Cinco

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TW: contenido sexual

Aviso que el canon me la suda ah xD nah
Disfruteen




Harry durmió con Ron esa noche. No solía hacerlo. No era algo que solía pasar. Él no se derrumbaba, no podía hacerlo. Él era valiente, un Gryffindor, no debía necesitar un puto cariño para poder dormir sin pesadillas. Sin embargo, no pudo evitarlo.

Ron lo había acompañado a la torre, sin haber entendido completamente todo lo relacionado con Malfoy, pero aquello no importaba, no en ese momento.

Ignorando a todos que querían dar palabras de pésame a su amigo, el colorado subió las escaleras hacia su dormitorio y lo acostó en su cama. Le quitó los zapatos y la túnica, y lo cubrió con las mantas.

Harry sintió que hablaba con alguien más, no estaba seguro con quien, pero a los pocos minutos, sintió cómo su amigo cerraba las cortinas y se metía en la cama junto a él.

—Tengo chocolates, caramelos, chupetines... —comentó Ron a medida que iba sacando de su bolsillo todos los dulces—, un poco de tarta de la cena de hoy, aunque si prefieres puedo buscar algo más en la cocina–

—Malfoy es mi guardián —dijo Harry de repente, como si llevaba queriendo decir esa frase hacía mucho tiempo, lo cual era cierto.

—¿Cómo?

—Mi protector, o como quieras llamarlo. Dice que me cuida para que no me pase nada y pueda derrotar a Voldemort.

Ron se estremeció, pero Harry no supo bien si era por haberlo nombrado al mago, o por el rubio. Sin embargo, su amigo lo miró con cautela, intentando asimilar la información.

Anda dilo, pensó Harry. Di que piensas que estoy loco.

Pero el chico no dijo nada. Bajó la mirada y asintió, como si estuviera conversando consigo mismo.

—¿Qué significa eso? —preguntó, volviendo a mirarlo.

Harry suspiró inflando los cachetes y se giró, para quedar de espaldas a la cama, mirando hacia arriba.

—Que lo tengo a mi lado todo el puñetero día, y que a veces me salva de cosas.

—¿Es–volvió como fantasma?

—No, es él en carne y hueso.

Ron apretó los labios y frunció el ceño.—Pero, él... él no —suspiró al no encontrar las palabras adecuadas. Harry sabía que intentaba no ser cruel con sus preguntas y quedar como un mal amigo, y lo entendía. No estaba seguro de cómo reaccionaría él si fuera al revés—. Cuando fuimos a su funeral, ¿él no estaba allí realmente?

—Algo así.

—Hmm —Ron abrió un chupetín y se lo metió en la boca, pensando. No sabía muy bien por qué, pero aquello le dio gracia a Harry—. Y... ¿tú escuchas su voz o algo así? ¿Lo puedes ver?

—Si. Solo yo lo puedo ver y escuchar, aunque a veces se hace invisible y mudo para mí también.

—¿Por qué?

—Porque yo se lo pido.

—¿Por qué?

—Porque es Malfoy y sabes lo irritante que es.

Ron rió por la nariz. —¿Está él aquí ahora?

—No lo veo pero si. Estoy esposado a él.

—No estoy seguro de querer preguntar cómo terminaste así.

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Harry rodó los ojos y le sacó el chupetín de la boca para comerlo él. Rió ante el chasqueo de lengua de su amigo, quien abrió otro.

—Que asco —comenta Draco aún invisible. Pero solo consiguió que el pelinegro se girara hacia él y comenzara a juguetear con el dulce de manera sugestiva, primero solo usando los labios, luego lamiéndolo, hasta terminar sacando y metiendo en su boca reiteradas veces.

Sintió a Ron aclararse la garganta a su lado. —Tampoco quiero preguntar sobre eso.

Harry rió, contagiándolo, hasta que lentamente su sonrisa se desvaneció.

—¿De verdad me crees?

Ron se encogió de hombros. —Claro. No logro entender del todo, pero nunca necesité hacerlo. Eres mi amigo. Te creería hasta si me dices que te enamoraste de él o algo así.

Harry se ahogó con su saliva y necesitó de la ayuda de su amigo para que le golpeara la espalda. Lágrimas se escaparon por sus ojos cuando pudo calmarse y conjuró un pañuelo para sonarse la nariz.

—Oye, si tan solo querías llorar un rato tenías que decirlo —dijo Ron de manera burlona—, no es necesario ahogarse.

—Eres un idiota —contestó carraspeando su garganta luego de cada palabra. Una vez se recompuso, lo miró a los ojos—. Gracias, Ron.

—No lo sé, Ron —dijo Hermione, caminando detrás suyo, yendo a la sala común luego de acompañar a Harry al despacho de Dumbledore—. Sinceramente creo que es parte de su duelo. Quiero decir... Malfoy está muerto.

—No sé. Yo no vi su ataúd —contestó con frialdad.

Harry se había abierto con ellos luego de mucho tiempo, y no iba a dejar que volviera a cerrarse.

—Ron...

Hermione...

La chica rodó los ojos y se tomó la nariz con los dedos.

—¿Realmente le crees?

—Hermione —comenzó el colorado con tono de impaciencia y se detuvo en el medio del pasillo—, ¿cuándo Harry nos ha mentido? ¿Huh? ¿Acaso no recuerdas cuando sólo él escuchaba al basilisco? Pues, déjame recordarte que eso era real —dijo apuntando a las paredes, donde una vez su amigo había escuchado una voz—. Además, te dijo que Regulus tenía uno. Sirius se lo contó.

Ella simplemente arrugó el rostro y miró hacia otro lado, suspirando.

—No lo sé...

—Que, ¿me dirás que a Sirius tampoco le crees?

—No olvidemos que pasó doce años encerrado en aquél lugar...

—Eres increíble... —comenzó a caminar escaleras arriba.

—O quizás le siguió el juego para que Harry tuviera alguien con quien hablar. No lo ha hecho desde Cedric–

—Sirius es su padrino. Lo ama, Hermione. No haría algo así.

—Era.

—¿Qué? —frunció el ceño, girándose mientras la escalera se movía.

—Sirius era su padrino. Hay cosas que se tienen que aceptar. Sino después empiezan a imaginar personas muertas— Y dicho eso, cuando la escalera frenó, pasó por su lado y se fue, dejando a Ron detrás.

-0-

Cuando Draco firmó el contrato para ser guardián, definitivamente no se esperaba tener que pasar por esta situación. Bueno, no es que haya habido un contrato en sí con cláusulas por parte del humano. De todas maneras, no pensó que pasaría aquello.

La sombra del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora