Huellas de un Chico en Guerra

«Dientes»

No voy a decir que no lo pensé.
Lo hice.
En silencio‚ en el medio de la noche‚ imagine la sangre manando y las paredes cerrándose‚ los minutos pasando y las horas acortándose.

Lo viví‚ lo tome entre mis manos y lo pensé.

Sospese el tiempo entre mis dedos como si fuera un ente viviente‚ y junto con mi vida; separe el recorrido.

Fragmentos‚ esquirlas‚ pedazos devastados fue lo que ví.
Un corazón tan martillado y cansado que casi no latía.

Fue tanto el dolor‚ que no aguanté y grité; hasta que sentí las cuerdas vocales en carne viva‚ y la voz quedó tan ronca como millones de voces dentro de mi garganta.

Respiré y lo hice‚ cogí papel y pluma.

Recogí la tinta regada en la habitación y escribí mis emociones; hasta que sentí la sangre manar de las yemas de mis dedos.

Hasta que mi alma quedó tan plasmada que me sentí arder de fiebre‚ hasta que las lágrimas empañaron mi visión y mi cuerpo colapso.

Hasta que me sentí vacío de creatividad y de aliento.

Era la única manera de sacarlo todo y hacerlo vivo.
La única forma de estrechar la mano de mi Yo destrozado‚ y sacarlo del vacío.

Porque el vacío me estaba mirando‚ y a la bestia no le gusta que le enseñes los dientes.

Así que tienes que ser más astuto y aprender a controlar esas emociones que corroen.

Para que cuando venga‚ con sus mandíbulas y sus fauces. Ya tú tengas una espada en tus manos‚ y la determinación de los caídos.

Los que caen y caen
.. y se hunden tan hondo que luego no hay quién los pare.
Porque ya cayeron‚ ya saben lo peor‚ ya han pasado por su infierno.
Por su prueba...
Y ni el mismo Diablo puede hacerlos sangrar.
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