Cuando conoces a una persona, nunca conoces sus intenciones.
Siempre crees que son buenas, aunque en realidad el 60% de las veces no lo son y el 40% restante se divide en dos partes desiguales; un 19% son las veces que si tienen buenas intenciones, sin embargo, el 21% restante sus intenciones son convenientes.
Solo se acercan o intentan hacerlo, para sacar algo a cambio, lo cual el 99% de las veces es a su beneficio y tú pues te aguantas.
Un 0,5% los beneficia y a ti ni te daña ni te beneficia y el otro 0,5% te beneficia.
Pero bueno, dejémonos de porcentajes.
Para ser más clara, nunca te esperes algo bueno de las personas porque mayormente te hacen daño, ya sea queriendo o sin querer, pero te hacen daño.
Victor se sienta a mi lado y me sonríe como un lobo a su presa, siendo consciente que el pobre no sabe lo que le espera.
–¿Qué?– pregunto cuando supera el minuto mirándome.
–Nada...¿Es que acaso no puedo sentarme contigo?–
–Nunca lo haces, no desde que te mordí en primero de primaria–
–Me dejaste una marca–
–No haberte comido mi almuerzo–
Suspira.
–¿Quieres ir a almorzar a la cafetería?–
–¿Vas a devolverme el almuerzo 7 años después?–
Vuelve a suspirar.
–Sólo quiero almorzar contigo, no es mucho pedir–
Sospechoso...
A ver, conectemos cabos, Victor es amigo de Jason, ayer "amenacé" a Jason y hoy (de la nada) su amigo me invita a comer con ellos.
No sé qué significa, no soy Sherlock Holmes.
Sin embargo, no hay que ser muy lista para saber que traman algo.
¿Por qué pienso eso (aparte del hecho que ellos dos son amigos y nunca he hablado con ellos)? Porque la cafetería es...a ver cómo me explico...¿Has visto las cafeterías de las películas americanas? Sólo andan ahí los protagonistas y personajes que son importantes en la historia (mayormente populares).
¿Sabes a dónde quiero ir a parar ya?
Pues sí, básicamente que una persona que no sea del grupito de Victor o Jason vaya a comer a la cafetería es como que WOW y debería considerarse afortunada...o algo así.
–No me apetece comer contigo y tu estúpido grupito de sin neuronas–
Separo mi mesa de la suya y entonces entra el maestro de matemáticas, la única materia agradable.
–¿Y eso por qué?– junta otra vez las mesas.
–Porque no me da la gana–
Jael que está enfrente nuestro echa la cabeza hacia atrás, dejándola sobre mi mesa y entonces sonríe.
–Hoola, Cheryl–
–Hoola, Jael–
Le sonrío y él sube y baja las cejas varias veces seguidas.
Le tapo la nariz y en cuestión de segundos se incorpora para volver a respirar.
Vale, hablemos un poco de Jael...llevamos cinco años yendo a las misma clases (incluso optativas), es lindo (en cuestión de personalidad), educado (a veces), divertido y...y muchas cosas más que ahora no mencionaré.
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La mierda de ser adolescente
Teen Fictioncuando eres pequeño anhelas ser adolescente para ser independiente, salir de fiesta, quedar con tus amigos sin pedir permiso, etc. Lamentablemente ser adolescente es muy diferente, lamentablemente ser adolescente es una mierda.