Carmenita y el falso resplandor

10. La maestra de música

Aquella noche, durante el viaje en el Adrexeoon, Carmenita, Ana, Aamenus, Aarsenos, Jtoranus, Qarinea y Terra pudieron conseguir un camarote para ellos solos, y platicaron sobre la vida de un estudiante corpaatrés.
En Corpaatria sólo estudiaban 7 años, 3 de Liceo Básico, y 4 de Liceo Superior, del cual salías con una licenciatura profesionalizado.
Muchas Gracias mis Carmenilibers por sus 309 vistas, los quiero~ H.A.
A la mañana siguiente les despertó a todos el estridente sonido de una orquesta, que fue precedido por una voz en que hablo en una lengua muy hermosa: El corpaatrés.
Curiosamente, Ana le entendió a la perfección, pues sonaba como italianos intentando hablar español de cuba... O quizá otomiés, una lengua de los indígenas mexicanos.
- Disculpen, ¿qué dijo la voz?- inquirió Carmenita.
- Dice que tenemos media hora para arreglar nuestro equipaje- respondió Aamenus- , ya vamos a llegar al liceo- el joven brujo sacó de su morral un vastón y lentes oscuros.
- Eres ciego- dijo Carmenita.
- Jajajaja- no lo había notado la joven- ¿no te diste cuenta? Soy un brujo baladeón, tengo pésima vista, pero distingo un poco las figuras por su aura mágica. ¿Sabías que tú y Anita sois magas?
"¿A qué se refiere?" pensó la chica.
- Sí- corroboró Jtoranus- tienen mucha magia ustedes, Carmenita tiene un aura violeta
Y Anita de un dorado intensísimo...
- ¿Aura?- preguntó Ana.
- ¿Podemos hacer magia?- preguntó Carmen.
- Corpaatria es la tierra de los magos- dijo Qarinea, la que era pelirroja- Hace en realidad muchos siglos huímos de la... ya legendaria  Veranea...
- ¿Por qué?- preguntó la joven de rizos grices.
- Por la caza de brujos- dijo tajantemente Aarsenos.
Todos fueron al comedor cuando hubieron terminado de empacar sus pertenencias y arreglarse.
Aquella voz de mujer habló de nuevo en corpaatrés amere bele au miot ban, pasili (prepárence para desabordar, por favor).
Los cinco jóvenes magos corpaatreses indicaron a Carmenita y Ana que no se despegaran de ellos, pues se podrían perder en el puerto del Liceo Superior Corpaatrés...
Después, una mujer muy gorda que cargaba una pequeña trompeta, de pie sobre un podio, indicó que salieran del vehículo ordenadamente.
Así fue... Y se encontraron en un gigantesco domo cuyo arco rezaba Mires terat tcere an faus oet.
-Qué dice allí?
-La verdadera alegría es un asunto serio, Carmenita- respondió Aamenus, cojeando ligeramente con su bastón.
En aquel primer día en el Liceo Superior Corpaatrés ellas escogieron las 365 opciones de empleos más solicitados en el Reino de la Corpaatria...
Carmen sería maestra en derecho y Ana actriz...
Y aquello era sólo el principio de todo...
Sucedio que un día Carmenita estaba en clase de historia cuando una señora gorda de unos cincuenta o más añitos con enormes lentes circulares apareció en la puerta de su salón, que era algo como una esfera de cristal con enredaderas floreadas que servían de vigas.
- Buenos días, profesor- saludó la señora sonriente- ¿Me permitiría a Carmenita?
El viejo profesor permitió sin reparos que la joven fuera con la extraña.