Una esposa Abandonada

capítulo 9#

__Espera… Necesito  ¡Ah¡ –Intento hablar  pero no puedo, las penetraciones de Adams me distraen y solo puedo gemir.

Escucho la risa juguetona de Adams.

__Estas más húmeda ahí abajo ¿Te gusta? –golpea con precisión sus caderas y toca un punto dentro de mí, jadeo al sentir mis músculos internos contraerse.

__Una de las mejores mañanas que he tenido en mucho tiempo –Adams mueve las caderas y siento su miembro dentro de mi contraerse.

Los dos nos venimos una vez más.

__Era mejor de lo que me imagine –Susurra en mi oído.

Su sudor y cuerpo caliente cubre el mío y no puedo evitar  cierta culpa a sentirme por primera vez tan satisfecha en brazos de mi cuñado. Siempre que estaba con mi esposo, se sentía como una obligación y había un placer moderado.

El sexo con Adams fue como si millones de fuegos artificiales estallaran dentro de mí, destrozando cada célula de mi cuerpo solo para volverla a armar.

Adams besa mi mentón, mejilla y aprieta uno de mis senos, me tenso cuando siento su miembro dentro de mí creciendo y Adams no muestra señales de fatiga.

__Estoy cansada… --Me quejo golpeando su hombro y queriendo llorar.

Si lo hacemos una vez más, temo que mi cuerpo no lo resista.

Adams saca su miembro y aprieto las piernas al sentir un vacío, toda la noche estuvo apuñalándome con su pene, así que el escozor y el dolor comienza a manifestarse.

Adams se acerca a la mesa y saca una toalla, me abre las piernas y seca resto de fluidos, me quedo callada por esta acción, David mi esposo nunca hizo algo parecido… la mirada de Adams se oscurece de nuevo.

__No deja de salir líquido de tu coño, temo que estarás todo el día derramando mi semen –me dice mostrando una sonrisa satisfecha sin dejar ver el lugar entre mis piernas.

Espera ¿Derramar? Solo en ese momento es que la realidad me golpea con fuerza... Tuve sexo con mi cuñado, el hermano menor de mi marido, sin protección y apenas estando un día separada.

El pánico se apodera de mí, me levanto de un salto para irme, pero siento una punzada de dolor en mi vientre y vuelvo a sentarme en la cama quejandome, Adams se acerca preocupado.

__ ¿Estás bien? ¿Sientes mucho dolor? ¿Quieres que te compré un calmante? Dime donde más te duele –Adams comienza a revisar mi cuerpo pero lo empujo bruscamente.

__ ¡No me toques! Quiero irme –Le grito comenzando a llorar.

Intento volver a levantarme para buscar mi ropa e irme, viviré pretendiendo que esto no ocurrió. Intento volver a levantarme desesperada pero Adams me detiene sujetándome entre sus brazos.

__Cálmate Avery… tenemos que hablar ¿sí? Entiendo que estés asustada pero…

Me volteo a verlo furiosa.

__ ¿Cómo supiste que estaba aquí? –Le pregunto mirándolo con sospecha.

Adams se muestra relajado cuando me responde __Te seguí desde la cafetería.

Me tenso.

__ ¿Porque me seguías? –Le pregunto confundida.

__Porque estaba preocupado por ti –Vuelve a responderme con tanta calma que deseo golpearlo.

__ ¿Porque estabas preocupado por mi? Tú y yo no somos cercanos.

Adams sonríe y sujeta mi mentón.