lo más rápido que pudo mientras decía

-Lo lamento... Señor... Solo denme un mo...

Antes de terminar la frase el instructor de su túnica rápidamente saco una fusta dando le ha Eduard su castigo en forma de un único y rápido azote en su pecho, azote que rasgo la camisa del recluta alcanzando la piel de bebe de Eduard el cual cayó al suelo tirado por el dolor y el ardor.

-¡Aaaagih!

Chilló Eduard mientras se retorcía por su herida sangrando en su pecho como si hubiera sido víctima de las garras de una bestia.

-Tienes un minuto para recuperar la postura. -Menciono el instructor decepcionado antes de seguir caminando alrededor de los reclutas como si nada hubiera pasado.

Frederick tembló todavía más al ver el castigo por desplomarse, si de verdad eran hermanos entonces... ¿En dónde se había metido...?

-No te desconcentre.

-¡jicj!- Frederick soltó un chillido al notar la voz del instructor frente a él, Fernando había puesto su mirada en el escudero como si estuviera esperando algo, Frederick vio sus piernas temblando todavía más que antes, dio un pisotón al suelo acomodando más su postura reduciendo el temblor de estas y mordiendo más fuerte la tela de su camisa.

-El Emisario Smoke se juega su reputación al meterte aquí junto al resto de estos jóvenes con tanto potencial... Más vale que te mantengas a la altura. -Menciono el instructor antes de seguir a observar al resto.

Pasaron varios minutos hasta que el castigo termino y pudieran empezar con su entrenamiento del día, empezaron con varias vueltas trotando alrededor del castillo, muchos compañeros tras sufrir el castigo daban pasos torpes con sus piernas debilitadas, todo el que se caía al tropezar era rápidamente castigado con un rápido y fuerte azote, Eduard era incapaz de levantarse tras el ejercicio anterior así que estaba en el patio frente a las cabañas haciendo otros ejercicios, Frederick se mantuvo dando tumbos pero continuo de pie, más valía sacarle provecho a ese entrenamiento intensivo, hicieron decenas de lagartijas, hicieron cientos de sentadillas, fueron por la pista de obstáculos decenas de veces, daban golpes al aire todos al mismo tiempo por horas y horas, sin descanso, sin pausa ni bajando el ritmo en ningún momento, cuando volvieron a trotar, el instructor les asigno a cargar uno de los sacos que habían cargado en la mañana, los reclutas caminaban lo más rápido que podían en vez de trotar, el instructor lo daba por bueno por el momento, Frederick estaba con los brazos y piernas acalambrados de tanta fatiga, su vista era borrosa, caminando en piloto automático concentrado únicamente en mantenerse consciente, el instructor se mantenía caminando junto a los reclutas, nuevamente se concentró en el escudero al ser ahora el recluta claramente más cerca de caer, se mantuvo cerca con su fusta en la mano viendo los movimientos del escudero cada vez más lentos y débiles, Frederick ya no era capaz de escuchar sus alrededores, únicamente el ruido de sus propios pasos reproducidos por su mente cansada lo mantenía cuerdo al avanzar pero al mismo tiempo lo hacía ir más lento mientras se iba quedando atrás.

"Mantenerse a la altura"

Ese era el punto de toda esa tortura, el escudero cargaba con el peso del nombre de David, no podía detenerse, cualquier debilidad expuesta por él mancharía la reputación de... No, eso era lo de menos, si paraba, estaría tirando por la borda la gran oportunidad que se le había dado para poder ser un caballero hecho y derecho con todo lo que eso conlleva, No podía detenerse.

-¡Grrhhmmm!

Mordiendo su camisa aceleró el paso, aunque todo su cuerpo le gritara que se detuviera, evitó quedarse atrás, aunque fuera por muy poco haciendo que el instructor lo dejara en paz por el momento.

Que buen recluta, se volvió su mula xD

2y ago

Ese chico no es normal, eso demasiado perfecto para aún simple recluta, hay tenebris que puedan ser biológicos o humanoides?

2y ago

Tenebris: La Caída De Kaliterra  /Libro 1/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora