Ryujin siempre ha sido protectora con sus amigos. Eran su motor y unas de las personas más importantes de su vida. Aunque una vez que la capitana de voleibol se vuelve demasiado dura con una de sus amigas, terminan teniendo un problema.Pero el otro...
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Heejin salió del vestuario con su ropa de moda y salió a paso rápido del gimnasio. Gotas de sudor corrían por su rostro mientras corría a medias por el campus. Su mente estaba revuelta tratando de comprender lo que acababa de suceder antes. De la nada, su mejor amiga y su capitana estaban peleando. Todo sucedió tan rápido que todo lo que podía hacer era mirar hasta que se puso demasiado tenso para ella.
"Ryujin, contesta por favor". Heejin se llevó el teléfono a la oreja mientras mantenía el ritmo.
"El número que..." Heejin colgó.
"Por supuesto." Heejin guardó su teléfono.
Heejin estaba ocupada dando vueltas en círculos tratando de deducir a dónde iría Ryujin. Mientras perdía el tiempo sin cesar, Heejin siguió enviando mensajes de texto a Ryujin. Sin embargo, ella no pudo obtener ninguna respuesta. Esto continuó durante aproximadamente una hora hasta que finalmente decidió dejar en paz a Ryujin. Heejin caminó de regreso a su lugar antes de que oscureciera demasiado.
A mitad de camino, en lugar de dirigirse directamente a casa, Heejin se detuvo en GalaxyBucks y tomó una bebida. Bebió un sorbo ocupada hojeando su teléfono. Entró en el edificio de dormitorios y subió al ascensor. Ella revisó sus mensajes de nuevo, sin respuesta. Ryujin ni siquiera lo ha leído todavía.
Heejin suspiró y dobló la esquina del pasillo para ver a cierta chica de cabello rosa sentada contra la puerta de su dormitorio. Heejin corrió y se arrodilló al nivel de Ryujin.
"Te tomo bastante tiempo." Ryujin comenzó a mostrar su teléfono muerto.
Heejin ignoró su burla al ver la mejilla ligeramente hinchada. "¿Estás bien?"
"Estoy bien." Ryujin sonrió con un pulgar hacia arriba.
Heejin tocó la mejilla dañada. "Pero está hinchado y..." La mandíbula de Heejin se abrió. "... ¡¿Son esas marcas de arañazos?!"
"Esa perra de alguna manera fue capaz de abofetearme y arañarme con las uñas casi como si fuera un gato". Ryujin resopló.
Heejin ayudó a Ryujin a levantarse. "Vamos, vamos a tratar eso". Heejin sacó sus llaves pero Ryujin la detuvo.
Ryujin simplemente abrió la puerta.
"¿Qué diablos? ¿Mi puerta estaba abierta?"
"¿Te refieres a nuestra puerta?" Ryujin sonrió.
"¿Eres mi compañero de cuarto ahora?" Heejin miró a Ryujin con escepticismo. "¿Qué hiciste exactamente después de irte?"
Ryujin se encogió de hombros. "Sé que habrías extrañado demasiado a tu querida amiga, así que puede que haya hablado con el asesor del dormitorio".
Heejin puso los ojos en blanco juguetonamente. "Eres increíble, ¿lo sabías?"
Ryujin se echó el pelo hacia atrás. "¿Qué puedo decir?"
Ryujin tomó asiento en el sofá. Heejin fue a la cocina a buscar una bolsa de hielo y también un pequeño botiquín de primeros auxilios. Ryujin siguió tocando la mejilla roja a lo que Heejin le regañó que no lo hiciera por posibles infecciones.
"Eres como mi madre".
Heejin se burló. "Probablemente serías una gran alborotadora si no me hubieras conocido". Heejin le tendió la bolsa de hielo.
"Si lo se." Ryujin tomó la bolsa de hielo y la presionó en su rostro.
Heejin se sentó cómodamente en el sofá. "Entonces... ¿te importaría decirme qué pasó?"
"Ella es una perra".
Heejin medio se rió un rato. "No, me refiero a ti. No te he visto tan enojada en mucho tiempo".
"Simplemente no podía soportar verla empujarlas a todas de esa manera. Luego, cuando ella comentó sobre ustedes, no pude seguir sentada allí".
Heejin se deslizó y manejó la bolsa de hielo. "Sigues siendo protectora como siempre, por lo que veo".
Ryujin parecía un poco avergonzada y evitó el contacto visual. "Pensé que lo estaban haciendo muy bien. Pensé que todos ustedes lo estaban. Sin embargo, ella solo podía concentrarse en lo negativo".
"No me malinterpretes cuando digo esto, pero creo que está siendo dura con nosotros por una buena razón".
Ryujin parecía escéptica. "¿Cómo puedes estar tan seguro? Parecía bastante molesta".
"Cuando la gente está molesta, muestra que les importa".
Ryujin permaneció en silencio reflexionando sobre lo que señaló Heejin. Había verdad en lo que era comprensible. A Ryujin siempre le disgustó, pero al mismo tiempo estaba agradecida por la perspectiva alegre de Heejin. Siempre trató de ver los aspectos positivos de las cosas, algo que es raro ver en muchas otras personas.
"¿Me equivoco?"
Ryujin no quiso arrojar luz sobre el personaje de Yuna, pero esa podría ser una posibilidad.
"Tomaré tu silencio como un no". Heejin dejó la bolsa de hielo y luego se limpió los rasguños con el desinfectante.
Ryujin se estremeció un poco cuando le picó. Ella liberó su dolor vocalmente cuando dijo: "Odio tanto a esa chica".
"No tienes que venir a la práctica si ese es el caso". Dijo Heejin, mientras aplicaba un poco de antibiótico a continuación.
"Divertida historia en realidad..." Ryujin tenía una mirada cuestionable.
Heejin parecía angustiada. "Ryujin, es el primer día. Han pasado muchas cosas, muchas más de las que me hubiera gustado. ¿Qué más hay?"
"Ella es mi compañera de estudio para mi clase". Ryujin confesó, un poco nerviosa por la respuesta.
Heejin parecía absolutamente acabada. "¿No puedes intercambiar compañeros o algo así?" Heejin solo quería una solución rápida.
"Podría preguntar. Aunque no creo que a Sana le guste eso".
Los ojos de Heejin se abrieron. "¿Disculpa? ¿A quién acabas de decir ahora mismo?"
"Sana. Sra. Minatozaki".
Heejin golpeó su brazo. "¿Por qué eliges ahora contarme todo esto?"
Ryujin tenía una sonrisa inocente. "¿Ups?"
Heejin solo puso los ojos en blanco. Continuó limpiándose la mejilla raspada y decidió que sería mejor dejar que se aireara que cubrirla con una tirita.
"Gracias." Ryujin mostró tímidamente.
"Es lo menos que podía hacer". Heejin sonrió. "Además, necesito devolverte el favor".
Ryujin agitó su mano. "No fue gran cosa".
"No solo estoy hablando de antes".
"No tienes que hacerlo". Ryujin no quería agobiar a Heejin.
"¿Simplemente no te metas en problemas". Heejin se alejó.
Ryujin tapó su boca y gritó. "¡Solo quieres conocer a Sana!"
"¡Tal vez! ¡Pero también sé que te gustaría más como pareja que esa perra!" Ella gritó de vuelta.
"¡Hah! ¡Así que piensas que tu propia capitana también es una perra!" Ryujin tenía una sonrisa de ganador.
