La respiración agitada mientras la pelota era cuidada por él, corriendo lo suficiente como para poder pasarla a su compañero de equipo sin que nadie llegara a poner un solo pie cerca, sin que nadie pudiera interponerse ante su cuerpo y lo que tanto se esmeraba en defender.
El partido terminó más rápido de lo que hubiera pensado, y pronto ya estaban todos reunidos en el suelo, estirando sus cuerpos mientras los comentarios iban y venían, de una punta a la otra de aquella dispersa formación que habían tomado luego de tal entrenamiento.
Alejandro molestaba a Nicolás, impidiendo que el de mayor altura pudiera concentrarse. Mientras tanto, él miraba en silencio, riendo por lo bajo como siempre lograba hacerlo. Muchas veces le dijeron que su forma de actuar fuera de la cancha era una bendición, aquella personalidad tímida, la cual lo llevaba a intentar no hablar demasiado para no terminar soltando lágrimas de emoción ante los reporteros después de cada partido defendiendo esos colores que le llenaban el alma, siempre intentando hablar lo justo y necesario para no ser demasiado molesto o demasiado irrespetuoso, intentando mantenerse en el borde de la fina línea que los comentaristas deportivos ponían para no defenestrarlos en televisión abierta.
¿Quién podría pensar que aquél cordobés que siempre se encontraba en el fondo, riendo ligeramente, podía arrancarte las piernas o insultarte de arriba hacia abajo en un partido? ¡Imposible! Siempre debía ser un " ver para creer", algo que había oído de muchos de sus compañeros en Belgrano, Atalanta e incluso del club en el que se comenzaba a desempeñar con fluidez, Tottenham Hotspurs. Nadie creía que el tímido muchacho de Córdoba que intentaba mantenerse alejado de los problemas con sus compañeros, pudiera transformarse en aquella bestia apenas tocaba la pelota.
Lisandro apareció para molestarlo, cosa que siempre hacía después de los entrenamientos, a veces incluso con Emiliano siguiéndole el paso. Agradecía infinitamente ser parte de aquél grupo de afortunados que compartían los colores de la camiseta, esos colores que hasta aquél día, incluso con tantos partidos jugados, seguían llenándole de alegría y orgullo.
Cada vez que portaba esa camiseta con el bellísimo número trece, su pecho se alzaba de orgullo, teniendo en mente todas las veces que la idea de dejar su sueño se hizo presente gracias a las personas que prefieren hablar demás. ¿Cuántas veces "los grandes" habían tomado su sueño y lo habían hecho pesados? Solo por "tener más años de experiencia". ¿En cuántas ocasiones había escuchado a los demás darle recomendaciones que él no había pedido? " Dale nene, vos no estás para esto" " No vas a llegar más lejos de lo que ya llegaste " "Dedicate a otra cosa, esto no es para vos. " Y esas palabras aún quemaban, como una cruz de oro hirviendo en su espalda, pero ahora era lo suficientemente grande como para responderles a todos, ahora estaba lo suficientemente lejos como para terminan de demostrarles que él sí era para eso, que él sí podía.
-- Amigo, ¿estás bien? -- Lisandro habló, mirándolo desde un costado mientras él aún se mordía las uñas, inmerso en la cantidad de pensamientos repentinos.
-- Obvio amigo, ¿no estabas molestando al Dibu? -- Inquirió, fingiendo que su mente no había divagado en tantas cosas solo en un par de minutos.
-- Ese desquiciado necesitaba pegarse una ducha, ¿vos pensas quedarte acá afuera toda la noche? -- Respondió a la pregunta con una negación, dejando de morderse las uñas para poder levantarse casi en un salto.
-- ¿Vas a volver al United cuando terminemos esta locura? -- Romero se atrevió a preguntar, aún sabiendo que a ninguno de sus compañeros les gustaba demasiado pensar que eso se iba a terminar, ya sea de buena o mala manera.
Era ese sueño que los había impulsado tantas veces en las que pensaron que ya no podían más, era por lo que habían luchado tantos años, y ahora que ya eran parte, por supuesto que no querían que acabara jamás.
-- Seguro que sí, espero que no me hayan olvidado los compradores, seguro que no apuestan por mi tanto como por Julián. -- Martínez no tardó en responder, algo que terminó por sorprender al Cordobés.
-- Obvio, un defensor no vale lo mismo que un goleador, pero vos te estás olvidando que los del United pusieron una tarasca enorme por vos. -- Codeó a Lisandro con una sonrisa, tomando un rumbo rápido hacia las duchas del predio.
-- ¿Y vos, asesino? ¿Vas a seguir en el Tottenham? -- Esta vez fué el otro defensor quien preguntó, provocando un escalofrío leve que recorrió la espina dorsal de Romero de arriba a abajo.
No quería pensar en eso, no quería aceptar que quizás estaba un poco asustado por ese futuro incierto que los esperaba a todos, y él caía en ese agujero negro de ofertas que terminaban rodeando al equipo en el que se encontraba actualmente, no quería pensar en dejar de crecer en cuanto a su profesión se trataba, pero ahora estaba cómodo allí y su contrato, si es que los Hotspurs no lo vendían, tenía un largo tiempo aún vigente.
-- Seguro que sí, estoy cómodo, puedo seguir aprendiendo. -- Con una sonrisa se despidió de Lisandro antes de meterse a la zona de duchas, quien al grito de "te espero para cenar" terminó por irse hacia donde las habitaciones se encontraban.
Y allí se hallaba nuevamente, pensando en ese futuro incierto que ahora lo carcomía casi incesantemente.
El Tottenham había logrado darle el lugar donde se encontraba cómodo, podía desempeñarse tranquilamente y sus compañeros habían sido amigables desde el primer momento, Harry Kane, Richarlison, Perisić, Lloris y Son, ellos habían sido los primeros en integrarlo al grupo ya armado, y estaba bien con ellos acompañándolo.Y aunque se sentía completo , integrado, cualquier área de equipo mayor está diseñada para proveer dinero, y él lo tenía que saber. Quizás eso también era parte de su futuro, los contratos ajenos estaban por acabar y los rumores viajan más rápido que las propias ofertas, pero solo había una sola persona que le preocupaba, y de quien no tenía noticias desde el último partido disputado en octavos de final.
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.Bueno, no suelo escribir este tipo de historias concretamente, pero después de tener tanto material y amar tanto a la selección argentina, necesitaba hacer algo relacionado al cuti, ¿y por qué no integrar al tan amado Son Heungmin?
Así que nada, si les gusta voten, comenten y recomiendenlo. Recuerden también que hay muchas cosas a aclarar aún con respecto a la historia, no creo que haya contendio +18 ni nada por el estilo, pero conforme vayan sucediendo los hechos, aparecerán las aclaraciones correspondientes.Muchas gracias por leer, aunque este haya sido un capítulo corto.
- Sea. <3
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ENOUGH. ㄑ cuti x son. ( cancelada )
Fanfiction⠀ La incertidumbre es terrible para cualquiera, ¿quién no quiere saber qué le depara el futuro?¿si el camino que se sigue es el correcto? Seguir viviendo es una prueba de que ni siquiera la peor ansiedad puede pararte, pero todo depende de qué es lo...