Capítulo 3

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La tragedia de la vida es que nos hacemos viejos demasiado pronto y sabios demasiado tarde.

Benjamin Franklin

JANE

Liam se estaba sirviendo un vaso de whisky mientras que yo estaba preparando sándwiches para los tres. Después de lo que le dije no dijo nada, simplemente se levantó y se fue a la cocina.

Estábamos en silencio.

No era un silencio muy tenso o cargado, como uno de esos en los que ninguno sabe que decir al respecto no, era de los silencios en los que ambos queríamos hablar y hacer preguntas, pero dada la situación, entendimos que no era ni el momento ni el lugar para hacerlo.

—Está bueno. — se encogió de hombros como si nada.

—¡¿QUÉ?!—grité en forma de susurro no muy silencioso.

—Venga ya, eso no me lo vas a negar, tú lo has dicho.—me miró de forma juguetona.

—Si, si yo lo admito.—asentí con la cabeza mientras él sonreía victorioso.

—¿Y te lo tirarías?—su mirada adquirió un toque más interesante.

—Obvio, ¿tú le has visto? —dije con obviedad como si fuese algo que supiese cualquiera.–Admite que te lo tirarías hasta tú.

—Eso es cierto, es que está MUY BUENO.

Mi mejor amigo tenia la extraña manía de buscarme pretendientes hasta debajo de las piedras. De repente, escuché las notas de un piano inundando mis oídos y probablemente también los de Liam. Se giró hacia mi con una expresión confusa.

—¿Qué cojo...?—abrió los ojos en cuanto cayó en cuenta—.No me digas que...

Dejó esa frase colgando en el aire y ambos, con curiosidad, seguimos el sonido hasta el lugar del que sabíamos que provenía.

Nos encontramos con la espalda de Aleksis sentado sobre el taburete, tocando con elegancia las teclas de mi piano, tarareando alguna canción que no identificamos, que tal vez se debiese a que seguíamos borrachos y Liam no tenía intenciones de dejar de estarlo.

Liam pareció haberme leído el pensamiento.

—¿En qué idioma cantabas?—se acercó y ambos se volvieron a mirar—.Es precioso.

Vale,eso no me lo esperaba.

Pero ni de coña.

—Yo conozco el idioma.—hablé a espaldas de ambos, haciendo que se giraran y Aleksis pusiese sus ojos sobre mi.— Es ruso.

La mirada cazadora y amenazante de Aleksis se suavizó y la percibí más suave, más ligera, menos inquisitiva.

—Cierto Jane, se me olvidaba.—Liam negaba mientras sonreía y se dirigió a Aleksis.—Es que Jane es medio rusa.

Vale, si el tipo pudo haber puesto alguna cara de póker o mínimo asombrarse, no puso ninguna de ellas. Simplemente alternó su mirada confusa entre mi mejor amigo y yo, pero nada más.

—Aleksis, ¿tienes dónde dormir esta noche?—Liam se ofreció.—Porque si no, puedes dormir aquí sin problemas, ¿verdad Jane?



Maldito cabrón.



—Claro, no hay problema. —traté de no aniquilar a Liam con la mirada.

Definitivamente ese chico había perdido la cabeza.

Luz Oscura ✔️ (Serie: Luces y Sombras 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora