𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗢𝗡𝗘

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La rubia entro con una sonrisa al consultorio del doctor cullen, como todas las mañanas.

―buenos días, doctor cullen. Aquí tiene su café― la chica de ojos verdes dejo el vaso en el escritorio del hombre.

―sabes que no me gusta que me digas doctor cullen, dime carlisle. Y muchas gracias― el hombre le sonrió a la chica cuando ella dejo una linda sonrisa y salió del consultorio.

cuando miro que ella no estaba, boto el café. No podía tomarlo, pero tampoco podía negarlo, desde que aquella rubia entro a hacer practicas para ser doctora, le tomo cariño.

todas, y absolutamente todas las mañanas, ella entraba a llevarle un baso de café y decirle sus buenos días, sin falta.

cuando ella tenia cualquier duda, iba corriendo a donde el para preguntarle, carlisle la veía como otra hija mas, de los que tenia.

una que tenia sus mismos gustos de ayudar a las personas.

por otro lado, Addison lo miraba como el padre que nunca tuvo, el padre que ni ella ni su hermana tuvieron.

―por qué siempre molestas al doctor cullen?― la rubia que iba camino a ver unas muestras que tenia pendientes desde temprano, paro su caminar para mirar a una secretaria o algo del hospital, era nueva.

―lo siento, no molesto al doctor cullen, pero si lo hiciera créeme que no seria de tu incumbencia― el teléfono sonó.― contesta, creo que de eso deberías preocuparte.

el doctor cullen salía de su oficina y no pudo evitar que una sonrisa se colocara en su cara, ella era su otra hija adoptiva.

( )


Addison era una adolescente que las cosas nunca las tuvo fácil, su madre murió dejándola con la responsabilidad de su hermana menor y con sueño que al fin tenia la posibilidad de cumplir.

―addi, tengo sueño― la pequeña niña miro a su hermana mayor con los ojos casi cerrados.

―no te preocupes, ve acuéstate.

un trabajo de recortar y pegar le habian mandado a la menor y al regresar tarde comenzaron hacerlo apenas que la rubia termino su turno en el hospital.

Addison mataría y comería del muerto por su pequeña hermana.

las horas pasaron, la rubia solo pudo dormir 3 horas antes de levantarse temprano alistarse y empezar sus labores.

se dio cuenta que su pequeña hermana estaba un poco pálida y se asusto, toco sus mejillas y vio que ardía en fiebre, con rapidez le coloco unos trapos húmedos.

―yo puedo ir así al cole addi, no te preocupes ve a trabajar― ella le sonrió a la pequeña y negó, después se excusaría o le rebajarían una paga al fin de cuentas su hermana estaba mal.

―no te preocupes Maddi, no me cuesta además no es un día muy importante hoy.

oh, claro que lo era ¡iba a ver y participar por primera vez en una cirugía!

suspiro y fue preparar un poco de sopa caliente para el almuerzo.

―addi, puedes ir yo me puedo quedar con la señora luz.― Luz era una mujer de un poco edad avanzada, era la vecina de las dos chicas, al fin de cuentas la reserva era un lugar pequeño donde muchos se podían no conocer o conocerse de mas.

―no le avise con tiempo, seguro esta ocupada.

la pequeña negó, camino a la puerta la abrió y salió para tocar donde su vecina con una Addison atrás.

la mujer abrió con una sonrisa.

―pequeñas.

Addison le sonrió y maddison la abrazo.

―disculpe, fue Maddi que salió la..― la pequeña la interrumpió.

―yo quería saber si podíamos adelantar las actividades de bordaje y muñecas para hoy― los ojos de cachorro miraron a la señora.

―oh por supuesto, la verdad o tenia nada que hacer mi nieto no pudo venir.― aviso la señora dejando pasar a la pequeña con una sonrisa.

―tranquila, lo entiendo. Ve.

Addison le sonrió a la mujer para caminar a la pequeña casa de al lado y agarrar sus cosas ¡iba tarde!

llego una hora después, el hospital estaba un poco lejos y no es como si ella tuviera algo en que desplazarse, cuando su madre murió dejo un pequeño auto averiado guardado, la verdad Addison no le encontraba solución.

―buenos días Dr. cullen, enserio lo siento por llegar tarde― la adolescente se lamentaba, lo seguro era que había perdido la oportunidad de ver una cirugía y ayudar.

―Addison justo pensaba avisarte, al parecer la sangre que necesitaba el paciente aun no había llegado, la operación se aplazo para el medio día.

Addison respiro con tranquilidad y le sonrió al hombre.

―entiendo, gracias.

comenzo con sus labores, cambiar las bolsas de suero, revisar algunos pacientes graves, era lo mismo de todos los días y eso le gustaba.

la tarde llego y la operación salió todo un éxito, la rubia estaba feliz de poder pasar aquellas herramientas que necesitaron, el mayor de los cullen la miraba orgulloso, era uno de los primeros sueños que le hacia realidad.

―tengo que decirte una noticia Addison y no se como empezar― Addison miro al doctor que estaba detras de su escritorio con una sonrisa triste. ―por motivos familiares, voy a tener que irme de forks.

la sonrisa de la rubia desapareció.

el hombre que ella veía como una figura paterna, la iba abandonar, así como todas las personas que ella quiso.

respiro y aguanto sus lagrimas.

―no quiero que te coloques triste te voy a escribir todos los días y deje recomendaciones de ti en muchos pacientes, cualquier duda responderé al instante― con una sonrisa cálida se levanto de la silla abrazando a la adolescente.

el sabia los traumas de ella, sabia que estaba sola y se sentía mal al dejarla, pero su hijo la había cagado y la única solución era esa, irse.

oh edward

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⏰ Last updated: Jan 11 ⏰

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𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎Where stories live. Discover now