Entre mis cajas de mudanza pude encontrar donde guardé los CD'S que me regalabas cuando éramos novios.No quiero hacer patética mi carta, pero si pudieras recordar, cada vez que tu madre venía a visitarnos me volvía a preguntar la historia de como nos conocimos, pareciera que no se cansaba de oírla porque aún volví a contársela la semana pasada.
Le conté cada detalle, porque lo recuerdo a flor de piel y ella me miraba como si se tratase de la primera vez que lo hacía;Yo me había mudado a Manchester cuatro años antes, tenía apenas 20 años y a poco tiempo de terminar mi carrera de artes, pero las cosas se habían complicado un poco y tuve que buscar un empleo, el cual encontré en una pequeña pero bonita cafetería como barista y no me quejaba... Tenía buena vista, cercanía a mi casa, el aspecto era tal como lo hubiera sido uno de los 50's y de la música podía encargarme yo y mis tres compañeros, todo al menos hasta que te conocí a ti.
Un idiota de 17 años de cabello castaño algo largo y brillante, unos ojos peculiarmente azules que combinaban perfectamente con el uniforme azúl rey de tu colegio, ni siquiera todo el azúl de Manchester los superaba, un aroma que podías oler a metros antes de que pudieras entrar a la cafetería y una terrible sonrisa que en ese momento me odiaba por admitir que era bonita, pero si algo podía superar todo eso, era tu irritante personalidad, bromeando, gritando, conversando aquí y allá, la extraordinaria confianza que tomaste con todos nosotros y la variante de insultos que salían de tu gran boca, la cuál no sabía callarse absolutamente nada como un pensamiento al aire.
Mis compañeros te adoraban, más mi compañeras, según ellos eras "carismático, elegante, guapo" o casualmente hablaban de "como es que no tenías que esforzarte por tu futuro", ya que el mayor de tus hermanos había fallecido recientemente, tristemente demasiado joven, sin hijos o al menos una pareja y con una gran y reconocida empresa, la cuál sería toda tuya apenas cumplieras la mayoría de edad porque el mediano de ustedes tenía otras metas y tu madre se consideraba "muy vieja ya"
Era el tema del mes, pero a mí solo me resolvía el por qué no te había visto durante tan largo tiempo, lo cual era bastante raro ya que venías todos los días, a la misma hora y pidiendo lo mismo de siempre:
"una malteada de capuchino con extra de crema batida, una bola muy grande de helado... y no te olvides de la cereza"
Me cuestionaba si es que no tenías caries, diabetes o algo así.