「17」

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El primo de Thomas se parecía mucho a Thomas.

Ese fue el primer pensamiento que Tord tuvo mientras miraba a los hombres abrazarse y golpearse uno al otro en la espalda.

Eran monstruosamente parecidos: el mismo pelo empuntado y oscuro y los mismos ojos color negros. Yanov Ridgewell era un poco más alto que Thomas, tenía una ceja cortada, Thomas era ligeramente más cachetón, pero podrían ser fácilmente confundidos uno con otro, si uno no miraba con suficiente atención.

Yanov lo atrapó mirando y sonriendo.

— No, no somos gemelos. Él es tres años más joven —él estrechó la mano de Tord—. Yanov Ridgewell. Pero puedes llamarme Yan —dijo con una sonrisa.

Gracioso. Dos Tim.

Thomas puso una mano en el hombro de Tord.

— Este es Tord.

— Puedo presentarme a mí mismo, sabes —dijo Tord, empujándolo. Él se volvió hacia Yanov y sonrió torcidamente—. Tord Larsson.

— Tienes una sonrisa inusualmente hermosa —dijo Yanov.

Tord ocultó su sorpresa mientras tomaba su chaqueta. El tipo definitivamente no estaba coqueteando con él ni nada, pero eso no era exactamente algo que un tipo heterosexual diría.

Espera, ¿era Yanov el primo gay que Tom había mencionado hace un tiempo?

— Gracias —dijo Tord con una pequeña risita—. La tuya es bastante agradable, también.

Una hora más tarde, cuando terminaron el paquete de seis cervezas que habían traído, Tord llegó a la conclusión de que Thomas tenía razón: a él le agradaba Yanov. Mucho. Él era un gran tipo, calmado y bastante tranquilo. Tenía una tranquila fuerza en su interior que instintivamente hizo a Tord confiar en él.

Al parecer, Yanov era médico.

— Te encaja —dijo Tord, recostándose contra el sofá—. Odio los hospitales y a los médicos, sin ofender, pero no me importaría tenerte a ti como mi doctor. Pareces un buen doctor —Él movió las cejas y le dio un vistazo exagerado—. Y bueno, eres caliente. Apuesto a que te ves súper sexy en ropa de médico. ¿Alguna persona te llama Dr. reamy?

Yanov se rió, y Tom dejó caer su brazo alrededor de los hombros de Tord.

Tord le disparó una mirada de reojo.

Thomas había estado muy tranquilo, mayormente escuchando y viéndolos a ellos charlar. Como siempre, parecía tranquilo y sereno, pero... había una diferencia entre su calma y la de Yanov. No era obvia, pero estaba allí, y Tord no pudo dejar de notar la diferencia. La calma de Yanov parecía sin esfuerzo; en comparación, la tranquilidad de Thomas se sentía poco natural. Engañosa.

No era la primera vez que Tord se había dado cuenta de eso, pero nunca había sido más evidente que ahora. Los dos hombres se veían tan parecidos, pero se sentían como completamente opuestos: uno era como una roca y el otro era como un volcán dormido. Tord se estremeció, preguntándose qué pasaría si se despertara. Nunca había visto a Thomas verdaderamente enojado o emocional. Seguro, él lo había visto un tanto irritado y molesto, él lo había visto reír y sonreír, pero todas esas emociones eran lo suficientemente leves y controladas. Podía sentir que Tom constantemente se frenaba, manteniendo un estricto control sobre sus emociones.

Tord quería saber por qué. Quería saber qué hizo a este hombre contenerse.

El teléfono celular de Thomas sonó de nuevo.

— Habla Tom.

La persona que llamaba empezó a gritar, y Tord vio a Tom fruncir el ceño.

— Por favor cálmese, Sr. Chester.

★ obsessed ── tomtordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora