capitulo 9

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Ya era hora, tuvimos que montarnos al avión después de pasar el check in, embarque, migración y la sala de embarque, ya pudimos entrar y irnos.

El avión era espacioso, con muchos asientos, ventanas etc, estábamos buscando nuestros asientos, a mi me toco en la ventanilla al lado de Manuel, a Elena le toco al lado de una chica, y a mis padres les toco juntos, todos estábamos en la misma fila de avión

Al principio estaba un poco asustada, pues no me había montado antes en un avión, bueno una vez pero de pequeña como con 3 años, estaba nerviosa pero medio triste. Luego de un rato cuándo estaba sentada en el avión estaba tan relajada que me dormí y sin darme cuenta pasaron 40 minutos mientras el sueño navegaba en mi mente . Repentinamente me desperté  y justo en ese instante había un hermoso paisaje por la ventana me quede impactada , como los rayos del sol rodeaban las nubes con un color anaranjado casi rojizo, lo cual me transmitía una energía positiva y relajante, era maravilloso a pesar de estar triste de inmediato se lo mostré a Manuel para que pudiera apreciar la vista el también, fue uno de los paisajes más expectaculares que e visto en mi vida, un gran atardecer sensacional y cómo me esperaba a Manuel también le encantó.

Tras deleitar el paisaje el tiempo pasó volando y oscureció mas rápido de lo que esperaba, quería dormir más para descansar pero mi tristeza me invadía totalmente además del dolor de cabeza que tenia luego de un ratito me dio hambre y pues tuve que pedir algo para comer , le pregunté a la azafata lo cual me costó mucho ya que no sabia cómo preguntarle, pero al final hubo un preciso momento en el que la chica me notó inquieta y era que pues ya estaba muy hambrienta por suerte ella me preguntó que si estaba todo bien o si necesitaba algo ? Aproveche y pregunté por el menú la verdad había mucha variedad , manuel también tenía hambre y pidió spaghetti yo pedí una ensalada de pollo con una tostada de queso y pedimos 2 botellas de agua. 6 minutos después nos lo trajeron, la ensalada estaba riquísima pero el queso en la tostada no me gustó mucho, pero bueno ya estabamos satisfechos y mi hambre insaciable desapareció al instante, minutos después ya habíamos aterrizado, los aplausos de las personas hacían que mi dolor de cabeza empeorara

Otoño de hojas caídas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora