>UA porque yo amo Heathers y su musical.
>Tnt duo.
⚠️Contenido Violento(?
>Les recuerdo que NO me apegaré del todo a algunas cosas de la obra original, esto es como una mezcla de la película y el musical.────┈┈┈┄┄╌╌╌╌┄┄┈┈┈────
Se recostó contra su casillero y respiró profundo, reteniendo el aire en sus pulmones tanto como fuese necesario para no perder la paciencia, la cual dudaba poseer desde hace algunos meses.
¿Que más podía pedir? Era popular y media escuela babeaba por él, aunque eso sería más divertido de no tener el zapato de cierta persona metido en su trasero todo el tiempo. Era jodidamente molesto.
Suspiró, justo a tiempo para ver cómo una mano era estampada a un costado de su cabeza, el sonido lo estremeció pero no borró la expresión de fastidio que llevaba.
ㅡQuackity deja de perder el tiempo pensando ahora mismoㅡ Proclamó el rubio frente a él con una mueca en los labios, rápidamente lo vio enderezarse y la mano que había azotado el casillero descansó en su cintura ㅡNecesito que escribas algo con la letra de Sam. George sirve de apoyoㅡ.
El castaño asintió e inclinó su espalda mientras el pelinegro que se había mantenido en el fondo le tendía una hoja y un bolígrafo. Quackity suspiró nuevamente y tomó las cosas, escribiendo todo aquello que era dictado por el rubio, básicamente una invitación a la fiesta de Sam, uno de los jugadores de Fútbol americano más populares de toda la escuela. Nota que fue puesta con disimulo dentro del casillero de Ponk.
ㅡ¿No creen que es demasiado? Ustedes saben que Sam no lo invitaría a su fiestaㅡ Cuestionó el de beanie, la verdad es que nada de eso le gustaba pero cuando se trataba de la malvada Trinidad de la escuela, nadie podía decirles que no.
Vestido de verde, rubio, alto y con una actitud de perra inigualable se alzaba Dream, líder de aquel grupo, popular, adinerado y básicamente el rey de la escuela. El chico por el que babeaba todo Westerburg High.
De cerca le seguían George y Sapnap, llamados por algunos las mini copias de Dream en azul y naranja. Juntos conformando al Dream Team, o al menos a la parte que todos conocían como la "Malvada Trinidad".
Después de ellos estaba Quackity, quien había escalado hasta la cima de la popularidad gracias a que sabía replicar letras y de ves en cuando era tratado con un poco de deferencia por Dream. Veces que se podían contar con una mano.
ㅡ¿Vamos a tener un problema?ㅡ Musitó Dream, el veneno saliendo por su mirada filosaㅡ¿Me quieres contradecir?ㅡ. Se acercó, acorralando al más bajo contra los casilleros ㅡHas llegado tan lejos, ¿Por qué ahora me jodes así?ㅡ.
Quackity frunció el ceño, sus miradas se mantuvieron en conflicto. Estuvo a punto de decir algo pero el rubio se le adelantó con aquellas orbes esmeraldas repletas de hostilidad.
ㅡPodría romperte la cara, delante de toda la escuelaㅡ. Esbozó una sonrisa y se apartó un poco, el más bajo sintió como sus piernas temblaron, Dream lo superaba en tamaño, por mucho, no quería ni imaginar como habría de sentirse un golpe suyo ㅡ¿Pero sabes que? Seré amable, así que escucha bien, perraㅡ.
Como si de un número musical se tratase tanto Sapnap como George tomaron lugar a ambos lados de su líder, proyectando sobre el mexicano una sombra amenazante.
ㅡMe gusta beber, gastar el dinero de mi padre porque tiene tanto como para que me importe una mierda. Adoro vestirme bien y molestar a Nerds como ese Ponk. Puedo hacer tanto como se me plazca porque tengo algo que los demás noㅡ Exclamó el rubio mientras la sonrisa en su rostro se hacía amplia. ㅡSi no tienes las pelotas para hacerlo, pues bien, ve a llorarle a tu mami. Pero si quieres venir con nosotros tendrás todo al alcance de tu manoㅡ Se anunciaba, recargando su peso en una pierna, cruzando ambos brazos sobre su pecho.
ㅡNo se que estás esperandoㅡ Continúo George ㅡSolo tienes que probarnos que no eres un pobre perdedorㅡ Canturreó, imitando aquella pose creída que Dream había puesto.
Welcome to my Candy Store
ㅡChicos lindos, todos a tus pies, ya lo verásㅡ Se acercó Sapnap a su costado, sus colmillos llamativos entre su sonrisa perlada.
ㅡSolo tienes que dejar de preocuparte por perdedores como... eseㅡ Señaló George, apuntando con su dedo hacia el casillero de Ponk, cuyo dueño se encontraba con la preciada nota entre sus manos. Quackity pasó saliva.
ㅡPero, si te vas, no hay marcha atrásㅡ Siseó Dream en su oreja, cual voz de un demonio. ㅡY si no te importa perderlo todo a nosotros que más nos da. Ve a jugar con los perdedoresㅡ Soltó un risa, deshumorada y cruel ㅡO bien, puedes quedarte con nosotros y te asciendes a la cima ¿No me digas que eres un marica con miedo al éxito?ㅡ.
ㅡ¡Yo no soy..ㅡ.
ㅡPruebaloㅡ Sentenció ㅡPuedes unírtenos, vivir el sueño, o puedes morir solo, deprimido y acabar como eseㅡ. Apuntó con su dedo y apenas el de beanie se dio vuelta vio como Ponk se acercaba en su dirección ㅡSi quieres ser popular haz tu elección, deja de contradecirme o... te ira peorㅡ Sentenció y la presencia del Dream Team se alejó de él para darle paso al moreno de cabello Albino.
ㅡ¡Mira esto, Quackity!ㅡ Exclamó el de cabello blanco, una amplia sonrisa plasmada en su rostro ㅡ¡Sam me invitó a su fiesta! Eso significa que ha estado pensando en míㅡ Celebró en lo que a Quackity se le iba el alma del cuerpo. Podía sentir la molesta e insistente mirada de Dream clavada en su nuca y una ligera punzada de culpa hacer nido en su estómago.
ㅡYo... Eh, me alegro por tiㅡ. Sonrió con falsedad, dejando que la oportunidad de hacer lo correcto se escapara de sus manos como si nada.
Ponk se fue, brincoteando de alegría mientras el Dream Team volvía a cernirse sobre el mexicano.
ㅡ¿Ves? No fue tan difícilㅡ Se río el pelinegro con burla.
ㅡ¡Cierra el oscico, Sapnap!ㅡ Le espetó el rubio.
ㅡLo siento Dreamㅡ.
Welcome to my Candy Store
ㅡSuficiente, tenemos cosas que hacerㅡ Señaló dando por terminada la atención hacia el más bajo, la cual, según Dream, había sido demasiada ㅡYa es hora del almuerzo, por ende hora de la encuesta. Quackity toma notaㅡ.
Volvió a suspirar por enésima vez en el día, tratando de no perder, más, su paciencia. Extendió su mano y George le entregó una tabla que había sacado de Dios sabrá donde.
Dirigidos por Dream avanzaron por los pasillos hasta la cafetería, las encuestas de Dream eran un poco descabelladas y fuera de cualquier sentido pero por alguna razón era parte de su rutina.
Mientras se paseaban por el lugar haciendo la tonta pregunta del día una mirada capturó la de Quackity por unos segundos. Ojos rojos, oscuros y con una chispa picosa que lo dejó helado en su sitio.
Mierda, es sexy. Pensó el mexicano sin poder apartar la mirada, teniendo como resultado que el dueño de aquellos ojos sonriera y alzara su mano ligeramente para saludar.