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"¿Realmente eres tú?"

Sentía que alguien me cargaba, no podía abrir mis ojos porque ardían y dolían mucho, mis piernas, brazos, todo, no podía hacer nada

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Sentía que alguien me cargaba, no podía abrir mis ojos porque ardían y dolían mucho, mis piernas, brazos, todo, no podía hacer nada.

— Debería golpearte sin parar por haber gritado en la calle, también por dejar escapar a ese niño — dijo un hombre.

Sentí que bajaba las escaleras, de pronto se escuchó sacar el seguro de una puerta para poder abrirla.

— Te tengo un regalo niño, para que veas que soy amable — dijo y me tiró en el piso.

Sentí mi cabello que estaba todo sobre mi cara, aún no podía ver nada, pero lo que realmente sentía por todo mí ser era miedo, mucho miedo.

— Eres un monstruo — dijo alguien.

— Como tu digas — dijo y cerró la puerta.

Alguien se arrodilló a mi lado, con sus manos sacó el cabello que caía sobre mi rostro y un sollozo oí por su parte.

— Rory...—susurró.

Narra Billy

Oí el seguro quitarse, rápidamente retrocedí hasta pegarme a la pared, cuando entró, entró con alguien más y era una chica.

— Te tengo un regalo niño, para que veas que soy amable — dijo y la tiró en el piso.

No pude ver su rostro ya que su cabello me lo impedía.

— Eres un monstruo — dije.

— Como tu digas — dijo y cerró la puerta.

Rápidamente me arrodillé a su lado, corrí el cabello de su rostro, un sollozo salió de mi parte, no podía creerlo.

— Rory...—susurré.

La tomé delicadamente de su rostro, ella no abría sus ojos, no podía. Di leves golpes en su mejilla para que pudiera reaccionar, y así lo hizo, sus ojos tardaron en abrirse, y sabía el porqué. Cuando él te atrapa hace que te desmayes con algo que nos hecha en nuestras bocas, tus ojos arden mucho, no puedes ver bien, tu cuerpo duele, tienes miedo, mucho miedo.

— ¿Dónde estoy? — preguntó Rory tratando de visualizar bien el lugar.

— Rory, Escúchame — dije tocando su hombro.

Se volteó a verme, de igual manera tratando de ver quién era.

— ¿Billy? — preguntó.

Narra Rory

— Rory, Escúchame — dijo alguien.

Volteó a verlo, de igual manera tratando de ver quién era. Pero esas facciones eran muy conocidas, por favor que sea él.

— ¿Billy? — pregunté.

— Sí, soy yo, Billy — dijo.

Cerré mis ojos fuertemente unos 30 segundos, quería poder verlo. Al abrirlos pude ver mejor, aunque mis ojos siguieran ardiendo no me importaba en lo absoluto, quería llorar.

Lo observé unos segundos, tenía moretones en sus brazos y un poco de sangre en su frente.

— ¿Estás bien? — preguntó.

No respondí, simplemente me tiré sobre él y lo abracé, lo abracé muy fuerte. Con sollozos comencé pero con lágrimas terminé en mi rostro, él estaba aquí, estaba vivo, estaba conmigo, a mi lado.

— Creí que... — no pude decirlo, simplemente lloraba y lloraba.

— Esta bien, no pasa nada. Estoy aquí, soy Billy  — dijo.

Nos separamos lentamente del abrazo, nos miramos varios segundos. Su mano fue directo a mi rostro, tocó mi frente y me dolió.

— Duele — dije.

Billy apartó su mano y me mostró, tenía un poco de sangre.

— Te golpeaste — dijo.

— Es un idiota — dije.

—¿Por qué tú? lo odio, quiero matarlo — dijo Billy negando repetidamente con su cabeza.

— Iba a llevarse a Eddie — dije y él me miró con sorpresa — Pero aparecí yo, vi sus globos negros y su camioneta, le dije a Eddie que corriera. Yo iba detrás de él pero el raptor me atrapó y no pude huir, no pude — dije.

— Eddie...¿pudo escapar? — preguntó Billy.

— Lo hizo — dije.

— Entonces...el nos podrá ayudar, estaremos bien Rory — dijo Billy.

¿Lo estaremos? ¿Podremos hacerlo?.

[...]

Narra Eddie

Mis piernas dolían pero no me importaba, sólo debía correr y correr, estaba asustado.

— ¡Papá! ¡Papá! — grité al entrar a casa.

— Eddie, te dije mil veces que no grites — dijo.

— Papá, ¡secuestraron a Rory! — grité más fuerte.

Este solo me vio, su cara se convirtió en enojo, se levantó del sofá y vino hacia mí, me di una fuerte cachetada.

— ¡¿Crees que esto es un chiste?! — preguntó.

— ¿Qué?, veníamos de la escuela y...un hombre apareció y Rory me dijo que corriera, ella detrás de mi pero la atrapó. ¡Papá créeme!— supliqué en llanto.

Tiró su cerveza en el piso haciendo que se rompiera y yo me asustara por el ruido. Se fue hacia el teléfono y comenzó a marcar.

— Hola, sí. Habla el señor Grimes, quiero reportar que mi hija Rory Grimes fue secuestrada — dijo.

Subí hacia el cuarto de Rory por el teléfono y marqué su número.

¿Hola?— preguntó.

Gwen, necesito tu ayuda — dije.









Holi, les quería decir que el orden de los chicos desaparecidos va a cambiar un poco así pueda seguir la historia un poquito.

𝗛𝗲𝘆, 𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗱𝗼𝗿-Billy ShowalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora