Me desperté repentinamente al escuchar la alarma de mi celular detrás de mi almohada. Con pereza, apenas pude abrir mis ojos aunque los entrecerré al sentir la luz del sol en mi cara y luego apagué la alarma sin ver la hora.
Olvidé apagarlo ayer, ahora estoy pagando el precio. Sobresalté del susto al escuchar que alguien entró a la habitación, me senté en la cama y ví quien fue el culpable, Sebastián.
- Por fin despertaste, tú alarma sonó como 20 veces, ya me tenía harto.
- Lo siento - Dije frotando mis ojos para poder abrirlos mejor - ¿Qué hora es?
- 9:13, no sabía que tenías alarma hasta esa hora.
- Era por en caso de que tenía que ir a otra clase y no sonaba el timbre, de repente deja de sonar.
Presto más atención a él y noto que se vistió para salir, ¿tan temprano? Bueno, tal vez salga con unos amigos, porque a trabajar no va.
- Saldré por unas horas, tal vez vuelva hasta la noche, así que no me esperes para cenar.
Nunca lo hago.
- De acuerdo.
- Bien, entonces cuidate.
- Igual.
Después de escuchar eso, se fue de la habitación.
Ayer por la noche estuve conversando con James, era para saber a qué hora nos veríamos. No tiene porqué preocuparse tanto por lo que me dijo, ya pasó, lo único que quisiera es que nadie se meta en mi vida, no quiero dar lastima.
En fin, quedamos en que nos veríamos a las 12:30 en el parque de siempre, no sé a dónde iremos o si solo estaremos ahí todo el rato o algo así... Además, ayer el jefe me dijo que hoy teníamos todos el día libre, obviamente pregunté la razón pero no me lo dijo, lo cuál se me hizo raro ya que el no cierra el café así porque si...
Ya me dió hambre.
Me levanté con el celular en mano, directo a la cocina. Saqué los huevos que necesitaba junto con el tocino. Ya sé me está haciendo agua en la boca.
...
Me encontraba en camino al parque. Después de comer, me fui a bañar y a arreglarme.
Llevó puesto un pantalón negro roto por las rodillas y un poco en los muslos junto con un cinturón negro con picos, una blusa crop top con tirantes y un suéter de cuadros verde, solo me puse el cinturón porque me quedaba algo flojo el pantalón.
Salí de casa a las 12:32, no está tan lejos, así que no me preocupo por nada. Solo espero llegar antes de Sebastián, me da miedo en cierto modo, pero si el va a divertirse... ¿Por qué yo no?
Iba cruzando la calle que me falta para llegar al parque, cuando lo ví a él de lejos, su figura alta, con un pantalón gris oscuro con un cinturón y una camisa blanca de manga larga que le queda algo grande. Estaba en llamada, lo supe al ver su celular en el oído y moviendo la boca sin parar. Más me acercaba a el y más notaba su expresión, está molesto, se escuchá hasta acá sus gritos, aunque obviamente, no les preste atención. Llegué a una distancia suficiente para que el me notará, cuando me vió, colgó y se acercó a mi.
- Llegaste.
Dijo con una leve sonrisa, se detuvo justo en frente de mí. Le devolví la sonrisa, obviamente.
- Claro, aunque el preparar algo para una simple disculpa fue demasiado.
Dije retrocediendo un poco, veo sus ojos analizandome, me mira de arriba hacia abajo. ¿Tiene algo de malo mi atuendo?
- Noté tu molestia ayer cuando te dije lo que no debía. Supongo que no te gusta que hagan esos “comentarios”.
Usos dos dedos para hacer las comillas. Asentí y dije:
- Así es, no me gusta que digan eso, agradecería que no lo volvieras a hacer.
Mi sonrisa se borró, al igual que la de él.
- Prometo no volver a hacerlo. Y me disculpo sinceramente por lo de ayer.
Sonreí al ver su preocupación en su rostro.
- Está bien, te perdono.
Su preocupación se fue al escuchar eso, lo noté en su cara.
- Te traje esto... - Sacó una pequeña caja del bolsillo de su pantalón y me lo mostró - No es mucho pero, espero que te guste.
En cuanto abrió la caja y pude ver su contenido, abrí mis ojos con sorpresa. Es un collar de una flor de cerezo, los detalles de la flor eran hermosos, está muy bien hecho. Sonreí de la emoción, creo que era más que obvio.
- Esto es... Demasiado.
Dije apartando un poco la caja de mi. Se suponía que era solo una disculpa, no esperaba que me diera un collar.
- ¿Es lindo no? ... Adelante, tómalo, es un regalo.
- Enserio te agradezco mucho pero... No...-
- No aceptaré un “no” como respuesta.
Se acercó un poco más a mi, sacó el collar de la pequeña caja y la acercó a mi.
- ¿Puedo?
Dando a entender que me quiere poner ese hermoso collar, en verdad es muy bonito, más porque me encantan las flores de cerezo. Asentí perpleja, veo como coloca la caja en el bote de basura más cercano que había, próximamente, siento sus manos agarrando mi cabello de forma delicada para que no estorbe, aunque esté corto. Antes de lo esperado, el ya se había alejado dejando el collar en mi cuello, bajo mi mirada y lo contempló.
- Se te ve lindo.
Volteó a verlo en cuanto me dijo eso, estaba sonriendo, le devolví la sonrisa con nervios.
- Gracias.
Dije nerviosa mirando el collar, no me cansaré de decirlo, es hermoso.
- Ven.
Se dió la vuelta y avanzó para la banqueta del parque, en específico, a un auto... ¿Deportivo? No lo sé, pero es de color blanco y es... Lindo. Le quitó el seguro, para después, abrir la puerta del copiloto. Me mira esperando a que entré, dudosa, lo hago para que luego el, cierre la puerta y se vaya a sentar en el asiento del piloto.
- ¿A dónde iremos?
Ambos nos volteamos a ver.
- A un lugar divertido.
Dijo con una sonrisa, luego, encendió el auto y arrancó al lugar “divertido”. Solo espero que no me secuestre.
...
No inventes.
Esto es una puta locura, siempre quise venir a este lugar.
- No has cerrado la boca desde que llegamos, ¿estás bien?
Que vergüenza. En cuanto me dijo eso, cerré la boca aún contemplando el lugar.
- Esto es...-
- Lo sé, no es mucho pero...-
- ¿“No es mucho”? Bromeas ¡Esto es una locura! ¡Siempre quise venir a este lugar!
Grité mirándolo con entusiasmo, esto es realmente emocionante.