honeymoon

harry & louis (pt1)

El dulce olor a tabaco infiltro mis fosas nasales lentamente. Me encontraba en una agonía tan preciosa como las noches de soledad con un cielo estrellado y el calor de verano sofocándome lentamente hasta dejarme sin respiración. Aquí bajo la presencia fantástica de la luna puedo confesar, que por primera vez en mi vida ya no tengo mas sonrisas para fingir, que ya no tengo mas comentarios cargados de frescura y amabilidad para soltar y que ya no queda tiempo para pensar en todo aquello que hicimos mal.

El cigarrillo se consume lentamente en mis dedos y ahora no puedo evitar pensar en ti y en que ella probablemente ahora se encuentre debajo de tus sabanas. ¿Qué podría haber hecho para que finalmente la dejaras? ¿Qué podría haber hecho para que finalmente me prefirieras antes que a ella?

Porque, según recuerdo, y mi memoria nunca falla que conste aportar, ella era lo que querías, pero yo era lo que realmente necesitabas. Y lo entiendo, porque muchas personas nos llamaron enfermos, otras nos hicieron desarmarnos en lagrimas y sangre. Pero yo quise pensar que aunque toda este triste desazón habite en tu corazón (énfasis en la rima) tu aun correrías a mis brazos cuando ella no lograra nunca comprenderte.

Estoy escribiendo esto, para que cuándo por fin logre verte nuevamente pueda leerte todo esto y sepas como realmente me siento, porque nunca te lo dije, porque nunca quisiste escucharlo.

Todo comenzó cuando entraste a la heladería con tu cara llena de confusión, pensando que yo no te había notado, pero ¡oh cariño! puedo decirte que fuiste el foco de mi atención hasta antes de haber entrado.

Desde que decidiste pedir un café antes que un helado logre notar quien eras. Una persona completamente tradicional, realista y seguramente con una esposa y dos hijos esperándote en casa mientras todos cocinaban juntos esperando tu llegada, para luego a la noche hacerle el amor dulcemente a tu esposa mientras le susurras cuanto la amas. ¡Oh cariño! pude notarlo en tu mirada.

Me sentí completamente afortunado desde que entraste, yo sabia lo que el destino nos tenia preparado, antes de realmente comprenderlo.

Y cuando te fuiste fue aun mucho mas frustrante que cuando nombraste a tu esposa. Aunque yo te dije que te fueras, esperaba que no lo hicieras, que estuvieras tan enojado con tu esposa que no pudieras volver a verla y te quedarás conmigo riendo de mis incoherencias y comiendo tantos cannolis que terminaras con el estómago a punto de explotar.

Quise reír en ese momento, porque aquello fue lo primero que pensé y yo no te conocía de nada, era la primera vez en mi vida que te había visto y decidí que esa no sería la última vez que te vería.

[...]

Harry abrió la puerta con temor de encontrar a Delilah sentada en la sala, aún esperando por su regreso. Se alivió notablemente cuando no la encontró allí y no sintió más que el ruido de la soledad en aquellas paredes blancas y espaciosas.

Harry realmente quería seguir conversando con Louis, le había parecido un chico bastante interesante y había logrado olvidarse de la existencia del problema que había tenido con su esposa, sintiéndose más relajado y sacándose un peso de encima. Pero sentía que lo correcto no era quedarse ahí; Porque lo que había dicho Louis lo había hecho entrar en razón.

Su esposa estaba sola en una habitación de hotel, probablemente llorando, mientras él hacía lo que sea con Dios quiera saber quien y la imagen que llegó en su cabeza, de que su esposa tal vez estaría muy devastada armando escenarios irreales en su cabeza, pensando en que él se arrepentía de haberse casado con ella, lo hizo enojarse con si mismo y sentirse como la peor persona del mundo.

Así que dejó su orgullo de lado y camino con miedo a la habitación que compartían, esperando encontrársela en la cama llorando. Abrió la puerta e internamente agradeció que aquel escenario no hubiera sucedido, porque él tal vez no hubiera tenido la fuerza para enfrentarlo.