Vida antes del cambio (FURRY/YAOI)

[ Capítulo 1 ]

-Tengo que decirte algo -nos vamos a un lugar algo alejado de las fursonas, se puso nervioso, ¿qué va a decirme?-. Escucha, ya no quiero ser tu amigo.

-...¡¿Qué?!

...¿Qué acabo de escuchar?

-Bueno, ya te lo he dicho, así que no vuelvas a llamarme nunca -intenta irse pero lo detengo.

-¿Porqué?¿hice algo mal? Si me lo dices voy a cambiar, en serio.

-Porque eres realmente molesto como eres tu -y se fué.

¿Toda mi vida será así de solitaria?¿Acaso yo soy el problema?

-Tsk, de todas maneras no éramos tan cercanos -en fin, debía haberlo previsto.

Comienza sonar la campana, indicando que ya es hora de estar en la prisión otra vez.

No me mal interpreten, solo fíjesen en como los estudiantes entran a los salones como si fueramos prisioneros.

Soy casi de los últimos en entrar y me apresuro a sentarme en mi lugar.

Como ya vamos a comenzar la otra mitad de las clases de hoy día, será un poco aburrido.

Lo que sí me tiene algo inquieto desde que llegué aquí a la Universidad es la presencia de aquel tigre que está atrás mío, es mas, diría que me está mirando fíjamente.

-¡Señor Lucas!

-Eh ¿ah?

-¿Sí está prestando atención verdad?

-Eh... si profe.

-Si no lo conociera, diría que estaba pensando en otra cosa.

El profe de ciencias no me agrada, de hecho, nunca me agradó, recuerdo que comenzó como dos días después de haber entrado a la Univerdidad y digamos que me volví popular por unos días.

.....

-¡Sí! ¡Por fín libertad! -creo que celebré antes de lo esperado.

-Señor Lucas, todavía no me he ido del salón, recuerde que todavía no ha pasado el año escolar.

Creo que pondrá tarea extra.

Salgo de la jaula y voy directo a mi dormitorio, de verdad sería increíble poder tener tu propia habitación de no ser porque tengo que compartirla.

Me tocó compartirla con una pantera de más o menos mi edad, se llama Kevin y por el momento no hay problema, creo que haré otro amigo, si es que no vuelve a pasar como hace rato.

Entro a mi habitación y lo encuentro leyendo acostado en su cama, me saluda sin mirarme.

-Hola, ¿cómo te fue hoy?

-Diría que bien, más o menos.

-Ahora que te pasó.

Dejo mi mochila aun lado de mi escritorio y me acomodo en mi cama.

-Resulta que mi supuesto "amigo" dijo que ya no quería ser mi amigo, debí haberlo previsto, ahora no tengo a nadie con quien pasar el rato.

-¿Y yo soy nadie?¿ni siquiera somos amigos? -me sorprendo por lo que dijo, ¿en verdad quiere ser mi amigo?

-¿Tu lo quieres ser? -se levanta y se pone acomodar sus cosas para la siguiente clase.

-Yo ya te consideraba un amigo desde que nos empezamos a llevar bien.

Sin perder tiempo me levanto y lo abrazo por la espalda lo más fuerte que puedo.

-Esto....gracias, me hace felíz no estar solo de nuevo.