Capítulo 34

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En cuanto entra a la sala la noto diferente, un poco más segura.

—¿Te parece bien la de "Quiero robarme a la novia"? —De todos modos la iba a poner.

Ella asintió, le pique al botón de Play y empezó la película.

Obviamente la película la puse a propósito, digamos que algo así.
Se me hace interesante el trama, ya que él conoce a la chica por error, pero le fascina su forma de ser, directa, terminaron siendo grandes amigos, pero él nunca se dio cuenta de que le gustaba su mejor amiga, hasta que ella viaja, siente un vacío y ahí es cuando se da cuenta que realmente le gusta ella, él siempre ha sido un mujeriego y ella lo sabe, pero cuando ella regresa del viaje, tuvo inconvenientes y resulta que está comprometida, y se casa en semanas, él no lo puede creer, pero trata de llamar su atención para que se de cuenta de sus sentimientos. Es muy divertida la película, es de mis favoritas. En fin, no creo que sea algo del otro mundo.

Una película que hace que valores las cosas, y para que veas que nunca es demasiado tarde para cambiar. JAJAJAJA yo diciendo eso, que irónico.

Paso mi brazo al rededor de su espalda, tratando de recargarme un poco en el sillón, poniendo mi mano en su hombro, ella no dice nada y lo tomo como buena señal. No se ha quejado por el momento y se me hace un poco raro.

Al inicio empece a ver la película, pero como iban pasando los minutos, mi vista se fija en algo mas, me quedo embobado viendo a Leire, simplemente me gusta observarla y pensar como antes la pude haber tratado tan mal, no lo comprendía, me gusta verla mientras ríe o hace alguna cara extraña, dependiendo la escena... Pero simplemente no podía dejarla de ver. ¿Tan bajo había caído?
¿Tan afondó estaba cayendo realmente?

—Valerio... —Me voltea a ver con una mirada medio sería—. ¿No se supone que debes de ver la película?

—Si la estoy viendo —Rio un poco, por eso.

Imagine que no me había visto, pero si soy sincero, soy algo obvio.

Pero en serio, ¿Qué demonios me esta pasando con una chica? Me ha llegado a importar demasiado, a veces siento que la conozco por completo, pero no, siempre me cuenta algo más de su vida y eso hace que me de cuenta que no la conozco por completo, cada vez que platico con ella, me gusta más, no se si fue su forma de ser, su forma de hablar, su forma de tratar de evitarme al inicio, cualquier chica estaría loca por estar conmigo, esta comprobado con Dafne, pero ella simplemente me ve como una persona, como una simple persona que va por ahí por el mundo, tal vez fue eso, tal vez, me gusta que simplemente me trate normal y no como algo mejor, no como alguien importante. Una persona igual que ella.

Mi mamá se sorprendió al verla, y se el porque, nunca había traído a la casa a una chica, ni si quiera de niño, si tenía alguna amiga, nunca la traía, es algo demasiado extraño, es la primera chica que llega a pisar está casa, y tengo un impulso que sea la única.

Estaba viendo la película pero no le ponía mucho la atención la verdad.

La verdad es que yo esperaba que se acordara algo de ayer, lo deseaba, y que las cosas cambiaran, pero no se acuerda de nada, y claro las cosas no han cambiado.

Bueno si, veo que tal vez si cambio algo, hoy no me ha rechazó como al inicio, es un poco más abierta conmigo, desde estos últimos par de días.

—Simplemente los dos son unos idiotas, se nota a leguas que se gustan entre si — Sonrío por su comentario—. Y él es un imbecil por no decirle lo que siente, ahora esta a punto de perderla.

Sonrío un poco mas, ella me voltea a ver de nuevo, tiene razón en su comentario.

—¿Que es tan gracioso Eliot? —Me pregunta... Espera, espera ella me acaba de llamar por mi nombre, y no por mi apellido.

—¿Que es lo que acabas de decir? No me llamaste por apellido —¡Me llamó por mi nombre, joder sonó tan bien en su boca diciendo mi nombre! —, yo creo que escuche mal o ¿Me equivoco?

Se muerde el labio.

—Creo que te acabo de llamar por tu nombre, inconscientemente. ¿Eso es demasiado extraño no? —Lo dice mientras hace con una cara de horrorizada.

Le sonrió de nuevo, y como mi brazo y mi mano siguen en ella, la aprieto mas hacia a mi, como si fuera un abrazo.

—Apártate Valerio, no te emociones, que lo más seguro es que sea la primera y última vez que me escuches decirlo —Contraataca.

—¿Sabes que? No lo creo, yo creo que si me seguirás llamando por mi nombre.

—Quién sabe, así que no te acostumbres a eso, pueda que te llame así o pueda que no —Hace una pausa, regresa su mirada a la televisión—. Y ya déjame ver la película, quiero saber que va a pasar con la chica tonta y el chico cobarde.

La dejo de abrazar, pero no quito mi brazo de ahí.

Después de un rato se acaba la película.

Y odio este momento, sabía que se iba a querer ir a su casa ya que se notaba que estaba un poco incómoda.

Pero también notaba que no quería decírmelo, tal vez por pena con mi mamá o yo que se.

Así que le grito a mi mamá.

—¡Mamá voy a llevar a Leire a su casa!

Escucho que la puerta de su cuarto se abre por completo al instante.

—¡Espera, ya bajo! —Era de esperar.

Y empieza a bajar las escaleras, hasta que nos alcanza a la puerta. Mamá seguía un poco emocionada y ambos lo podíamos notar, Leire parecía un poco incómoda, pero no tanto.

—Leire —Empieza a decir mi mamá, mientras le sonríe dulcemente—. Espero verte muy pronto por aquí.

La abraza y le susurra algo, estoy seguro de eso porque cuando se separaran Leire está riendo un poco.

—Muchas gracias —Ella también le sonríe a mi mamá—, y si espero verla pronto.

Supongo que su respuesta fue algo bueno ¿No?, porque si espera verla pronto significa qué tal vez regresará a la casa.

Le hago una señal a mi mamá con la mano y salimos de la casa.

Nos subimos al auto y empiezo a manejar, y de nuevo todo estaba muy callado, y lo único que se escuchaba era la radio y sus canciones malas.

No tardamos mucho en llegar.

La acompaño hasta su puerta.

—Gracias Valerio, en serio, gracias por ser tan considerado conmigo el día de hoy —Veo que le cuesta un poco agradecerme —. Aún no me sigues cayendo tan bien.

Suspiro, mientras río por eso. Supongo que no será tan fácil.

—No digas nada, me gusta estar para ti cuando lo necesitas. Así que ya sabes cuando se te ofrezca algo, llama al súper guapo de Eliot —Y le guiñó un ojo mientras me apunto con el pulgar—. Y ya deja de llamarme Valerio, llámame Eliot.

—Siempre tan vanidoso —Dice mientras niega con su cabeza y suspira.

Se acerca a mi, para despedirse, y me deja un beso rápido en mi mejilla y se separa a toda prisa.

—¿Segura que era ahí? Sigo insistiendo que te equivocas muy a menudo.

—Idiota — Sonríe—. Nos vemos por ahí, Valerio.

Entra por la puerta y me voy a mi auto de regreso a casa, no es tan tarde, pero supongo que ya no contestara mis mensajes el día de hoy así que... Bueno.

Supongo que fue un día bastante bueno.

La apuesta perfecta [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora