Summertime sadness

Capítulo 5

Cuando terminaron las clases, Matt yo regresamos a nuestra habitación.
Él se metió a la ducha, mientras yo me cambiaba de ropa. Cuando él salió, me di la vuelta;  pude apreciar su cuerpo desnudo. Su piel era pálida y su abdomen delgado y marcado; mis ojos recorrieron todo su cuerpo, hasta que él llamo mi atención.

—¿Ves algo que te guste? 
—pregunto, arqueando una ceja.

—No es algo que nunca allá visto.
—dije dandome la vuelta, para ocultar mi sonrrojo.

—¿Entonces ya has visto, cuerpos desnudos?  —preguntó.

—Tal vez.  —respondí.

Hay que aceptar que Matt, siempre a sido un chico muy guapo,  creo que es de esos hijos de afrodita. En cambio yo, me siento como un hijo de los perros de ades.

Matt se cambió. Luego fuimos por Jade, para ir al primer entrenamiento de nuestro nuevo amigo. Creo que con solo dos días de convivir con migo ya estaba tomando la misma confianza, que teníamos cuando eramos vecinos.

Llegamos al campo del internado; ya estaban todos los de el equipo, con el entrenador calentando,  para comenzar a entrenar.
Cuando Ander nos miro llegar, hizo un gesto con la mano a Matt, indicándole que se uniera a lo que estaban haciendo.

Jade y yo nos sentamos en una de las bancas,  que estaban a la orilla del campo. Desde donde estaba, pude ver como Ander presentaba a Matt al equipo, y luego se pusieron a jugar.

El juego se miraba muy entretenido y divertido,  hasta que  me estamparon la pelota en la cara, haciéndome  caer hacia atrás de la banca.   La perra de Jade, en lugar de recogerme se comenzó a reír a carcajadas.

—¿Estas bien, Ian?  —preguntó Matt, recogiendome del suelo. 

—Como voy a estar bien con ese pelotazo que me metieron. —dije tocándome la cara.

—¿Quien fue?  —pregunte.

—Fui yo. Perdón, no fue mi intención
—dijo.

—Eres un cabron. Es a la meta que tienes que darle, no a mi.  —dije sacudiendo mi ropa. 

—Y  tu Jade; deja de reírte perra.
—dije frunciendo el ceño.

—Que gracioso caiste Ian.  —dijo aún riéndose. 

—A mi no me hace gracia, fijate.
—dije enojado.

—Eres un aburrido Ian, por eso pasas triste todo el tiempo. 

Auch. Eso dolió.
Ella tenia razón, por eso me limite a responder. Yo nunca buscaba el lado opuesto a las cosas, por eso mi energía carecía de felicidad.  Creo que ella sabia muy bien como aplicar la ley de polaridad;  es en la cual se dice, que todo tiene un lado opuesto igual y exacto, y para subir tu vibración, tienes que buscar el lado opuesto a las cosas malas. Pero yo nunca hago  eso, y simplemente me aferro a la reacción, que me hace sentir todo lo malo que me pasa. Nunca he buscado el lado bueno de estar en este internado, y creo que no lo tiene, hay cosas que no tienen un lado bueno,  y espero estar equivocado.

Luego de que me metieran el pelotazo, siguieron jugando.
Levante la mirada al cielo y en el horizonte, se asomaba una gran capa de nubes grises; lo que indicaba que se acercaba una tormenta; en efecto, a los minutos comenzó a hacer aire, y luego comenzó a llover.

—Ian vamos. —dijo Jade, tomándome de la mano, y comenzamos a correr.

Fuimos corriendo; Jade se despidió con un gritó, entrando al edificio donde duermen las chicas; y yo seguí hasta llegar al edificio de los chicos. Cuando llegue mi ropa estaba mojada; a si que camine a mi habitación para cambiarme.
Me metí a la ducha y me bañe; tire la ropa mojada en la cesta de la ropa sucia, y me puse ropa cómoda, me acoste en mi cama y cerré los ojos; hasta que el ruido de la puerta abriéndose, llamó mi atención.

—Estás mojado. —dije mirando a Matt de arriba, a abajo.

—Dime algo que no sepa.  —respondió; reí por lo que dijo.

Luego Matt se dirigió al baño. Yo dormí unos minutos hasta que desperté.

Matt estaba en la cama, al lado de la mía; él estaba usando su celular. Él  usaba unos pantalones cortos; de color negro, y estaba sin camisa.

Al mirarlo así tube que controlar mi calentura e ignorar la situación.

Tomé mi mochila, saqué mis cuadernos y lápices,  me puse a terminar tareas que tenia pendientes.