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Capítulo 15: Es su decisión.
Si deciden quedarse o deciden irse.

A la mañana siguiente Keiji había despertado con un mensaje de Shirabu con lo parecía ser una buena noticia, pues al parecer Shirabu los había hecho quedar tan bien frente al juzgado con sus cuidados a los niños, que había decidido que fueran los niños quienes decidieran con quien quedarse, con la condición de que todos decidieron lo mismo. Pues la idea tampoco era separar a los pequeños que habían estado juntos en las buenas y en las malas, en el mensaje también les pedía amablemente a ellos que hablaran con los niños sobre esto, para que ellos pudieran ir pensando en qué decisión tomar.

Si Keiji era muy sincero, no tenía nada de ganas de hablar sobre ello con sus niños, pero sabía que tenía que hacerlo tarde o temprano, pues de todas formas seguían siendo su responsabilidad, no era como que fuera a llamar a los padres reales de los niños para que ellos les dieran la noticia, ni de locos.

Así que con eso en mente salió de su cuarto solo, ya que Bokuto no estaba allí, entrando al comedor pudo ver a su pequeña familia jugando en unas hojas, a lo que parecía tenían que llenar siete casillas de distintas cosas con una letra diferente, sonrió ante la escena de todos recriminando a la pequeña Yaichi por siempre terminar de primeras. Saludo a todos y se dispuso a jugar unas rondas con ellos, por fin desbancando a Yaichi de su racha perfecta y dándole una batalla justa a su pequeña. Miro a Bokuto quien entendió su mirada y con ello empezaron la tan esperada charla por la ansiedad de Keiji.

—Niños, nosotros queremos hablar de algo con ustedes. —comenzó Bokuto, teniendo al segundo la atención de todos en la mesa. —Esta mañana recibimos un mensaje de Shirabu-kun, él nos hizo saber que el juicio que lleva su caso ha decidido que es su decisión con quién quedarse.

—No entiendo. —Dijo Kaori con clara confusión, al igual que sus hermanos,

—Lo que trata de decir Bokuto es que si quieren irse con sus padres pueden hacerlo, pero si quieren quedarse con nosotros también es una opción, sin importar cuál sea, es su decisión.

Los pequeños se miraron entre ellos bastante serios, pero Akaashi lo sentía como si se estuvieran comunicando entre ellos, diciendo mil cosas entre ellos sin necesidad de usar las palabras.

—¿Completamente nuestra decisión? —Terminó por preguntar la pequeña Yaichi.

—Completamente su decisión. —Respondió Kōtarō.

—¿Y si no queremos ir todos con los mismos padres? —preguntó esta vez Akinori, ganándose una mirada curiosa de su hermana mayor.

—Bueno, en ese caso sí deben ponerse de acuerdo, porque todos deben ir al mismo sitio.

—Claramente, iremos con nuestros padres. —Dijo Kaori llevándose la atención de todos, y antes de que sonara peor trato de aclarar lo dicho— No es que no esté agradecida con todo lo que han hecho por nosotros, lo estoy, pero ellos siguen siendo nuestros padres a pesar de todo.

Keiji no iba a negar que le dolía, lo hacía, pero él siempre debía ser neutro y no iba a dejar que la situación lo consumiera, pensó en que decir antes de que quizás todos en la mesa terminaran ofendiéndose, pues estaba casi seguro que la pequeña Yaichi saldría a pelear con su hermana.

—No dudamos que estés agradecida, ni vamos a juzgarlos por la decisión que tomen, después de todo es su decisión y solo nos queda apoyarlos, tomen la que ustedes consideren correcta o en dado caso la que más deseen. —terminó por decir Akaashi con un gran nudo en su garganta, pues en el fondo de él esperaba que los eligieran a ellos.

La conversación se dio por terminada y cada quien fue a su habitación, casi era costumbre que luego de algún momento incómodo cada quien fuera a su habitación y Keiji reflexionó que ni un momento así se pierden las costumbres, se recostó en su cama junto a su esposo quien veía algo en su teléfono, pero al sentirlo dejó el aparato de lado y empezó a dejar pequeños cariñitos en su cabeza.

—Nuestro próximo hijo tiene que ser adoptado, no quiero volver a pasar por esto. —Soltó Kōtarō de la nada.

—¿Próximo hijo?

—Por supuesto, no voy a rendirme con los niños, por esto, si deciden irse dejarán un vacío gigante y aunque suene feo lo vamos a llenar con seis hijos si es necesario.

Akaashi rio, y rio, no sabía de qué, pero lo hacía, se sentía liviano y con ganas de llorar, aunque las ganas las había tenido desde el día anterior, y al final tuvo que hacerlo, últimamente él y su esposo lloraban demasiado, parecían pequeños niños de tres años que lloraban por absolutamente todo, podría confirmar que estaban tan sensibles que si veían la película de comedia más viral encontrarían una razón para llorar a lo que diera.

Su momento fue interrumpido por unos pequeños golpes en la puerta, así que limpio sus lágrimas y dieron paso a cualquier niño que estuviera fuera de la puerta, y por ella entraron dos, Akinori y Yaichi estaban en la puerta casi pidiendo permiso para adentrarse al cuarto de los mayores, Akaashi seguía sintiendo déjà vu cada dos por tres con estos niños. Así que solo les dio la confianza para entrar. Duraron aproximadamente quince minutos en silencio, esperando que los dos niños frente a ellos dijeran algo.

—No sabemos. —Cedió Akinori soltando el porqué estaban allí.

—¿Qué no saben?

—Que hacer —respondió esta vez Yaichi, —queremos quedarnos, pero a la vez sabemos que ir con nuestros padres haría muy feliz a Kaori y en serio queremos hacer esto por ella.

Keiji sintió ganas de llorar, pero tenía que parar de llorar, se iba a deshidratar a este paso, pensó en un pequeño Keiji poniéndose por debajo de todos, para que su padre no estuviera molesto con sus hermanos. Y en el hecho de que si un Keiji de trece o siete años estuviera en la misma posición, tomaría la misma decisión, e incluso sabía que el de ahora también pondría por encima a sus hermanos, antes que sus deseos, antes que todo lo que él quisiera, ¿qué palabras de apoyo podría brindarles a los pequeños, sabiendo que él elegiría lo mismo? No era como que fuera a decirles que se fueran, porque tampoco quería eso.

Y sintió volver a tener once años, sintiéndose completamente indefenso ante todos, pero una mano apretando la suya lo volvió a la realidad, ya no estaba solo, Kōtarō estaba con él, siempre lo había estado, y siempre lo estaría. Lo sabía.

—Bueno, en este caso creo que deben seguir la que más deseen, si quieren quedarse podría hablarlo con Kaori, pero si quieren aún más estar para su hermana deberían ir con sus padres. —Le costaba hablar, pero debía continuar, —de todas formas no importa que decisión tomen, nosotros siempre vamos a amarlos, siempre vamos a estar para ustedes, y siempre serán nuestros pequeños, independientemente si deciden irse o deciden quedarse.

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Con maletas hechas, un auto afuera y lágrimas en los ojos, tuvieron que despedir a sus niños. La decisión había sido tomada hace unos días, días que aprovecharon al máximo con sus niños, y aunque trataron de ser fuertes, ahí frente a su casa abrazando a sus pequeños, se derrumbaron completamente.

—Lo voy a extrañar mucho, señor Bokuto-san —Soltó Yaichi con su rostro en el pecho del mayor. —Cuide mucho al señor Keiji y adopte muchos niños para que les den todo el amor que tienen para dar. Lo quiero demasiado. —Y justo a su lado estaba Akinori abrazando a Keiji.

—Gracias por todo señor Akaashi, aunque aún no olvido que no me dejo faltar a clase el día del examen de matemáticas, — Keiji soltó una risa ante ello. —Lo quiero mucho señor, gracias en serio, cuide muy bien del señor Bokuto, es muy despistado.

—Lo haré. —Respondió y por último quedó Kaori quien se acercó a él y lo abrazó como nunca.

—Estaré eternamente agradecida con todo lo que nos dieron, pero espero puedan entender que siguen siendo nuestros padres y quiero estar con ellos. —Y Keiji mentiría si dijera que eso no le rompió el corazón.

Luego todos se despidieron de todos, finalmente sus pequeños se habían ido por siempre. Así que Akaashi se dejó derrumbar en los brazos de su esposo, como ya era costumbre. Kōtarō entró con él a casa y en su sala con su Keiji en brazos, lloro en silencio.

— Los voy a extrañar mucho.

—Yo igual, mi vida, yo igual.

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Maratón 2/2

Instant family - BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora