Capítulo 13

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Fin de semana, de nuevo. ¿Muerte al acecho? Afirmativo.

El mayor se encontraba afilando sus cuchillos, encontrándose sin playera en el sofá. Jungkook estaba limpiando las flechas de su ballesta y ordenando las demás armas que había conseguido en todas esas semanas. Observó de reojo al mayor, que desde esa agresiva y sentimental noche casi no le había dirigido la palabra.

Cosas básicas como la comida, buenos días o buenas noches era lo único que decía. Jungkook ni siquiera se molestó en que le afectara, soltando suspiros y volviendo a lo suyo. El atardecer alumbraba toda la habitación, bañándola de una luz rojiza sumamente bella, anunciando también la sangre que se derramaría más tarde.

Había corrido el rumor que los del grupo B se habían unido en su totalidad y esperaban matar a todos los del A. Llevaban armas muy poderosas y estarían divididos en grupos para emboscar a los del grupo contrario, así que debían mantenerse ahora en equipos no muy grandes. No iban a arriesgarse a ser asesinados en masa. Llevarían bengalas si eran atacados para informar al resto de los A dónde estaban y que ayudaran.

Chistosamente, V y Jungkook estarían con Park y Min, alias la zanahoria y la lechuga. La ensalada como fue apodado por el mayor hace un par de horas al recordar que deberían verse a las ocho cerca del cine, cruzando la avenida principal.

— ¿Estás listo? — Preguntó el mayor observando a Jungkook, finalmente levantando la mirada.

— Casi. — Jungkook no lo observó. — ¿Tú?

— Acabo de finalizar. — El mayor se levantó para dejar los cuchillos en la mesa.

Después de acercó a Jungkook, viendo como limpiaba sus hermosas flechas. Jungkook se tensó al sentir al mayor tan cerca pero no emitió absolutamente nada, centrándose en terminar.

— Tampoco los dejes relucientes, van a mancharse de sangre al final. — Habló el mayor haciendo que su tibio aliento chocara contra el oído del menor. — Yo creo que así están bien.

— De acuerdo, gracias. — Jungkook ignoró el comentario y siguió limpiando. — ¿Vamos a cenar algo antes? Puede ser nuestra última cena.

El mayor se mantuvo en un largo silencio, observando al menor y recorriéndolo un poco con la mirada. Mordió su labio y se alejó de él para acercarse a los taburetes y buscar algo con lo que alimentarse. El menor dejó las flechas y soltó un suspiro cansado, viendo el techo y sintiéndose un poco estresado. Era cierto que esa noche sería delicada y uno podría terminar herido, pero no quería pensar en eso.

Solo quedaba casi suplicar que no pasara nada malo. Por suerte "la ensalada" también era buena con las armas, así que no estarían en tanto peligro. Lo delicado era que sería una confrontación masiva, con los que quedaban. Algo así como un campo de batalla y eso no le gustaba, había visto películas del estilo, pero esto era distinto. Aquí los jugadores estaban desquiciados, muchos, por no decir todos. A veces ya ni el mayor se pasaba como ellos, y de por sí ya era bastante sanguinario.

La tarde se transcurrió en el mismo silencio, ambos comiendo sin dirigirse la palabra ni la mirada, encerrados en su propio mundo y pensamientos.

Cuando finalmente dieron diez para las ocho, bajaron de su refugio, asegurándose de llevar múltiples armas y bengalas. Avanzaron por la gasolinera con cautela hasta llegar al cine, se sorprendieron al ver que los otros dos ya estaban ahí. O eran muy puntuales o habían llegado juntos, ¿qué habrá sido?

— Finalmente. — Min esbozó una sonrisa al ver a los castaños llegar juntos. — Mis avellanas favoritas han llegado.

— Cierra la boca. — Park rodó los ojos.

GAME OF SURVIVAL - taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora