Déjenme en paz.

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Cómo les conté anteriormente, nos fuimos de la casa donde estábamos viviendo a una nueva y también me cambiaron de colegio, perdí a todos mis amigos , tenía que adaptarme a todo de nuevo. En ese entonces yo ingresaba a quinto grado , mi mamá me inscribió en un colegio privado cerca de la nueva casa .

El día de ingreso estaba súper nerviosa, no conocía a nadie y no sabía que hacer tampoco , hasta que el señor que se encargaba del aseo me preguntó de qué curso era y yo le dije que de quinto ; él llamo a la profesora Patricia que ahora era mi directora de curso y se presentó conmigo. En ese momento me dijo que hiciera la fila ya que había una formación en el patio , y cuando estaba haciendo la fila me encontré con que dos amigas de mi otro colegio también estudiaban ahí , eso me alegro un poco ya que sabía que almenos tendría con quién estar para no sentirme sola.

Por el momento todo iba bien , hasta que me empezaron a pedir los materiales, dentro de ellos se encontraban los libros de trabajo, estos costaban mucho dinero y mi mamá no tenía para pagarlos y mi papá no nos ayudaba con eso tampoco. Me tocaba escribir todo lo que estaba en los libros y hacer las actividades mientras que mis compañeros que si tenían los libros solo resolvían las actividades, me enojaba porque me demoraba mucho tiempo transcribiendo todo y después me tocaba resolver las actividades.

Pero eso no fue lo único malo que paso con este colegio , resulta que como en todo colegio hay niñas que molestan a las demás verdad , a mí me molestaba una llamada Nicol, era una niña odiosa y creída que se creía inalcanzable, desde los pocos días que llegué empezó a molestarme , un día hasta hizo que un profesor me regañara sin que yo le hubiera hecho algo a ella .

A esto le añadiremos que antes de ingresar a este colegio y cambiarnos de casa , de repente comencé a tener impulsos de quitarme el cabello , arrancarlo , tenía apenas 10 años y me daba ansiedad , no sabía porque lo hacía pero mis manos siempre estaban en mi cabeza arrancando uno por uno de mis cabellos. El año en qué sucedió esto se volvió peor , a cada momento lo hacía y me estaba quedando de a poco sin cabello , tenía espacios en mi cabeza que no tenían nada de cabello porque yo me lo quitaba. Y quería parar, pero no podía, algo en mí me impulsaba a hacerlo y no podia detenerme, es como si algo dentro de mi me obligara a hacerlo, y lo hacía sin pensarlo, podía estar tranquila viendo la televisión y sin darme cuenta ya tenía mis manos en mi cabello.

Mi distintivo, lo que me diferenciaba de las demás niñas y el motivo de varios elogios, mi cabello, me estaba quedando sin él, sin una parte de mí , y lo peor, por mi propia cuenta. Pero en ese momento no sabía lo que pasaría después...

LA VIDA DE UNA DEPRESIVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora