•Capítulo 2•

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Me levanté y bajé a tomar desayuno.

–Ayer no cenaste– dijo Steve.

–No tenía hambre– dije– ¿Y mamá y papá?

–No están– dijo Milagros.

–Nana– dije– ¿Sabes que pasó ayer?

–No mi niña– dijo Milagros.

–¿No te dijo Steve?– dije mirándolo.

–Lissie– murmuró Steve.

–Se peleó con Matthew– dije– En el patio trasero.

–Debió ser por algo– dijo ella– ¿Qué te pasó en tu brazo?

–Matthew le pasó– dijo Steve.

–Bien merecido el golpe– dijo Mili.

–Bueno– dije– Me voy a clase.

–¿Caminando?– preguntó Steve.

–Hago ejercicio– dije.

Tomé mi mochila y salí de casa, al instante escuché un auto y ví a Cameron.

–Te dije que no hacía falta que vengas a mi casa– dije viendo el auto.

–Lo sé– dijo él– Anda, sube.

–No– dije– Iré caminando.

–Llegarás tarde– dijo él.

Tenía razón.

–Bueno– dije– Pero que quede claro que solo lo hago porque llego tarde.

Me subí a su auto y fuimos al instituto.

–Hemos llegado– dijo él.

–Al fin– dije– Gracias por traerme, adiós.

–Adieu– dijo.

–Francés– dije riendo– ¿Grande langue mais un peu difficile n'est-ce pas?

–Sí– dijo Cameron– Es difícil y es un gran idioma pero no me llama mucho la atención.

–Pues– dije bajando del auto– Ya somos dos, nos vemos Cameron.

Cerré la puerta y me dirigí a la puerta del instituto, entré y me encontré a Delfina y Katherine.

–Estas viva– dijo Katherine.

–¿Emm si?– dije confundida.

–Te fuiste con Cameron Blake Miller– dijo Delfi– Eres lo más escuchado en el instituto.

–¿Ah?– pregunté.

–Se enteraron que Cameron te llevo a tú casa y que te trajo al instituto– dijo Katherine– Y mi primo es muy.....¿Popular?

–Oh– dije– Bueno, yo también soy un poco popular.

–Es cierto– dijo Delfi– Pero ahora lo eres aún más.

–Increíble– dije– Ahora me van a odiar más.

–Una razón más para seguir viviendo– dijo Katherine– No les hagas caso.

–Eso haré– dije– Vamos a clases o llegaremos tarde.

Fuimos a clases y entramos al salón, todas las miradas se desviaron hacia mí y me senté con Delfina y Katherine.

–Que lindo– dije sarcásticamente– Ahora todos me miran.

Katherine rió y Delfi igual, empezó la clase y después de varias horas al fin terminó, salimos y fuimos a la cafetería.

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