Prólogo: No correspondido

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Leer descripción primero.
Que tengan buen día, tarde o noche<3 




— Y bueno, eso es lo que he estado haciendo en los últimos años para mi boda con Manjiro-kun. — Una enorme sonrisa se curvó en los labios del chico de cabellos rubios a la vez que sostenía con ambas manos la taza con café frente a él.— ¡No puedo creerlo que ya sea mañana! 

Los dos chicos frente a él sonrieron de igual forma, podrían jurar que alrededor del ojiazul había un aura de color rosa muy brillante y chispeante con muchos destellos en todas partes. Desde que Takemichi había anunciado la boda con su pareja de hace diez años, en cada plática sobre el tema, el rubio no podía ocultar su emoción y felicidad al saber que faltaba muy poco para contraer nupcias con el amor de su vida. Y aunque no lo dijese con palabras, el sonrojo en sus mejillas y el brillo en sus ojos lo confirmaban. 

— Estoy muy feliz por ti, Takemichi-kun, en serio espero que puedas el resto de tu vida junto a Mickey-kun sin problemas y disfrutando plenamente de su felicidad. — Habló el chico de ojos azules entrecerrando sus ojos en una sonrisa. 

— ¡Claro que lo harán! Son una pareja envidiable, Mikey es muy buen hombre con Take-chan, realmente se nota que lo ama demasiado... Si tan solo Taka-chan también fuese así conmigo. — Un suspiro salió de los labios del chico de cabello azul. 

— Oh, no, no, no digas eso Hakkai-kun, no hay que desanimarse tan pronto. — Takemichi lo observó preocupado. — Mitsuya-kun sólo es un poco reservado, recuerda que no todas las personas demuestran amor de la misma forma, aun así yo sé que algún día él abrirá por completo sus sentimientos hacia ti y será el hombre amoroso que tanto deseas. 

— Tranquilo Hakkai, si Mitsuya-san te lastima aquí estaremos tus mejores amigos para hacerte sentir mejor. 

— ¡Chicos, en serio los quiero mucho! — Chilló el peliazul conmovido. Realmente amaba a su pequeño grupito de amigos, aunque no fuesen una enorme cantidad, la calidad de personas que eran cada uno de ellos, simplemente bastaba. 

— ¡Ya, Hakkai-kun, me harás llorar! — Regañó el rubio con ojos cristalizados. 

Chifuyu sonrió ante la escena cruzando sus brazos por encima de la mesa. 

Entró a la casa sin hacer mucho ruido

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Entró a la casa sin hacer mucho ruido. Aflojó un poco su corbata luego de dejar su saco recostado sobre uno de los muebles. Observó en todos los rincones del lugar en busca de una cabellera rubia sin encontrarla. Se acercó a la habitación que compartía con su pareja y futuro esposo, encontrando al chico rubio dormido. 

Se acercó despacio hasta sentarse a un lado del mismo. Movió los mechones de cabello que se encontraban sobre su frente y sonrió. Takemichi se removió un poco sobre la cama bajo la atenta mirada de su novio. 

          

— Estoy en casa, Takemicchi. — Habló el beta en voz baja acariciando una de las mejillas del chico dormido.

El rubio fue abriendo los ojos lentamente al sentir el tacto en una de sus mejillas. Cuando su vista se aclaró por completo, vio al hombre de cabellos negros sonriendo con los labios sellados. Su corazón se aceleró en segundos. Eufórico se sentó sobre la cama abrazándose al cuerpo del mayor. 

— Mikey-kun... — Dejó descansar su mejilla sobre el pecho de su pareja. — ¡Bienvenido! me quedé dormido, disculpa. 

— No te preocupes. — Manjiro plantó un beso en la frente del chico de ojos azules. Las mejillas de Takemichi se colorearon enseguida, su cuerpo estaba expulsando feromonas demostrando lo feliz que se encontraba su omega. Lamentablemente el pelinegro al ser beta no podía presenciarlo. — Te amo. 

Una bonita sonrisa se curvó en los labios del rubio, apreciaba mucho cuando el de ojos negros decía que lo amaba. — También te amo, Manjiro. 

Mikey tomó del mentón al menor, uniendo sus labios en un amoroso y tierno beso. El rostro de Takemichi se volvió rojo en poco tiempo. Sus manos se fueron apoyando en los hombros de su pareja al notar como el mismo con su otro brazo envolvía su cintura. No sería la primera vez que tendría relaciones con su novio, ya que llevaban diez años de noviazgo, pero las emociones de ese momento hacía que su cuerpo respondiese torpe ante los toques del pelinegro. 

— Man-Man... ji ¡Ah!~ — Gimió ante el apretón sobre su trasero. 

Aunque el beta no tuviese feromonas dominantes al igual que un alfa o sigma, su omega se estaba derritiendo entre los brazos de su futuro esposo. La lengua de Mikey dentro de su boca interrumpió sus pensamientos, de un movimiento el rubio ya se encontraba bajo el cuerpo del más alto, sosteniéndose de su cuello. 

— ¡Takemichi! — Gruñó el de cabellos largos atacando su cuello. 

Luego de una hora de hacer el amor con su pareja, ambos chicos se encontraban abrazados sobre la cama, sólo con una sábana cubriendo a medias el cuerpo del rubio. Takemichi ronroneó ante las caricias en su espalda baja, abrazando el cuerpo de Manjiro. Dentro de unas horas sería parte de la familia Sano, la euforia por llevar el apellido de forma legal del amor de su vida enloquecía su cuerpo y mente. 

Sonrió al sentir como una de sus mejillas era atacada por besos del pelinegro. — Hoy estás mucho más cariñoso y enérgico de lo habitual, me gusta que seas así, Mikey-kun. 

— Sólo quiero mimar a mi pequeño y lindo omega unas horas antes de casarnos, Takemicchi. 

— Ya no quiero esperar más. — Frunció sus labios, los cuales fueron besados enseguida. — No quiero que esto acabe nunca, Manjiro, por favor, no te vayas de mi lado. — Una mueca triste se formó en su rostro, cambiando sus feromonas enseguida por un olor nauseabundo. 

Manjiro tomó una de sus manos y besó el dorso de la misma. — No haré eso, nunca podría lastimar a mi omega, no pienses en eso ahora. — El tono de su voz había cambiado. Volvió a besar la frente del rubio antes de levantarse de su lugar. — Iré a ducharme. 

— Está bien, amor. — Takemichi sonrió. — Iré a servir la cena, no te vayas a dormir sin comer, debes estar un poco cansado por el trabajo. 

Manjiro sólo asintió desapareciendo por la puerta que llevaba al baño. Takemichi borró la sonrisa de sus labios al quedarse solo, ¿había dicho algo malo o por qué el cambio tan repentino? Sacudió su cabeza, sólo había sido su imaginación y lo sensible que se había vuelto en los últimos días. 

La puerta fue golpeada asustando a los cinco chicos dentro de la habitación

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La puerta fue golpeada asustando a los cinco chicos dentro de la habitación. Hakkai molesto a paso rápido se acercó a la puerta. — ¡Les dije que no jodan en este instante estúpidos alfas! ¡Oh, Masaru! — Hakkai sonrió apenado, por un instante había creído que se trataban de Baji o Shinichiro, ya que anteriormente los dos alfas habían intentado ingresar a la habitación donde se estaban encargando de Takemichi. 

— Disculpa, creía que era uno de los chicos. 

— Ah, no, está bien. — El chico de cabellos marrones sonrió nervioso. ¿Acaso todos los omegas tenían ese carácter del demonio? — Sólo quería ver como estaba Takemichi. — Entró al lugar con Hakkai detrás de él. 

— ¡Masaru-nii! — El rubio no dudo en acercarse a su primo emocionado. Su cabello rubio estaba más liso de lo normal y en su cabeza una corona de flores beiges y blancas reposaba. Sus ojos llevaban un pequeño delineado, que aunque no era tan extravagante, resaltaba sus enormes ojos azules. Cortesía de Hanma. — ¿Cómo me veo? ¿Le gustará a Manjiro? 

— ¡Claro que le encantará, te ves precioso, Takemichi! Y si no lo hace, yo me encargaré de que lo haga. — El beta frunció el seño. — Pero no te preocupes, has convivido con él por muchos años, sea de la forma que sea, si realmente te ama, serás la persona más hermosa de este jodido mundo incluso si no te bañas. 

Los ojos del ojiazul se llenaron de lágrimas enseguida. Chifuyu estaba por darle un infarto ya que el pequeño arreglo se podía arreglar. 

— No llores idiota, arruinarás todo. — Se quejó Shuji. 

— ¡Takemichi-kun se ve muy lindo! — Sonrió la alfa de cabellos castaños. 

— ¡Lo siento! ¡Lo siento! — Se disculpó el rubio. — Gracias Masaru-nii, eres mi única familia y me conmueve mucho todo esto. — Sonrió. 

La puerta se abrió de golpe de forma anda suave, dejando ver a un hombre de cabellos negros cortos y cejas pronunciadas. Baji se quedó estático al ver al chico de cabellos rubios. Realmente se veía... hermoso. Tosió un poco antes de recuperar su compostura. — El auto ya llegó, ya hay que ir bajando. 

— Yo iré avanzando con Baji-san, Takemichi-kun, Hakkai-kun, Hanma y Hina-chan, cuiden de él. — Le dio un corto abrazado al rubio él cual asintió y salió de ahí, caminando tras el alfa. El ambiente ahí fuera era muy diferente, sombrío y nostálgico. Miró la espalda del pelinegro. — Baji-san, ¿estás bien?

El de ojos almendrados paró un momento su caminar y miró al omega. — ¿A qué te refieres? 

— Baji-san, a pesar de que Takemichi-kun no aceptó tus sentimientos estás aquí, ¿no es eso cruel para ti? 

— Mikey es mi amigo. — Empezó a caminar nuevamente. Resguardó sus manos en los bolsillos de su pantalón. — Y Takemichi pronto se convertirá en su esposo, no voy a desearles el mal sólo por no haber aceptado ser mi omega tiempo atrás. 

Ellos merecen ser felices... 

SICK OF YOU [MiTake/BajiTake/SanTake] TOKYO REVENGERSWhere stories live. Discover now