Vampire Crown ⊰⊹ฺ (KookTae AU)

quatorze

— ¿Piensas que soy lindo? ¿Por qué no me besas de nuevo?. — Mí risa burlona se hizo presente, en casi un susurro gracias a los grandes pasillos.

— Por favor, déjate de estupideces. Al menos por ahora. —  Aquel lindo y brillante rostro se tornaba en un suave carmín, mientras miraba a cualquier otro lado para evadirme.

Mentiría si dijera que no me encanta ver los sonrojos que Taehyung trataba de esconder, era la primera vez que le veía con uno, y ahora quería tumbarme al suelo a llorar de la emoción.

— Mejor, hablemos de nuestros artistas favoritos, gustos y disgustos. Es de las pocas cosas qué aún no sabemos de los dos — respondió con una suave sonrisa —. ¿Falta mucho para poder llegar a dónde quieres llevarme? — prosiguió.

Lo sabía, Taehyung podría caminar mucho, pero no tendría la resistencia suficiente para cruzar todo el castillo.

Aunque estoy seguro que le encantará caminar tanto, aquel hermoso jardín no daba para menos. Aunque, lo he estado descuidando estos últimos meses, espero qué las rosas no se marchiten.

— Mmh, ¿artistas? — respondí, mirando al frente pensativo.

¿Se refería a piezas de arte? Por qué en ese caso “Da Vinci” me haría sacar todos mis humildes comentarios a su hermoso arte.

— Si. Me refiero como a bôa, Alex Turner, Malice Mizer, Tv girl... Algo así. — Aclaró mí duda, alzando sus dedos mientras contaba cada una de esos extraños nombres

«¿Qué?, ¿De qué estaba hablando?». Me cuestioné, buscando entre mis archivos mentales en busca de cualquier cosa parecida.

— Uh, ¿son de arte moderno?. Por qué si es así, no me agrada mucho. Me gustan más las pinturas renacentistas. —respondí entre un ambiente incómodo y mis brazos cruzados

La risa estruendosa de Taehyung se escuchó por todo lo que iba del pasillo. Mirandolo con extrañeza, mientras aquel se retorcía en su lugar por sus fuertes carcajadas.

« Mis chistes son muy malos y eso que no conté ninguno, ¿De qué se ríe?». Metí mis dedos entre mis cabello confundido.

— ¿Qué dije? ¿Dije algo malo?. — entre confusión, su risa fue algo contagiosa para mí.

— Jeon, estoy hablando de música. Música, la que va en los discos y en tú celular. — limpiaba sus ojos en rastro de las lágrimas que cayeron por la falta de aire, aún entre aquella hermosa risa que pronto iba desapareciendo.

—  Oh, A mí padre no le gusta la música. Le encantaba a mamá, y cuando está falleció, prohibió cualquier tipo de música en el castillo. Aunque los chicos no acatan tanto esa orden. — respondí con clara incomodidad y nostalgia.

Taehyung me miró con un semblante más serio, reincorporandose en sí para no tornar el ambiente tan denso.

— Oh, una disculpa, no lo sabía. No quería... — interrumpí sus palabras.

— Eso paso ya hace mucho tiempo atrás, no importa — respondí en una suave sonrisa —. El punto es que no conozco nada de lo que acabas de decir; pero ahora conozco algo nuevo sobre tí, eso es lo que importa. —

Tae solto un chillido, mirando arriba — Que alivio, pensé que había tocado casos sensibles — balbuceó —. Te lo enseñaré — prosiguió con una emoción que le llenaba hasta los huesos —. Debemos ir a la ciudad —

— Si... No creo que sea del todo buena idea. — me estremecí por unos cuantos recuerdos.

Hace años, cuando fui a la ciudad, todo salió sumamente mal. Casi termino rostizado en medio de la calle, no había tomado el tiempo del sol y no puedo estár frente a él más de una hora. Gajes de ser chupa sangre y marginado en un castillo.

Eso hasta qué la noche cae, mí piel no se quema cuando la luna me abraza.

— Si, debemos ir a enseñarte todo el arte que te perdiste. La música es mejor en los últimos años, también hay bandas antiguas que son muy buenas. — Prosiguió, con aquella emoción creciente.

— Oh, no. No, no, no Tae; no arruinarás mis planes de mostrarte el castillo —  lo tome en brazos rápidamente —. Primero aquí, después iremos a la ciudad, ¿te parece bien? Es un ganar-ganar. Seguro te encantará el castillo. —

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Ahora sabía dos cosas de Taehyung.

1. Le encanta bôa.
2. Hace planes repentinos.

— ¡Te dije que nada de eso!. — Tae trataba de salir de mí agarre entre pataletas.

— Valdrá la pena. Y lo siento de antemano, Tae — suspiré —. Pero eres realmente espontáneo con los planes, y yo necesito que mires eso. —

Y en un simple chasquido, llevé a Taehyung -quién sería mí futuro rey- a ver el paisaje más maravilloso que le ofrecía mí reino.

El jardín flotante de una de las torres al norte del castillo. Lleno de flores preciosas, una gran variedad de enredaderas y unos cuantos bichos de un lado a otro.

Por qué cumpliría mí promesa de darle tiempo para decidir quedarse o no. Sin embargo, le daría razones para quedarse. Ganarme su corazón es fácil, por qué lo conozco a la perfección; pero ganarme su confianza...
Eso es algo qué comenzaré desde cero. Bueno, desde un medio, ya qué nos besamos; y eso significa algo de cierta manera.

Un progreso, tal vez. Un gran progreso.