T5E07: Mei de Khanna

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Ghandi no se abstuvo de preguntarle a Kai al día siguiente. A sabiendas de que, si no le decía de una buena vez, la chica iba a seguir insistiendo hasta colmarle la paciencia, se decidió a darle un panorama de las cosas.

Sentados a la sombra del monumento que había en la plaza central del campus, Kai decidió empezar por lo más sencillo:

— De donde vengo, había un criminal que se hacía llamar Zeta. Él y su organización, el Quincunce, mantuvieron el control de mi ciudad durante años, todo desde las sombras. Él es tan sólo un año mayor que yo, pero empezó en la mafia desde adolescente. Zeta tenía varios lugartenientes bastante duros, ¿sabes? Muchos aún son peligrosos para Alba Dorada.

"Entre ellos, había uno llamado Arze", siguió explicándole Kai. "Arze era especialmente listo. Un as en muchas disciplinas y al servicio de Zeta, aunque no especialmente leal. Cuando Zeta por fin fue capturado, mucha gente bajo su cargo decidió empezar su propio negocio y Arze no fue la excepción. No supimos de él en mucho tiempo, pero según el informe, los agentes que fueron a cubrir lo de Coatepec creyeron haberlo visto por ahí.

Ghandi empezó a entender lo preocupante que era cuando Kai sacó su teléfono y abrió desde ahí una copia del expediente criminal de Arze que Alba Dorada había reunido. Se consideraba activista político, pero tenía suficientes crímenes terroristas en su haber que más bien parecía una persona organizando golpes de estado por todos lados.

— Según algunos reportes, las zonas de Oaxaca sin la influencia de partidos políticos han empezado a afiliarse a algo llamado "La Armada Carmesí". Creemos que Arze puede estar detrás de eso. Aún no sabemos si trabaja para alguien más o no, pero Arze parece haber asimilado a algunos malasangres en sus filas y...

— Temen que esté acercándose a Xalapa, ¿no? - Preguntó Ghandi, tan seria como podría estarlo.

Kai asintió.

— Verás, esta información es algo delicada. No sabemos bien contra quiénes nos enfrentamos, pero desde que sabemos que el Nightstalker filtró información de Alba Dorada, nos hemos estado preparando para que todo el mundo se venga encima nuestro.

"No solo eso", pensó Kai. "Estamos preparándonos para recibir la golpiza de nuestras vidas". Tras ver la plaza de Coatepec arder, sus pesadillas parecían cada vez más una realidad.

Por supuesto, la noticia corrió como la pólvora al interior del campus: varios estudiantes venían de Coatepec y uno de ellos, Tezca, del otro grupo que había en la generación de Kai, les contaba a algunas chicas del curso que él venía saliendo de una presentación de su conjunto musical cuando él y sus compañeros vieron el espectáculo macabro frente a sus ojos.

Más tarde, Julia Khanna leyó una noticia respecto a que el presidente municipal de Coatepec había muerto (más bien, había sido asesinado) esa misma noche. Aunque las autoridades locales lo intentaban ocultar, los rumores decían que había sido un atentado terrorista en contra de aquél hombre.

Kai ya no podía permanecer relajado. El estrés se estaba apoderando de él a pasos agigantados y podía observar que sus amigas, las que ya sabían de todo esto, estaban tan alteradas como él: Toph intentaba irse a casa con él siempre que era posible y más gente empezó a anotarse a las clases de defensa personal. Otros tantos se presentaron en la torre Alba Dorada para ingresar al programa de cadetes.

Poco a poco, la atmósfera del campus estaba desintegrándose y Kai no podía hacer gran cosa para detener aquél proceso. Al menos, más gente estaba engrosando las filas de Alba Dorada, pero el costo le parecía muy alto.

Una de las personas que más intranquilas lucían, era Mei. La chica, usualmente alegre y sociable, se la pasaba enfrascada en un diálogo interno del que nadie más podía ser testigo, ensimismada en la mayoría de las clases, yéndose temprano de la escuela para encerrarse en casa por las tardes.

Esta vez, fue Kai quien decidió acercársele durante uno de los descansos.

— Oye, lo siento si incomodo pero... ¿estás bien?

— ¿Por qué preguntas? - Le preguntó Mei, con la guardia baja, volteándolo a ver como si apenas se hubiese dado cuenta de que lucía atípicamente abatida - Podemos... ¿vamos a un café esta tarde? ¿En el centro? - Preguntó la chica, volteando a ver a su alrededor - No quisiera abrirme aquí mismo y...

— Está bien - Accedió Kai con una sonrisa - ¿Nos vamos saliendo?

Mei asintió.

Horas más tarde, en una mesa aparte de algún café en el centro de Xalapa, ambos estaban teniendo una conversación, aunque no era la que Kai esperaba en realidad

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Horas más tarde, en una mesa aparte de algún café en el centro de Xalapa, ambos estaban teniendo una conversación, aunque no era la que Kai esperaba en realidad.

Creyendo que Mei le haría preguntas respecto a Alba Dorada y Coatepec, no estaba preparado para escucharla soltar toda la historia entre ella y Khanna. Eventualmente, se tocó el tema de Coatepec, pues la tarde antes del atentado, ambas habían ido a comprar café y terminaron besándose.

Para estas alturas, la relación de Mei con Khanna no era ningún secreto, pero aún así, Mei se sentía algo confundida: según lo que le explicó a Kai, le preocupaba el hecho de que Khanna era ya una adulta con la vida hecha y que ella era apenas mayor de edad y no sabía bien lo que quería.

Kai la entendió. No es que hubiese pasado por un proceso similar, pero aún así, se daba una idea bastante precisa de cómo debía sentirse su amiga en ese momento. Además, se alegraba un poco de que, por primera vez, no le preguntaran sobre el atentado en Coatepec. Suficiente había tenido con Ghandi en su momento.

— ¿Te gusta Khanna? - Preguntó él, para empezar.

Mei titubeó. No contestó que sí de buenas a primeras, pudo notarlo Kai enseguida.

— Bueno, eso pensé - Dijo Mei - No estoy muy segura, ¿sabes? Siento ese nerviosismo cuando estoy con ella y me agrada su afecto, pero... estoy algo insegura. Tal vez no estoy del todo cómoda con ello porque no sé bien qué hacer cuando salgo con una chica... y eso.

— Pero sales con ella. ¿Tú le gustas?

Mei tampoco supo qué responder. Ahora que lo pensaba un poco, ¿en qué estaba basada realmente su relación con Khanna? ¿Realmente se gustaban? El simple hecho de tener que preguntarse todas esas cosas la preocupaba más de lo que estaba dispuesta a admitir con Kai de buenas a primeras, pero sí que la había puesto a pensar las cosas.

— Me imaginaba. No soy quién para darte consejos románticos, pero yo no me metería en un lugar en donde no sé ni siquiera cuáles son mis sentimientos al respecto. Si los aclaras y decides que quieres hacer el intento, entonces estaré feliz de apoyarte, pero si no... bueno, será tu decisión después de todo.

No era justo, pensó Mei. ¿Por qué Kai tenía que ser tan lindo con ella? Es decir, la conversación trataba de que ella no estaba segura de sus sentimientos y Kai venía a hacerla dudar de más con ese exceso de amabilidad.

Sin embargo, el chico tenía un punto. Era responsabilidad de Mei aclarar sus emociones.

— Gracias por escucharme.

— No es nada - Contestó Kai con una sonrisa.

— Por cierto, respecto al... problema de Coatepec... - Insinuó Mei, cambiando el tema en menos de un segundo.

Kai se resignó.

Aquí iba otra charla que no quería tener.

Literatura según KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora