SANTA:
Lo que menos le apetecía a Queen era ir de picos pardos. Ella estaba harta de fiestas, comida de catering y de admiradores que deseaban formar parte de su vida.
Pero Queen es maravillosa. Siempre piensa en la gente de su alrededor. Es generosa, empática y adoraba verme sonreír.
Ella dijo que sí y por eso John y Chris tuvieron que poner en marcha el protocolo de seguridad para cuidarnos.Entró en el vestidor y elegimos la ropa. Yo un vestidito inspirado en un smoking y ella un palabra de honor color nude y salpicado de lentejuelas que destacaban su piel color canela.
Juro que no fue algo premeditado, pero allí las dos desnudas, apliqué una capa de crema hidratante en su espalda. Estaba muy tensa. Es que no entendí cómo podía girar el cuello o mantenerlo recto. La masajeé, acaricié, masturbé y por fin...penetré, mientras nos regalábamos placer y besos llenos de ternura.
Sé que no todos lo entenderán y lo acepto todo. Es lo que pasa cuando se está muerta. Que se ve más allá y se lee el alma de la gente con mucha facilidad.Cuando bajamos al salón ya arregladas, me fijé en la mirada de Chris. La recorrió con deseo, aunque ella seguía sin ver que el mayordomo, chofer, asistente, se moría por sus huesos y su magnetismo antes o después les llevaría a acabar, al menos teniendo sexo.
La mirada de Chris fue de fastidio cuando me miró a mí. Y es que me encantaba la brillantina. Había aplicado una capa de crema iridiscente en mi piel y mi gloss y mi sombra de ojos brillaban como faros deslumbrando al hombre sobrio y austero que pretendía ser.
—Joder Santa, vas a dejar el coche lleno de esa cosa.
—Yo sacudí la mano como si llevara en ella una varita mágica y le dije:
—Son polvos de hada my friend.
Gruñó algo ininteligible y nos acompañó al coche. Supuse que tuvo que luchar contra el deseo que solo con oler a Queen, sé ahora que le domina.
Entramos en la preciosa mansión y saludamos a los anfitriones, una pareja de VIPS dueños de varios locales de hostelería de alto standing.
Había mucha más gente de la que esperábamos y Queen empezó a agobiarse un poco. Salimos al jardín y un camarero nos ofreció una copa de vino blanco que agradecimos a la vez que el fresco del exterior.
John y Chris habían estado a cierta distancia, hasta que una pequeña crisis, o eso supusimos, se desató en la fachada trasera de la casa. Las alarmas de varios coches sonaban de modo molesto y estridente.
Fue todo muy rápido. Escuché como Queen decía que le parecía haber visto a Carlos.
Yo la reprendí por mencionar al idiota y, en ese momento nos empezaron a fallar las piernas, la comunicación era difícil el cerebro se nos llenó de una niebla espesa.Lo último que vi fue la cara de mi asesino degollándome y a mi amiga, aterrorizada primero intentando acercarse y, a pesar de su esfuerzo, desmayándose justo a mi lado. Antes de irme al otro barrio, eso sí, mordí a ese malnacido.
Minutos después, Chris se dio cuenta de que para mí era tarde, tan tarde que yo ya estaba fuera de mi ser y lo veía todo.
Se llevó a mi amiga y comenzaron su huida. Sabía que la acusarían porque sostenía el cuchillo con el que me habían quitado la vida.
Vi la luz y una voz suave me invitó a avanzar. Tengo prohibido dar detalles, pero logré quedarme para cumplir una misión: convertirme en un ángel solo hasta que mi amiga saliera de aquel lío.
***
Como sabéis, la música para mí es imprescindible. Cuando estaba terminando este capítulo, solo pensaba en lo vacía que va a quedarse Queen. Solo ella y Santa saben cuál es su conexión y vínculo. Sé que los personajes deben ser creíbles y creedme, me torturo intentando modelarlos. Pero hay algo en ellos: son intensos y emocionales. Por eso yo acabo rendida a sus pies.Os quiero fortunit@s
Acordaos de pulsar la estrellita y contadme lo que os ha parecido el capítulo.
#leerromanticaesdevalientes.Mis queridos amigos,
fue un placer viajar con vosotros a través de las redes y las letras. Podéis seguir disfrutando de esta y muchas más historias de la autora en Amazon. El formato electrónico os costará menos que una galleta de Starbucks. Os quiero.
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Alas De brillantina. La amistad está por encima de todo..
RomanceQueen termina su actuación y baja del escenario. Su vida en ese momento es un caos: su carrera musical va a quedar interrumpida, su novio y manager le ha puesto los cuernos y echa mucho de menos a su padre. Lo que Queen no sabe es que las cosas van...