Capítulo 12.Eres una cabezota

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*Narra Sakura*
Un golpe, dos, tres,cuatro...la cara de Sasuke estaba completamente demacrada y llena de sangre.

—Para porfavor...—supliqué entre sollozos—Me casaré contigo Enzo, pero deja a Sasuke...

—No Sakura, necesito verle sufrir, ver como poco a poco se va quedando sin nada.

Intenté correr hacía Sasuke pero estaba bloqueada, mi cuerpo no se movía, cada golpe que el Uchiha recibía era como si me le diesen a mi,dolía de la misma manera.

Seguí intentando moverme, trate de agarrar mi kunai y cuando los brazos me respondieron, mi ojos se abrieron y me encontré con las paredes de mi habitación rosa pastel. Dirigí la vista a la ventana y vi que los primeros rayos de sol se asomaban, luego vi que en mi mano derecha estaba el kunai y recordé que había dormido con él en mi propia casa por miedo...

Una parte de mi sabía que no podía seguir así, pero las imágenes no se iban de mi cabeza. Había pasado una semana desde que salí del hospital y no había noche en la que no me despertase con pesadillas. Eso me hacía preocuparme porque mi trabajo en el hospital se hacía peor al dormir poco.

Por otro lado en un día me iba con Sasuke a una misión y no quería preocuparle ni ser una carga ahora que había decidido llevarme con el.

—¿Sakura?— mi madre llamó a la puerta—Vas a llegar tarde a tu último dia en el hospital.

—No te preocupes mamá, ya voy.

Me levanté de la cama y me prepararé intentando no pensar en lo que había soñado. Al llegar al hospital me llevé una gran sorpresa cuando en la cafetería tenian preparada una sorpresa de despedida para mi.

—No hacía falta esto... Tsunade-sama.

—Claro que hacía falta Sakura, te vas a un viaje muy largo.

Estaban todos mis compañeros y compañeras de trabajo, habian hecho un pequeño desayuno y estaba incluso una niña que era mi paciente con su silla de ruedas.

—¿Doctora Haruno? ¿Por que se va?

Me agaché para quedarme a la altura de a niña.

—Aparte de doctora, soy ninja y tengo que hacer una mision, pero te prometo que volveré.

——Dile a Sasuke Uchiha que como no te cuide bien, voy a buscarle y a darle un buen golpe.

—Tranquila Ino, soy capaz de cuidarme yo misma, pero confía en él.

Después de desayunar todos juntos cada uno volvió a su trabajo. Ino y yo teniamos una operación bastante importante de corazón, la cual al final salió bien apesar de mi terrible cansancio. Cuando tenía que concentrarme en el trabajo dejaba atrás todos los problemas p preocupaciones.

—Sakura—Ino me llamó mientras recogiamos y limpiabamos el quirófano.—¿Estás segura de que puedes viajar? Tienes unas ojeras terribles y aunque hoy todo ha ido bien....te llevo notando unos dias muy cansada y con mala cara.

—Ino...— le miré a los ojos- Se que te preocupas por mi y lo agradezco...pero confía en mi, estoy perfectamente...

Mi amiga suspiró y me abrazó

—No hagas locuras y espero que vuelvas cuando me case— me echó una mirada desafiante y solté una carcajada.

Cuando llegó la noche mi última jornada en el hospital terminó. Colgué en mi bata en el vestuario con algo de nostalgia, pero también feliz, al fin y al cabo por fin no tendría que separarme de Sasuke, por fin me iba a llevar con él...

Cuando salí del edificio vi una silueta esperándome, me alarmé al recordar a Enzo esperándome siempre que salía de trabajar para ir a cenar con su abuela.
Por suerte enseguida recordé que estaba muerto y me relajé por completo al ver quien era cuando se puso bajo la luz de una farola.

—Perdona, ¿Te sorprendí?

—N-no...es que no te esperaba, eso es todo.

Se acercó a mi y me miró a los ojos analizando mi mirada como si sus ojos negros y los míos pudieran comunicarse sin palabras, y por desgracia así era.

—No tienes buena cara Sakura...¿ ocurre algo?

—Estoy bien Sasuke—dije tratando de no sonar nerviosa. Pero esa mirada analizadora me intimidaba.

—No mientas Sakura...te has puesto nerviosa hasta que has visto que era yo—Iba a decir algo pero no me dejó hablar—Y tus padres están preocupados ¿Sigues con las pesadillas?

—Yo...Sasuke...—suspiré—Si...pero no tienes que preocuparte por mi, se pasarán, de verdad...

El Uchiha apretó su puño y el sharingan apareció en sus ojos y eso solo significaba una cosa. O estaba enfadado o estaba triste.

—Lo siento Sakura, estás así por mi culpa, quizás no deberías venir conmigo...

—¡No!—exclamé enseguida—Me niego Sasuke, si no me llevas contigo yo misma me encargaré de seguirte—Mi voz sonaba decidida y estaba dispuesta a hacerlo

—Eres una cabezota—Sasuke me abrazó y escondí la cara en su pecho aspirando su aroma. Era él, la única persona con la que me sentía a salvo.

—Soy fuerte Sasuke, estaré bien.

—Lo sé...

Después de esa conversación y de convencerle de que no sería ninguna carga, fuimos al Ichiraku a cenar con Naruto y los demás para despedirnos de ellos, al día por la mañana temprano saldriamos y no tendríamos tiempo de verles.
Después de la cena Sasuke me acompañó a casa.

—Intenta descansar Sakura, hoy más que nunca, mañana a primera hora nos vamos y no quiero un zombie de acompañante.

—Lo intentaré...no te vayas sin mi...

—No lo haré—Sasuke me dio su bandana, la que llevaba cuando eramos shinobis.—Llevo todo este tiempo llevando eso conmigo y no viajo sin ella, mañana me lo darás. De esta manera sabrás que sin ti no ire a ningún lado.

Asentí sonriente y entré a casa. Esa noche, con la bandana de Sasuke en mis manos y pensando en el viaje, por primera vez no tuve pesadillas.

Destino~Where stories live. Discover now