Soulmates [vmin]

black magic

Magia negra.

Algo dentro de él se había roto.

Había personas que se atrevían a tocar a su Taehyung como si fuera un juguete, que tenían el descaro de siquiera considerar tocarlo de una manera que cruzaba sus límites, y de llamarlo alfa de una forma tan morbosa. Su omega solo podía ver rojo.

El alfa dió un paso atrás, mientras los omegas dieron dos hacia adelante. Nadie, absolutamente nadie, podría haber impedido la forma en que Jimin les gruñía en sus rostros en este instante.

Manos no deseadas estaban sobre su alfa, su alfa quien era tan amable, puro y amistoso como para no creer correcto reafirmar sus límites con ellos.

"Mi alfa." Jimin les escupe, sonando más como un gruñido. Su propio cuerpo se siente desconocido para él, en este momento es más lobo que humano. "Si no dejas a mi alfa seré yo quien te hará pasar un mal momento."

Silencio. Todo el entorno se encontraba sofocantemente silenciado, pero las cosas que pasaban por su cabeza eran ruidosas. Los dos omegas, cuya atención ahora era captada por él, se atrevieron a lanzarle una mueca irritada, solo alentando a que sus gruñidos siguieran vibrando dentro de su pecho.

Los observa darse la vuelta para alejarse sin decir una palabra más, y cuando uno de ellos intenta volverse una vez más hacia Taehyung, Jimin casi le chasquea los dientes.

Los sigue con la mirada. Es entonces cuando ve a Kihyun, un espectador colocado cuidadosamente en un banco con acceso a todo el espectáculo. Tenía una sonrisa insatisfecha, y cuando Jimin vio a los omegas yendo hacia él, todo tuvo sentido. Desde ese incidente en el comedor, Kihyun no había tratado de molestar, pero siempre lo había sentido mirando en las ocasiones en que se encontraban bajo el mismo techo.

Él había estado detrás de todo esto. La forma en que sus ojos lanzaba fuego en su dirección decía suficiente. Había planeado esto todo el tiempo, lanzando omegas en el regazo de Taehyung para tener una oportunidad con Jimin.

No era alguien agresivo, pero lucharía por las personas que ama. Ir allí y desgarrar el cuello de Kihyun era una opción muy intrigante, no queria nada más que darle una lección por ser tan idiota. Su lobo se siente listo para pelear, era el luchador más grande de ambos, y en este momento quiere lastimar.

"Oye. Cachorro."

Dos brazos salen de detrás de él y lo rodean. El ruido en su cabeza se desmorona de inmediato, y su lobo con él.

"Mi cachorro." Taehyung estaba susurrando, plantando besos firmes en la parte posterior de su cabeza. Es entonces cuando Jimin y su lobo se permiten respirar, ahora ambos aliviados por el consuelo y la seguridad en esa voz.

Una pelea... Casi se había metido en una pelea por primera vez en su vida. Lo había considerado de todo corazón como si fuera su segunda naturaleza. E incluso ahora, a medida que se vuelve más sensato y repite lo que acaba de suceder con una mente estable, no se siente arrepentido.

Deja caer su cabeza sobre el pecho de Taehyung. Los lobos más peligrosos son los apareados cuando son confrontados o desafiados en algo relacionado con su pareja. Pero ellos no están emparejados; ninguno lleva la marca del otro en el cuello. Así es como se da cuenta de que está jodido, se pasó de la raya, y esta profundamente enamorado, definitivamente.

"Tae..." Comienza, tragando su vergüenza. La multitud a su alrededor ya había vuelto a sus conversaciones, el ruido de fondo era alegre una vez más.

Taehyung podría manejarlo solo, se dice Jimin a sí mismo y, sin embargo, él mismo de sentía demasiado débil, demasiado fuera de control, para evitar que su lobo reclamara a su pareja en público, incluso sin su consentimiento. Kihyun es cruel por sacar este lado de él. Debería haberlo sabido. Él debería haber-