CAPITULO CUARENTA Y CUATRO: "Trato Hecho"

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BELLA POV:

Cuando amaneció el lunes por la mañana, me di cuenta de lo que nos esperaba hoy. Hoy iba a sentarme en la misma mesa donde me había sentado durante casi un año y hablar con la misma gente, pero todo iba a ser diferente.

Lo vería caminar y dirigirse a su despacho, sabiendo lo que pasaba entre los dos, pero insegura de lo que significaba.

Sabía lo que era sentirlo desnudo sobre mí, sentir sus tiernas caricias y sus susurros afectuosos, pero tenía que esconder todo eso.

Me miraría él de la misma manera? Me tocaría cuando estuviéramos solos?

Me llamaría Bella?

Salí de su abrazo y planté un beso en sus labios. Necesitaba irme a casa. Se estiró y murmuró mi nombre, buscándome con sus brazos antes de agarrar la almohada y girar sobre su estómago. Aparté el pelo de su cara y me incliné para darle un último beso sobre su hombre, antes de poner la alarma de su teléfono móvil, y escribirle una nota, diciéndole que me había ido.

A pesar de todo, sonreí cuando dejé su apartamento, y me dirigí al garaje.


[..]

Unas horas más tarde, estaba sentada en mi mesa con Angela, tratando de darle sentido al lío de trabajo que había para mí. La puerta de la oficina se abrió, y Liam entró.

Me quedé sin aire y  rápidamente mantuve la compostura mientras lo observaba, con su traje negro, incapaz de ignorar la manera en que la tela acentuaba su largo y delgado cuerpo.

-Buenos días, señor Payne.- Dijimos Ángela y yo al unísono.

-Se lo ha pasado bien en Seattle, señor Payne? -Preguntó Ángela, levantándose de la silla para mirarlo.

Me mordí el labio para no sonreír mientras dejaba de mirarla, para mirarme a mí.

-Sí, me lo ha pasado de maravilla, señorita Weber. Ha sido muy... gratificante. - Respondió suavemente, moviendo sus ojos sobre mí. -Señorita Swan, puedo hablar con usted en mi despacho un momento?

-Por supuesto -respondí fríamente. Me puse de pie y miré a Ángela. -Vuelvo enseguida. -Sacudió la cabeza y me sonrió, articulando con la boca las palabras "buena suerte", antes de volver la vista a sus carpetas.

Liam esperó por mí, sujetando la puerta del despacho, y mirándome a los ojos mientras entraba. En el momento en que la puerta se cerró, me agarró y sus labios devoraron los míos con urgencia.

-Te fuiste -susurró contra mi boca y mi cuello. -No quiero que lo vuelvas a hacer.

-Te deje una nota. -le respondí sin aire, poniendo los ojos prácticamente en blanco mientras su mano se movía hacia mi blusa.

JE SUIS A TOI - LP [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora