El regalo

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Un sonriente Jungwon apareció en la puerta de Jongseong esa tarde. Acordaron que irían a comprar el regalo de cumpleaños de Sunoo, por lo que su punto de reunión esta vez fue su casa.

—¡Hola! —saludó energéticamente.

—Hola —Jongseong le devolvió el saludo con la misma energía—. Adelante, pasa.

Se hizo a un lado para darle paso a Jungwon, quien entró dando pequeños saltos mientras sujetaba las asas de su mochila.

—Siempre me sorprendo al venir, tu casa es muy linda. Me gusta.

Jay miró divertido al contrario, que ya parecía sentirse en su propia casa pues caminaba cómodo de un lado a otro observando hasta los rincones. Un hábito que descubrió un día en el que su padre tuvo que conducir hasta donde vivía una de sus tías antes de dejar a Jungwon en su casa.

Jungwon era una persona curiosa y a la tía Jieun no le molestó, al contrario, le emocionó que alguien más estuviera interesado en su colección de decoraciones de jirafas.

—Deberíamos ver una película antes de irnos —sugirió Jungwon.

—¿Alguien dijo películas? —Un hombre de cabello canoso apareció por el umbral de la puerta que daba a la cocina, tomándolos por sorpresa—. Ah, ¡Jungwon! No había tenido la oportunidad de verte debido al trabajo, pero qué bueno encontrarte aquí.

Y como cada vez que lo veía, Jungwon no podía evitar sorprenderse del gran parecido entre el hombre y Jongseong, aunque se trate de algo obvio pues son padre e hijo.

—Lo mismo digo, señor Park.

—¿Les gustaría que les prepare palomitas? No pueden ver películas sin comer un poco. Aunque, bueno, solo tengo acarameladas. A Jongseong no le gustan —dijo, a lo que el nombrado reaccionó con una mueca de desagrado—, ¿a ti sí?

—A mí sí me gustan.

—Jungwon, ya siento que eres como... mi hijo favorito.

—¡Papá!

—No te pongas celoso, Seong. Ya sé que no me quieres compartir, pero así es la vida, hijo.

No pudieron evitar reír por el comentario del señor Park, que después de molestar un poco más a Jay, se marchó para ir a cocinar.

—Admiro mucho a tu papá. Siempre está tan pendiente de ti. —Jungwon tomó asiento en el sofá de la gran sala de estar y palmeó el lugar a su lado para que el contrario lo acompañara.

El padre de Jongseong siempre lo hacía sentir cómodo, además de que era una persona muy amable y respetuosa en todo momento. Si Jungwon era sincero, le daba un poco de celos la sana relación que existía entre él y Jongseong. O quizás iba más allá de eso.

—Me cuida mucho por ser su único hijo. O al menos eso creo.

—Recuerdo cuando te llevó al colegio la ropa que se te había olvidado para la presentación de tu proyecto, llegó solo unos pocos minutos antes de que iniciara —dijo recordando el momento y contagiando a Jongseong con su sonrisa.

—Hace lo posible por mí. Y siguiendo con el tema, ¿qué me cuentas de tu padre? Todavía no lo he conocido.

La expresión de Jungwon se apagó lentamente y Jongseong se dio cuenta de inmediato que tal vez estaba tocando una fibra sensible.

—Perdón, no es necesario que me lo digas. No quería hacerte sentir incómodo, puedes ignorar lo que dije —añadió nervioso.

—No te preocupes. —Jungwon volvió a sonreír, aunque esta vez parecía un poco forzado—. Mi padre no está en casa. Pero él era como el tuyo, creo que eso es lo único que puedo destacar.

El Club de Cupido ⋆ JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora