Capitulo #22

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¡𝑬𝒍 𝒆𝒔 𝒎𝒊 𝒉𝒊𝒋𝒐! ¡𝑳𝒐 𝒄𝒓𝒊𝒂𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏 𝑺𝒆𝒎𝒊𝒅𝒊𝒐𝒔!

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¡𝑬𝒍 𝒆𝒔 𝒎𝒊 𝒉𝒊𝒋𝒐! ¡𝑳𝒐 𝒄𝒓𝒊𝒂𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏 𝑺𝒆𝒎𝒊𝒅𝒊𝒐𝒔!

La diosa sonríe al ver al bebé en sus manos, pero cuando se lo iba a entregar a la mujer vio a un shinigami llevársela a lo que no pudo hacer nada, a lo que sintió impotencia y comenzó a derramar lagrimas, el bebé reacciono a esto a lo que la toco y esta trato de sonreírle.

— Tu serás mi hijo de ahora en adelante... hasta que el mundo deje de vivir...

— Mi señora... tiene que regresar a el infierno... la necesitamos allí...

Aquel shinigami me hablo antes de partir, pero no lo tome en cuenta y camine más allá de mi templo vacío y olvidado, a lo que me encerré con el pequeño en brazos, mientras lloraba por la ayuda de mi abuelo.

— Izanagi... dios del todo escúchame... escucha a tu nieta, la reencarnación del odio y dolor... ayúdame a olvidar... te lo ruego... 

Nunca tuve respuesta, sabia que ya lo había perdido todo, perdí tantas oportunidades de sentir y todas me las quitaron, a lo que solo me quede llorando con el pequeño en brazos no era la primera vez que lloraba pero si juraría que seria la ultima.

Los días pasaban hasta que comencé a caminar con el bebé en brazos, a unas montañas que decían que estaban malditas en donde comencé a sentirme viva de nuevo, hasta que vaya visitas las que tuve, mire aquellos dioses que reconocía a la perfección.

— ¿Qué hacen aquí...?

— Veníamos por explicaciones, en el olimpo escuchamos los rumores de que diste a luz al hijo de un mortal, ¿Es eso cierto?

— Eso no les importa a usted rey de dioses... Zeus...

— Claro que nos importa tu eres la prometida de Hades, están unidos por los dioses

— Si, lo acepto estamos unidos, pero el me abandono, el rompió su juramento, el juro no dejarme sola, juro olvidar a la maldita de tu hija! Pero no lo hizo...

— Lisener... nosotros sabemos que Hades hizo mal al dejarte... pero a dar a luz al hijo de un mortal tiene muchas diferencias — Hera trataba de calmar la situación

— Claro... si yo fornico con un mortal es pecado y juzgado pero si es un dios o Zeus tu lo perdonas como si nada, claro castigas a sus amantes, pero donde queda tu dignidad como diosa!

Estaba llena de odio y dolor a lo que escuche al pequeño llorar y corrí a tomarlo en brazos sentí como era que ellos estaba detrás mío mirándolo.

— E-es un hermoso bebé... Es una pena que tenga que morir... — Hablo Hera con odio

— No se atrevan a tocarlo! Es mi hijo! 

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— No se atrevan a tocarlo! Es mi hijo! 

Me asustaba el hecho de que ellos hicieran tales cosas, a lo que cuando estos estaban apunto de atacar, lo vi a él tan imponente como siempre, lleno de energía.

— Hades! ¿Qué haces aquí? — Pregunto su hermano menor

— La pregunta es que hacen ustedes aquí... no deberían de estar en este lugar, y menos tratando de atacar a mi diosa

Estaba atónita él estaba frente a mi, no sabía como reaccionar a lo que solo trataba de llenarme de valor o de fuerzas para proteger al pequeño.

— Ya no es tu diosa, ya no sabemos si lo es! No es por nada Hades, pero ahora lo único que parece es ser un zorra mortal — dijo Zeus sin pudor —

Antes de que Hades hiciera una locura solo vi que del cielo dos espadas de fuego separaron a los dioses, una era reconocible pero la otra nunca la había visto, a lo que mis padres bajaron y alguien más con ellos.

— Dios Zeus, es un gusto saludarlo, pero pido que se retire de las tierras de la familia de mi prometida e hijo, no quiero que altere a mi hijo

No sabía que hacer, no sabía lo que estaba pasando pero no tenía palabras para reaccionar pues mi padre solo me miraba con enojo, a lo que Hera y su esposo se fueron del lugar yo pude respirar tranquila, pero las miradas que se lanzaban Hades y aquel hombre de cabello fuego, eran aterradoras.

— Princesa del odio, te estuvimos buscando... regresa con nosotros a casa, su majestad Izanagi ya tiene todo preparado para tu boda, te casaras con Zhu Rong, dios del fuego chino, el quiere tomarte como esposa y reconocer a su hijo al fin...

Aquellas palabras me sorprendieron a lo que mire al dios, haciendo que este me sonriera amablemente y mire a Hades, quien solo contenía sus celos y enojo.

— ¿Su hijo? Así que es su hijo... — Hades pregunto — Como pueden entregar a mi diosa a otro dios

— H-Hades... 

— No digas nada Lisener, Bien entonces si es así yo también puedo casarme con otra diosa, espero que tu hijo crezca fuerte y lleno de dones

Mi corazón ardía como nunca, solo lo vi entrar al infierno, el dios Zhu se acerco para abrazarme no sabía que hacer, a lo que solo las lagrimas comenzaban a salir.

Cuando llegamos al palacio de mi abuelo me arrodilla ante él y toda mi familia, para perdió disculpas y aclarar mi situación.

— Este bebé no salió de mi vientre! El es el hijo de una mortal seguidora mía, con otro mortal, pero a pesar de eso es mi hijo! Y lo criare como un semidios aunque ustedes se opongan a mi causa!

— Bien... lo criaras como un semidios, por que se una sola cosa querida, cuando de tu vientre nazca un dios lo regresaras a los mortales, y se eliminara todo recuerdo de que fue tu hijo

— S-si abuelo...

...

Ya había vivido esto, pero esta vez no habría alguien que me rescatara, cuando las mareas de los dioses se calmaron un poco, se anuncio la boda del dios Hades y su ya esposa la diosa Lua, todo mi mundo murió, todo estaba perdido.

Estaban terminando de arreglar mi cabello a lo que me puse de pue para comenzar a caminar hacia la gran puerta, las voces de los demás dioses llenaban mi mente, me atormentaban hasta que lo vi a él, al lado de su nueva esposa, grite por dentro y la maldije "De ese vientre no habrá vida jamás Lua no tendrá descendencia con mi dios, ni con ningún otro, y será así hasta que ella muera" cuando me di cuenta ya estaba en aquel lugar en donde la ceremonia comenzó...

— Qué el matrimonio de estos dioses sea consumado por el amor de ambos, que en el vientre de nuestra diosa nazca un nuevo dios que sea amado por todos y herede las tierra de la señora del infierno.

— Mi Dios Hades... — Susurro —

— Mi diosa Lisener... — Pensó el dios del infierno —

 — Pensó el dios del infierno —

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Mi Diosa | Hades y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora